Vida Moderna
Cinco señales de que se está consumiendo azúcar en exceso; esto dice la Organización Mundial de la Salud
La entidad rectora ha recomendado la disminución en el consumo del edulcorante y ha hecho algunas advertencias importantes.
El azúcar es uno de los componentes más comunes en la preparación de los alimentos en todo el mundo. Endulzar y conservar la frescura son algunas de sus funciones más empleadas en la vida cotidiana. No obstante, su consumo en exceso podría complicar la salud más de lo que se cree.
Por fortuna, el cuerpo es capaz de alertar a cada uno cuando situaciones, como la del uso exagerado del azúcar, comienzan a deteriorar los sistemas. Tales avisos vienen acompañados de señales claras y muy específicas, las cuales se mencionarán a continuación, para tener en cuenta.
Una de las primeras alertas naturales ante la alta presencia de azúcar se da cuando comienzan a presentarse problemas en la piel. Los eccemas, que son ronchas callosas que tienden a rascar e irritar el área circundante, causando lo que hoy se conoce como dermatitis atópica, son la manifestación principal. También pueden salir impurezas o inflamaciones.
Otro de los avisos que emite el cuerpo es la falta de concentración. Sí, la salud mental también se ve afectada. Y es que el consumo excesivo de azúcar a largo plazo se ha asociado con un mayor riesgo de desarrollar enfermedades, como la diabetes tipo 2, la cual también puede afectar la concentración y la función cognitiva.
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Asimismo, el rendimiento o productividad en las actividades labores o académicas comienza a reducirse, ya que también puede darse agotamiento o fatiga, lo cual se relaciona con lo anterior porque se dificulta, en esas condiciones, mantener los pensamientos enfocados en una acción importante.
Por otra parte, la sed excesiva también es una muestra del riesgo que se corre por la alta ingesta de azúcar. Y es que, cuando esta última se consume con frecuencia, entonces hay más toxinas por expulsar en el cuerpo, las cuales salen en forma de orina, a menudo, causando así la necesidad de rehidratarse.
En ese sentido, también se puede presentar un desorden en las otras maneras de la eliminación de sustancias como estreñimiento, diarrea o gases.
Sobre la ingesta del edulcorante, la Organización Mundial de la Salud ha sido directa, pues recientemente reveló las causas por las que un consumo desmedido podría acabar siendo perjudicial, en gran manera, para el organismo humano.
“Preocupa cada vez más que la ingesta de azúcares libres, sobre todo en forma de bebidas azucaradas, aumente la ingesta calórica general y pueda reducir la ingesta de alimentos que contienen calorías más adecuadas, desde el punto de vista nutricional, ya que ello provoca una dieta malsana, aumento de peso y mayor riesgo de contraer enfermedades no transmisibles. Preocupa también la relación entre la ingesta de azúcares libres y la caries dental. Las enfermedades dentales son las enfermedades no transmisibles más prevalentes del mundo y, aunque en las últimas décadas se ha avanzado considerablemente en su prevención y tratamiento, persisten los problemas, que causan dolor, ansiedad, limitaciones funcionales (en particular asistencia a la escuela y rendimiento académico bajo en los niños) y desventajas sociales por la pérdida de dientes”, comentó el instituto.
En ese mismo sentido, la OMS indica que incluso es un tema que afecta económicamente, pues “el tratamiento de las enfermedades dentales es caro, pues consume entre el 5 % y el 10 % de los presupuestos de la atención de salud en los países industrializados, y excedería la totalidad de los recursos financieros disponibles para la atención de salud de los niños, en la mayoría de los países de ingresos bajos”.
Es por esto que los médicos y expertos han recomendado reemplazar el azúcar por los endulzantes naturales de la fruta, evitando así productos como las bebidas azucaradas, las salsas o aquellos que en su empaque, dejen saber de un alto contenido de glucosa.