La alimentación es un aspecto esencial para el cuidado de la salud.
La alimentación es un aspecto esencial para el cuidado de la salud. | Foto: Getty Images

Vida Moderna

Colesterol elevado: los alimentos que se deben restringir en la dieta

El colesterol elevado puede poner en riesgo la salud de las personas.

18 de agosto de 2022

El colesterol elevado es una afección que pone en riesgo la salud cardíaca. Esta sustancia, que se encuentra en la sangre, puede causar afecciones de salud, que incluyen accidentes cerebrovasculares, enfermedad de las arterias coronarias y ataques cardíacos.

“Si sus niveles en sangre se elevan producen hipercolesterolemia. Está demostrado que las personas con niveles de colesterol en sangre de 240 tienen el doble de riesgo de sufrir un infarto de miocardio que aquellas con cifras de 200″, indica la Fundación Española del Corazón.

Una alimentación equilibrada es un factor clave para disminuir el colesterol elevado en la sangre. Medline Plus, sitio web de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, señala algunos consejos claves para tener en cuenta si se desea regular esta sustancia. Es importante seguir las recomendaciones médicas para evitar complicaciones de salud.

En primer lugar es importante moderar el consumo de sal. De acuerdo con la Biblioteca el máximo debe ser 2.300 miligramos, lo que equivale a una cucharada pequeña de sal al día. Se debe tener en cuenta toda la sal que se consume de diferentes formas, como la sal que se agrega a la preparación de las comidas y la que está presente en los productos.

Sobre esto Medline Plus aclara que “Limitar la sal no reducirá el colesterol, pero puede bajar el riesgo de enfermedades cardíacas al ayudar a reducir la presión arterial”. Mayo Clinic brinda algunas recomendaciones sobre cómo limitar su consumo:

  • Consumir alimentos frescos: las frutas y verduras se caracterizan por su contenido bajo de sodio. Los expertos recomiendan consumir carne fresca, en vez de ingerir aquellas conservadas, como las salchichas y el jamón.
  • Verificar que las carnes congeladas no estén preparadas con soluciones que contengan sodio. Asimismo, al momento de comprar alimentos procesados, elegir aquellos que tengan la etiqueta “bajo contenido de sodio”. Evitar elegir productos que ya vengan sazonados.
  • Reemplazar la sal con otras opciones: aunque la sal es una de las más utilizadas para sazonar las comidas, se puede reemplazar usando hierbas frescas o secas, especias o el jugo de cítricos. Sería mucho más saludable eliminar por completo la sal en la preparación de algunas comidas como sopas, caldos, etc.

En segundo lugar es importante moderar el consumo de alcohol, debido a que este contribuye a incrementar el peso. Y cabe resaltar que el sobrepeso es uno de los factores de riesgo para tener niveles elevados de colesterol en la sangre.

“Demasiado alcohol también puede aumentar su riesgo de enfermedades del corazón, porque puede elevar su presión arterial y el nivel de triglicéridos”, agrega Medline Plus.

En tercer lugar se debe tener cuidado con las grasas que se incluyen en la alimentación diaria. Se deben elegir grasas saludables y restringir la saturada y trans.

La grasa saturada es perjudicial para la salud pues es uno de los factores que más incrementa el colesterol malo en la sangre. Los alimentos que la incluyen son los productos lácteos, chocolate, productos horneados, fritos y alimentos procesados.

Sobre esa misma línea la grasa trans, además de aumentar el colesterol malo, disminuye el colesterol bueno. Algunos de los alimentos que lo incluyen son la margarina, galletas saladas, entre otros.

Para reemplazar estas grasas, especialmente para preparar los alimentos el aceite de oliva es una gran opción. “Puedes saltear verduras en aceite de oliva, añadirla a una marinada o mezclarla con vinagre como aderezo para ensaladas. También puedes utilizar el aceite de oliva como sustituto de la mantequilla para untar la carne o como salsa para aderezar el pan”, recomiendan los expertos de Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación.