Vida Moderna
Colágeno con escamas de pescado: ¿cómo se hace y para qué sirve?
Quienes poseen piel sensible deben consultar con un especialista antes de utilizar este producto en la piel.
El colágeno es una proteína fibrosa que se encuentra en los cartílagos y otros tejidos conjuntivos. Es decir, está presente en la piel, los huesos, los ligamentos y en los tendones. Esta proteína les otorga a estas partes del cuerpo elasticidad y resistencia; en la piel previene la aparición de arrugas.
Cuando el colágeno empieza a faltar en el organismo se producen una serie de cambios. Además de las arrugas, por ejemplo, la piel se hace más flácida, se pueden presentar molestias en las articulaciones o, incluso, se pueden generar enfermedades degenerativas.
Según el el portal web de Sanitas en España, “el colágeno también se encuentra en numerosos alimentos y consumirlos favorece que el desgaste natural que sufre esta sustancia en nuestro organismo sea más lento”.
Por lo anterior, consumir o aplicarse colágeno aporta vitamina C al cuerpo, mejora los huesos debido a sus propiedades antiinflamatorias, ayuda a que las fibras capilares crezcan fuertes, fortalece las uñas y, lo más importante para algunas personas, mantiene el cuerpo rejuvenecido.
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Además de la alimentación, existen múltiples productos cutáneos naturales con los que es posible aminorar las arrugas. De hecho, el portal especializado Salud180, explicó como extraer el colágeno de las escamas de pescado para aumentar la elasticidad y la fuerza de la piel.
1. Quitar las escamas del pescado y dejarlas secar.
2. En un recipiente con agua colocar 200 gramos de escamas de pescado y una cucharadita de bicarbonato.
3. Revolver y dejar reposar por diez minutos.
4. Enjuagar las escamas con agua tibia.
5. Colocar una olla con dos litros de agua a fuego bajo durante 45 minutos.
6. Retirar dicha agua de la estufa y dejar enfriar.
7. En la licuadora verter el agua de las escamas con ellas y moler.
8. Colar.
9. El líquido que se desprenda se debe colocar en un recipiente y guardar en el refrigerador.
10. Después de un día, el líquido tomará consistencia gelatinosa.
Además de consumir este colágeno también es posible aplicárselo como tópico a través de una mascarilla. Los ingredientes necesarios para prepararla son: dos cucharadas de leche, una cucharada de miel y cucharadas del colágeno extraído de las escamas de pescado.
Preparación y uso:
1. Mezclar todos los ingredientes en un recipiente.
2. Aplicar sobre el rostro.
3. Dejar actuar por 20 minutos.
4. Enjuagar con agua fría.
5. Usar dos veces por semana.
Cabe mencionar que a partir de los 20 años de edad la producción de colágeno se hace más lenta y se cree que se empieza a perder un 1,5 % de esta proteína al año; sin embargo, hay diversos factores que pueden influir para que este proceso se acelere. El portal portal web Protocolo listó algunos de ellos:
- Fumar: este hábito trae muchas afecciones para la salud del cuerpo. No obstante, muchos desconocen la manera en la que fumar puede afectar la piel. Cuando el humo del cigarrillo entra en contacto con esta zona reduce el flujo de los vasos sanguíneos, ocasionando que el colágeno que produce la piel sea seco y débil, y finalmente muera.
- Exposición al sol desmedida: los rayos UV pueden ocasionar que el colágeno se descomponga a un ritmo más rápido que el que surge de manera natural, debido al proceso de envejecimiento. Los rayos del sol penetran la dermis, lo que puede causar la acumulación de fibras elásticas y con ello se empiezan a desarrollar las temidas arrugas.
- Estrés: cantidades elevadas de cortisol (hormona del estrés) pueden descomponer la elastina y el colágeno de la piel formando arrugas y líneas de expresión. El estrés puede producir envejecimiento prematuro debido a la inflamación que genera, impidiendo que el cuerpo sea incapaz de repararse a sí mismo.