SALUD
Cistitis: la infección urinaria que podría afectar gravemente los riñones
Esta afección genera una necesidad imperiosa y constante de orinar, sensación de ardor y fiebre baja, además de dolor.
La cistitis es una inflamación del tracto urinario, que específicamente afecta a la vejiga y la mayoría de las veces es causada por una infección bacteriana. Esta afección puede ser dolorosa y molesta y volverse un problema de salud grave si se extiende a los riñones.
El portal Cinfasalud de España indica que este tipo de infecciones son provocadas por la presencia y multiplicación de microorganismos en dicha zona, los cuales pueden ocasionar problemas mayores si no se controlan a tiempo y de la manera indicada.
Algunos de los síntomas más comunes cuando se presenta este padecimiento son, entre otros, necesidad imperiosa y constante de orinar, sensación de ardor al orinar, orinar frecuentemente en pequeñas cantidades, sangre en la orina (hematuria), orina turbia y con olor fuerte, molestias pélvicas, sensación de presión en la parte inferior del abdomen y fiebre baja.
Las principales causas que pueden originar estas infecciones son las bacterias. Según explica el instituto de investigación Mayo Clinic, estas infecciones suelen ocurrir cuando estos microorganismos que se encuentran fuera del cuerpo ingresan en las vías urinarias a través de la uretra y comienzan a multiplicarse.
La mayoría de los casos de cistitis se producen por un tipo de bacteria llamado Escherichia coli (E. coli). En el caso de las mujeres, estas infecciones de la vejiga pueden aparecer como resultado de las relaciones sexuales.
La Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos precisa que la mayoría de las veces, el cuerpo puede deshacerse de estas bacterias cuando la persona orina. Sin embargo, las bacterias también se adhieren a la pared de la uretra o la vejiga y se multiplican tan rápido que algunas de ellas permanecen en este lugar o se extienden a los riñones.
Las mujeres tienden a contraer infecciones con más frecuencia que los hombres. Esto es debido a que su uretra es más corta y está más cercana al ano. La menopausia también aumenta el riesgo.
De acuerdo con los expertos, cuando se tratan rápida y adecuadamente, es poco común que las infecciones de vejiga tengan complicaciones. Pero si no reciben el tratamiento adecuado, las complicaciones aumentan. Uno de los mayores riesgos es que se conviertan en una infección renal, también denominada pielonefritis, lo que puede ocasionar un daño permanente en los riñones.
“Los adultos mayores y niños pequeños son los que corren más riesgo de sufrir daño renal debido a infecciones de vejiga, ya que sus síntomas suelen pasarse por alto o confundirse con los de otras afecciones”, precisa Mayo Clinic.
Estas infecciones también son señal de alarma si se presenta sangre en la orina. En algunas oportunidades es posible que las células sanguíneas solo se vean con un microscopio, por lo que es clave realizarse exámenes para determinar el tratamiento. Cuando la sangre se puede ver, normalmente el problema no está muy relacionado con la cistitis bacteriana típica y es más común que tenga que ver con la que es inducida por quimioterapia o radiación.
Cistitis no infecciosa
Aunque las infecciones bacterianas son la causa más frecuente de la cistitis, diversos factores no infecciosos también pueden hacer que se inflame la vejiga. Por ejemplo, se puede presentar la cistitis intersticial, cuya causa no está muy clara, pero lo que sí se sabe es que la mayoría de los casos se diagnostican en mujeres.
Otro tipo de cistitis es la inducida por medicamentos, especialmente los de quimioterapia, que pueden producir inflamación de la vejiga cuando sus componentes descompuestos son expulsados del cuerpo, el uso de cuerpos extraños como un catéter también puede predisponer a sufrir de infecciones bacterianas y daños de los tejidos.
De igual forma, algunas personas pueden ser hipersensibles a las sustancias químicas que contienen ciertos productos, como los baños de espuma, los aerosoles de higiene femenina o los geles espermicidas, y tener una reacción alérgica que cause una inflamación dentro de la vejiga.
Por último, la cistitis en ocasiones puede aparecer como una complicación de otros trastornos, como la diabetes, los cálculos renales, el agrandamiento de la próstata o las lesiones de la médula espinal, según indican los especialistas de Mayo Clinic.