Colombia tiene problemas de peso

Desde 2006, cuando el país comenzó a realizar estudios serios para conocer el estado de la salud nutricional de sus habitantes, el sobrepeso y la obesidad han ido en aumento. Ese año la investigación, conocida como encuesta de situación nutricional (Ensin), mostró que 45.9 por ciento de la población tenía sobrepeso u obesidad. En 2010, estas cifras aumentaron a 51,2 por ciento en 2015, el porcentaje resultó mayor que los anteriores: 56,4 por ciento.

La siguiente encuesta ha debido realizarse este año, pero con la declaración de pandemia el país y el mundo tuvieron que volcar sus energías en atender esta emergencia. Por esta razón y ya en octubre, nadie cree que esto se vaya a hacer. Sin embargo, los expertos opinan que la tendencia podría no haberse revertido y hoy podríamos estar en cerca del 60 por ciento de obesidad y sobrepeso.

Esto sin contar el impacto que ha tenido la cuarentena en los hábitos de alimentación y ejercicio de la población. Ante esta situación inesperada muchos creen que todos los avances que la gente había realizado para tener el peso en cintura se perdieron. “En este momento la prevalencia de muchas enfermedades crónicas debe haber aumentado. Y más en sobrepeso y obesidad y eso es lo que estamos viendo en consulta. Por eso la encuesta es importante realizarla”, dice Diego Fernando Ocampo, especialista en medicina familiar con estudios de calidad y gestión en salud en las universidades de Harvard y Johns Hopkins.

Aunque no hay datos exactos en Colombia, un sondeo hecho en Estados Unidos con 2.000 adultos puede servir de guía. En esa encuesta 76 por ciento de los participantes ganaron más de 7 kilos entre marzo y julio. La cuarentena, el cierre de los gimnasios, la ansiedad ante el covid-19 han cambiado los hábitos de todos, según el estudio.

Este panorama evidencia un problema serio debido a que la obesidad y el sobrepeso son una enfermedad y un factor importante de riesgo en la aparición de muchas dolencias de alto costo para el sistema de salud y además de eso letales, como la hipertensión, la diabetes tipo 2, el infarto, la insuficiencia renal, la enfermedad cardiovascular, y al menos 8 tipos de cáncer. Eso tiene un peso en el sistema de salud en términos económicos pues, según algunos cálculos, no atender esa enfermedad le cuesta al país 7 billones de pesos cada año.

Pero más importante aún es que puede llevar a la muerte. Un índice de masa corporal alto se asoció a 4 millones de fallecimientos en 2015. Y ahora también es un factor de riesgo de covid-19 severo. Resulta preocupante si se tiene en cuenta que solo basta tener sobrepeso para tener ese riesgo, según los más recientes estudios. Esto se debe a que los pacientes con sobrepeso tienen una alta expresión de una proteína conocida como ACE2 que es la misma que usa el virus para entrar a la célula, replicarse y producir la enfermedad. “No es lo mismo tener en una célula 10 unidades de ACE2 a 100. En este último caso el virus entra con mayor facilidad”, dice Ocampo.

Además, los pacientes con sobrepeso y obesidad tienen un proceso inflamatorio crónico lo que hace que su respuesta inmunológica no sea la adecuada. Y encima de eso, los pulmones de estos pacientes no tienen la misma capacidad de responder ante el impacto del virus en las vías respiratorias.

La obesidad es hoy considerada en el mundo como una enfermedad que es provocada por la acumulación de grasa perjudicial para la salud. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) desde 1975 sus casos se han triplicado en casi todos los rincones del mundo, al punto que en 2016 se calculó que más de 1.900 millones de personas mayores de 18 años tenían sobrepeso y de esos, 650 millones viven con obesidad. La misma entidad dijo en 2016 que había 340 millones de personas entre 5 y 18 años con sobrepeso u obesidad. En esta etapa el exceso de peso puede llevar a problemas de salud en la adultez.

Ante este panorama el país debe hacer algo al respecto pues saber cuánto pesan los colombianos y su situación nutricional es crucial para establecer las políticas y las estrategias para mejorar dicha condición. “Si la obesidad bajó, el dinero para obesidad podría invertirse en otra enfermedad, pero si aumentó y estamos en el 60 por ciento de obesidad y sobrepeso la estrategia debería ser de obligatorio cumplimiento. Por eso es tan importante”, señala Ocampo.

Lo más probable es que haya aumentado. Al menos eso es lo que observan muchos médicos en pacientes que estaban controlados en su enfermedad, pero con el aislamiento preventivo, los malos hábitos e inactividad muchos no han podido bajar de peso y quienes antes no lo estaban hoy si cumplen con el criterio para sobrepeso y obesidad. A esto le llaman el daño colateral del covid y se ha observado en todos los pacientes con enfermedades crónicas.

Solo el hecho de que los niños no están yendo al colegio es un factor preocupante porque ellos recibían alimentos balanceados en estas instituciones, pero en las casas puede ser que estén comiendo mal y haciendo menos ejercicio. “Es muy probable que haya aumentado la ingesta de carbohidratos y disminuido la de frutas”, dice el experto.

Ahora que pasó el aislamiento hay mucho por hacer. La gente, por un lado, debe entender que la salud es de cada cual, y por eso hay que hacer un llamado a cuidarse, lo cual implica comer saludable y balanceado y hacer ejercicio. Pero el gobierno, a pesar de la emergencia por la pandemia, debe saber que el sobrepeso y la obesidad no pueden tomar ventaja pues de ser así, cuando finalmente se controle la pandemia, encontrará un país con un aumento en el índice de enfermedades de alto costo como la diabetes, la hipertensión y problemas articulares producto de no controlar el peso.