Salud
Circulación sanguínea: cinco actividades físicas para mejorarla
Ante una mala circulación se debe acudir a un especialista, para que diagnostique y recete el tratamiento adecuado.
El principal encargado de la circulación sanguínea es el corazón. Este, es un órgano aproximadamente del tamaño de un puño y está compuesto por tejido muscular. Aunque parece pequeño, logra bombear sangre por todo el cuerpo a través de los vasos sanguíneos también conocidos como venas y arterias.
Este proceso de impulsar sangre se conoce como circulación. La sangre transportada suministra oxígeno y nutrientes, y elimina el dióxido de carbono junto con algunos elementos residuales.
Una mala circulación puede desencadenar una serie de afecciones conocidas como enfermedades vasculares. Estas pueden suelen ser comunes, pero no significa que varias de ellas no se consideren graves. Algunas de ellas, según Medline Plus, son:
- Arterioesclerosis: se acumula placa dentro de las arterias, compuesta por grasa, colesterol, calcio u otras sustancias.
- Accidente cerebrovascular: es una de las más graves pues se detiene el flujo de sangre hacia el cerebro.
- Enfermedad de las arterias coronarias: son afecciones que bloquean las arterias, normalmente por acumulación de placa.
- Aneurisma: ensanchamiento en la pared de una arteria.
- Coágulos sanguíneos: estos incluyen la trombosis y la embolia pulmonar.
- Enfermedad de Raynaud: es una enfermedad que provoca el estrechamiento de los vasos sanguíneos cuando hace frío o se está pasando por una situación de estrés.
- Varices: las venas se hinchan y retuercen, por lo que se logran ver justo debajo de la piel.
Para prevenir estas molestias, el portal especializado Tu Canal de Salud explicó algunos ejercicios con los que es posible mejorar la circulación sanguínea, sobre todo en las piernas, pues es una de las áreas más afectadas por este tipo de afecciones.
1. Caminar de puntillas: caminar en esta posición puede “estimular la contracción de los gemelos que, al tiempo, comprimen las venas, facilitando el retorno venoso”, explica el medio. Si se dificulta caminar empinado, también posible solo colocarse de puntillas 10 veces sin avanzar.
2. Masajes: estos pueden relajar las piernas después de una larga rutina diaria, por lo que se aconseja realizarlos antes de ir a dormir. Al hacerlos, hay que comenzar de abajo hacia arriba por toda la pierna, asegurándose de rodearla toda con ambas manos.
3. Levantar y ejercitar las piernas: para comenzar hay que buscar una especie de cajón en donde sea posible subir las piernas. Después, hay que sentarse en una silla, poner el cajón al frente y subir allí las piernas asegurándose de que las plantas de los pies puedan quedar por completo sujetas. En esa posición, basta con hacer movimientos circulares con los tobillos.
4. Bicicleta desde el suelo: este ejercicio consiste en imitar el pedaleo. Hay que acostarse boca arriba, levantar las piernas y simular que se está avanzando en una bicicleta. Los brazos deben permanecer a los lados del cuerpo y la espalda siempre debe estar apoyada en el suelo. La recomendación es hacer tres series de 15 repeticiones para mejorar la circulación.
5. Mojar los pies y los gemelos con agua fría: después de la actividad física se aconseja tomar una ducha de agua fría de los pies a las rodillas. La idea es permanecer en el agua tres minutos. Este consejo puede resultar mejor en aquellas personas con várices.
Por otro lado, el magazín Medical News Today afirma que si una persona desea mejorar la circulación debe tener en cuenta aspectos como reducir la ingesta de grasas saturadas, tratar de no permanecer sentado por periodos prolongados y dejar de fumar.
Además, hay que acudir a una alimentación balanceada y a la realización de actividad física regular (por lo menos, 30 minutos diarios).