PSICOLOGÍA

Programar el lenguaje y la mente para el éxito

El coaching y la programación neurolingüística buscan desarrollar las habilidades comunicacionales y reprogramar las actitudes.

15 de noviembre de 2013
| Foto: Thinkstock.

Uno de los métodos por los cuales los profesionales de diferentes áreas pueden conseguir herramientas para comunicarse eficazmente es la programación neurolingüística. Según Ilene Daza, máster en programación neurolingüística (PNL), el objetivo primordial es que los ejecutivos incorporen habilidades a su labor institucional.

“Salimos de la universidad con los conocimientos, pero no con herramientas que nos hagan ser diferentes y esto es porque la comunicación que nos enseñan no tiene una estrategia diferencial”, comenta Daza.

Esto, en la práctica, dice la experta, también se traduce a nuestra imagen con la cual “tenemos que ser cuidadosos para enviar mensaje correcto; y no sólo la (imagen) física, sino la verbal”.

“Por ejemplo, a un gerente que tenga problemas en liderazgo, la PNL le ayudará a perfeccionar su lenguaje, su capacidad de comunicación y el tono de voz”, señala. “Para tener una excelente imagen hay que comunicar eficientemente el mensaje que queremos trasmitir”.

La PNL describe la dinámica fundamental entre la mente y el lenguaje, y cómo la relación entre ambos afecta el cuerpo, las emociones y el comportamiento. Por tanto, permitiría abordar la comprensión y modificación de la conducta.

Incluso, esta técnica se ha empleado para cambiar las conductas pesimistas en los trastornos depresivos para cambiar las actitudes que actúan de barrera al momento de alcanzar metas profesionales y personales.

“En el colegio nos enseñaron que la comunicación consistía en emitir un mensaje mediante un trasmisor a un receptor… esto quedó corto (porque) el significado de la comunicación es la respuesta que obtiene”, señala Daza.

Pero no basta con adquirir ciertas habilidades. “Piense en cómo va a proyectar esa habilidad que ha desarrollado. Como dice Donald Trump en uno de sus libros: ‘si no hablas de tus éxitos, ¿cómo se van a enterar de ellos los demás?’".