Vida moderna
Colesterol alto: ¿cómo se relaciona con el consumo de café?
El café es una de las bebidas más conocidas en todo el mundo y, según estudios, la forma en que se prepara influye con los niveles de colesterol en el organismo.
Un café sirve en la mañana para desayunar, al mediodía para acompañar el almuerzo o, en algunos casos, en cualquier momento de la jornada porque se ha convertido en ese apoyo que mantiene despiertas a las personas. El consumo de esta bebida en sus diferentes variaciones (tinto, con leche, americano, expreso, etc.) es bastante frecuente y, prácticamente, representa un elemento infaltable dentro de la dieta del oficinista.
Según un artículo publicado en la Revista Cenicafé, “la especie, la madurez, la fermentación, el secado, el almacenamiento, la tostación y el método de preparación de la bebida influyen en la composición química y en la calidad del sabor, acidez, cuerpo, amargo, dulzor y aromas de una taza de café”.
En ese sentido, en función del tipo de café y cómo se prepara, tendrá una variación en sus efectos para el organismo. Si bien algunos estudios asocian el consumo de café con beneficios como su capacidad para estimular la concentración y mejorar la sensación de bienestar, otros le atribuyen consecuencias como insomnio, adicción y alteraciones en el sistema nervioso.
De acuerdo con un artículo publicado por la Universidad de Caldas titulado “El café y el colesterol alto en la sangre”, el café genera una serie de impactos en los niveles de colesterol del organismo, esto según su procedencia y tipo de preparación.
La versatilidad del café facilita que se pueda preparar de diferentes maneras. Por ejemplo, uno de los métodos más populares consiste en filtrar a presión el agua caliente por el grano molido, dando como resultado el café expreso.
Por otro lado, figura el café instantáneo, el cual es preparado a partir de un grano tratado especialmente para que se diluya rápidamente en líquidos como agua o leche caliente.
El portal español El Diario cita un estudio que concluye cómo el consumo de café hervido produce después de nueve semanas alrededor de un 10% de aumento de los niveles plasmáticos de colesterol total”. Es decir que consumir café sí tendría un efecto directo en el aumento de colesterol.
En relación con este hallazgo, otros estudios han encontrado que la gran mayoría de las bebidas de café contienen una molécula llamada cafestol, la cual actúa como un elevador del colesterol,.
De hecho, el artículo publicado por la Universidad de Caldas explica que “entre los diterpenos presentes en el café se encuentran el cafestol y el kahweol (este último, con mayor presencia en el café arábica), reconocidos por su papel hipercolesterolémico en dependencia del método de preparación del café que se utilice”.
Asimismo, agrega que el contenido químico responsable del efecto hipercolesterolémico puede ser contrarrestado con el método de preparación y por el contenido de fibra dietaria de la alimentación de cada persona.
“El cafestol eleva el colesterol sanguíneo más que el kahweol (9, 12, 13). Ambos componentes son extraídos mediante agua caliente pero son retenidos, en más de la mitad, si se utiliza un filtro de papel en la preparación del café”, señala el estudio de la Universidad de Caldas.
¿Cómo preparar el café?
Según explica el artículo publicado por la Universidad de Caldas, la clave estaría en la preparación. Por ejemplo, el café hervido escandinavo (hervido y no filtrado), el café turco (o griego, preparado haciendo hervir en agua el café molido muy finamente, tres veces), el café francés prensado (cafetiere o prensa francesa, de cafetera) y el café en infusión o al estilo hervido en olla sin filtro contienen niveles relativamente altos de cafestol y kahweol (6-12 mg/taza).
Esto se debe a que el proceso de filtración reduce las cantidades de cafestol y kahweol, los lípidos presentes en el aceite derivado de los granos de café. “Por el contrario, el café filtrado con papel, percolado e instantáneo contienen niveles más bajos de cafestol y kahweol (0,2 – 0,6 mg/taza); a pesar de que las concentraciones de diterpenos son relativamente altas en el café expreso, la pequeña porción que se sirve lo hace una fuente intermedia de cafestol y kahweol (4,0 mg/taza) (14-16)”, agrega el articulo citado.