Salud
Colitis nerviosa: los síntomas a los que se debe prestar atención
Este síndrome es un trastorno funcional en el que el intestino grueso no funciona de manera correcta.

Por lo general, las actividades diarias que generan nerviosismo, un estilo de vida agitado, el estrés laboral y una mala alimentación, son los principales factores que derivan diferentes patologías. Una de las más frecuentes es el síndrome del intestino irritable o, como también se le llama, colitis nerviosa.
De acuerdo con varios expertos, este síndrome es un trastorno funcional en el que el intestino grueso no funciona de manera correcta. En este caso específico, los nervios y músculos en el intestino son muy sensibles y, por lo general, pueden contraerse demasiado cuando se ingiere un alimento. Estas contracciones fuertes pueden causar dolor cólico y diarrea durante o poco después de una comida.
El portal Salud 180 consultó a Antonio de León, gastroenterólogo de Hospitales Ángeles Metropolitano, quien detalló que la colitis nerviosa se genera por una alteración de tipo neurológico, porque el colon se mueve de una forma más enérgica, lo que produce los siguientes síntomas:
- Cólicos fuertes
- Estreñimiento
- Diarrea
- Sensación de pujo
- Mucosidad alrededor de las heces
- Mayor fuerza de evacuación al momento de iniciar la evacuación
- Inflamación abdominal, que es generada por la acumulación de los gases.
- Pérdida de peso sin razón
- Eructos excesivos
“Distensión, heces con sangre, escalofríos, ganas constantes de tener deposiciones, deshidratación, diarrea, fiebre”, serían otros síntomas de esta enfermedad, según recoge el portal Medline Plus, afirmando que además de los dolores de estómago, también se presentaría la fiebre por infección, así como la sangre en las deposiciones.
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Esta afección también genera una serie de síntomas no gastrointestinales como depresión, ansiedad, insomnio, dolor abdominal durante la actividad sexual, incremento en la frecuencia urinaria y dificultad para respirar.
Causas de la colitis nerviosa
Con frecuencia, este síndrome se ocasiona debido a varios factores de riesgo como el estrés en el hogar, conflictos emocionales, el consumo de alimentos altos en grasas animales, leche y sus derivados, así como alimentos picantes e irritantes.
Al parecer, las infecciones por virus o parásitos, una intoxicación bacteriana por el consumo de algún alimento, también serían algunas de las causas de esta afección, según recoge el portal de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, Medline Plus, que a su vez agregó que otros tipos de colitis también pueden resultar agravando la enfermedad, como la colitis ulcerativa, la falta de flujo sanguíneo, la enfermedad de Crohn, una infección por Clostridium difficile, entre otros.
Ante este panorama, a las personas que se han diagnosticado con esta enfermedad, el médico especialista debe realizar una exploración física e histórica clínica minuciosa, para considerar todos los factores que llevaron a diagnosticar esta enfermedad. Después de ello, se realizarán varios estudios, entre ellos:
- Estudios de sangre, orina y materia fecal para descartar alguna alteración en los órganos.
- Radiografía abdominal y ultrasonido, con el fin de corroborar que los órganos estén dentro de las medidas y la ubicación normal.
- Colonoscopia.
- TAC o RM abdominal para ampliar la evaluación de los órganos y las estructuras.
¿Cómo tratar la colitis nerviosa?
Principalmente, para tratar esta afección se recomienda consumir alimentos con un alto contenido de fibra, entre ellos las frutas frescas o deshidratadas, verduras, ya que estos ayudarían a regular la actividad intestinal, así como a eliminar los gases. “La manzana, plátano, peras, mandarinas, ciruelas, zanahorias crudas, espárragos, ejotes, higos, y frutas deshidratadas, entre otros”, afirmó el portal mexicano El Excelsior.
Del mismo modo, la papaya y el agua son otros alimentos que ayudan al mejorar la actividad intestinal y evitar las infecciones. Varios expertos coinciden que además de una alimentación balanceada, se debe evitar la ingesta de bebida alcohólica, café y tabaco, tener un peso adecuado, comer despacio y no saltarse ninguna comida del día y realizar alguna actividad física que sea de su agrado al menos tres veces por semana durante 40 minutos.