Vida Moderna
Colesterol elevado: las señales que se manifiestan en la cara
Las cantidades excesivas de colesterol malo pueden ser nocivas para la salud.
Los niveles de colesterol en la sangre configuran un tema que suele preocupar a muchas personas. Durante los exámenes de rutina es común que los médicos indaguen por la cantidad de esta sustancia en el organismo, por eso es importante comprender qué papel juega en la salud general del ser humano.
De acuerdo con información del Instituto Nacional de Salud de Estados Unidos (NIH, por sus siglas en inglés), el colesterol es una sustancia cerosa que el cuerpo necesita para funcionar correctamente y gozar de buena salud, sin embargo, es necesario que corresponda a cantidades adecuadas.
El riesgo está en que los niveles poco saludables de colesterol pueden derivar en múltiples problemas para el organismo. En vista de que esta sustancia se encarga de transportar lipoproteínas (partículas compuestas por proteínas y grasas), es clave diferenciar entre sus dos categorías:
- Lipoproteína de baja densidad (LDL), también denominada colesterol “malo”.
- Lipoproteína de alta densidad (HDL), también denominada colesterol “bueno”.
Cuando el colesterol LDL -o malo- adquiere niveles altos deriva en la acumulación de placa en los vasos sanguíneos. En consecuencia, se genera una especie de taponamiento de grasa que, a su vez, aumenta el riesgo de sufrir un ataque al corazón, derrame cerebral u otras complicaciones de salud.
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Por su parte, los niveles altos de colesterol HDL -o bueno- pueden reducir el riesgo de sufrir problemas de salud. “El colesterol HDL transporta el colesterol y la placa acumulada en las arterias hasta el hígado, para que pueda ser eliminado del organismo”, anota el NIH.
Señales que se manifiestan en el rostro
De acuerdo con información de la enciclopedia médica MedlinePlus, por lo general, no hay signos o síntomas característicos que alerten sobre niveles de colesterol altos. En tal virtud, anota que resulta necesario llevar a cabo un análisis de sangre para obtener una medición precisa.
La frecuencia con que las personas debería realizarse estos exámenes de rutina depende de la edad, factores de riesgo e historia familiar. La fuente consultada comparte las siguientes recomendaciones:
- La primera prueba debe ser entre los nueve y once años.
- Los niños deberían hacerse la prueba nuevamente cada cinco años.
- Los adultos más jóvenes deben hacerse la prueba cada cinco años.
- Los hombres de 45 a 65 años y las mujeres de 55 a 65 años deben hacérsela cada uno a dos años.
Ahora bien, frente a las señales en el rostro, el portal Medical News Today sostiene que, en casos raros, los niveles altos de colesterol pueden causar síntomas en la cara, incluyendo manchas amarillentas o protuberancias en los párpados medio-superior e inferior.
“Las personas con colesterol alto o triglicéridos altos, también llamados hiperlipidemia, pueden mostrar síntomas faciales. Por ejemplo, algunas personas con hiperlipidemia pueden desarrollar parches amarillentos indoloros, suaves a firmes o protuberancias en los párpados llamadas xantelasmas”, precisa el citado portal.
El colesterol alto también puede dar paso a la aparición de un anillo gris en el ojo denominado arco corneal. Sin embargo, es clave entender que la única manera de saber si los niveles de colesterol están por encima de lo normal es realizando un examen de sangre.
En ese orden de ideas, si bien el colesterol alto ha sido asociado a algunas señales estéticas en el rostro, estas no deben entenderse como único indicador, pues también podrían estar relacionadas con otras afecciones.
Dicho esto, lo mejor es acudir a un profesional de la salud para establecer un diagnóstico preciso y, en función del mismo, definir el tratamiento adecuado.
¿Cómo regular el colesterol naturalmente?
Los niveles de colesterol están directamente relacionados con la salud general del ser humano. En consecuencia, es importante mantenerlo dentro de parámetros saludables.
Para ello, MedlinePlus sugiere adoptar un estilo de vida saludable para el corazón, incluyendo una alimentación saludable, controlando el peso corporal y realizando ejercicio con regularidad.