SALUD
Coma diabético: las prácticas recomendaciones para evitarlo
La diabetes es una enfermedad crónica que implica la modificación de estilos de vida, una alimentación adecuada, ejercicio físico y la ingesta de medicamentos.

El coma diabético se define como una complicación de la diabetes en la que, si se alcanza un nivel muy alto de azúcar en la sangre (hiperglicemia) o uno demasiado bajo (conocido como hipoglucemia), se pueden presentar resultados fatales.
Algunos de los síntomas que indican que un paciente puede estar a punto de presentar un coma son: sed excesiva, nivel de azúcar en la sangre por encima de 600 miligramos por decilitro (mg/dl), boca reseca, piel caliente y seca que no transpira, fiebre alta, somnolencia, confusión, pérdida de visión, alucinaciones y debilidad en un lado del cuerpo, asegura el portal Geosalud.
Se trata de una afección que suele presentarse en personas con diabetes tipo 2, pero también se puede dar en aquellas que no han sido diagnosticadas con esta enfermedad o en otras que no han podido controlarla.
Esta es una enfermedad crónica que implica la modificación de estilos de vida, una alimentación adecuada, ejercicio físico y consumo de medicamentos que permitan mantener controlados los niveles de glucosa en la sangre.
Realizar el adecuado seguimiento a los niveles de azúcar y estar atentos a los síntomas de alerta como los mencionados, por parte de pacientes, familiares o cuidadores, puede salvar la vida de quien se enfrenta a esta condición médica, asegura un artículo de la revista Diabetes.
Ante la gravedad que representa para la salud un coma diabético, hay algunas recomendaciones que pueden ayudar a prevenirlo.

- Respetar el plan de alimentación. La alimentación es parte fundamental del control de la diabetes y contribuye a retrasar o evitar la aparición de complicaciones. Estos pacientes deben ingerir entre tres y cinco comidas, según características personales y pauta de tratamiento. Lo ideal es tomar desayuno, comer a media mañana, almorzar, consumir una merienda en la tarde y cenar, evitando comidas con una alta cantidad de carbohidratos, ya que pueden generar incremento en los niveles de glucosa, advierte la Fundación para la Diabetes Novo Nordisk, de España.
- Estar atento al nivel de azúcar. Las pruebas frecuentes de azúcar pueden alertar sobre los niveles demasiado altos o bajos. Es importante controlar con más frecuencia si la persona ha realizado ejercicios, ya que esto puede hacer que baje el nivel de azúcar en la sangre, indica el instituto Mayo Clinic.
- Tomar los medicamentos de la forma indicada. Si la persona tiene episodios frecuentes de niveles altos o bajos de azúcar debe informar al médico, pues es probable que sea necesario ajustar la dosis o el horario en que se toma el medicamento.
- Fuentes de azúcar de acción rápida. Si la persona recibe insulina para tratar la diabetes, es importante tener disponibles fuentes de azúcar de acción rápida, como tabletas de glucosa o jugo de naranja, para regular el nivel bajo de glucosa.
- Capacitación a familiares y amigos. Enseñar a los familiares y demás personas del entorno a reconocer los signos y síntomas tempranos de los niveles extremos de azúcar en la sangre, es importante, pues de esta manera sabrán cómo actuar si se presentan síntomas que puedan evidenciar complicaciones.

- Mantener una hidratación adecuada. Las personas con diabetes tienen un mayor riesgo de deshidratación porque un nivel elevado de glucosa en sangre provoca que los riñones intenten eliminarla en forma de orina. Por esta razón, estos pacientes suelen tener más sed cuando se produce una hiperglucemia. La recomendación es ingerir agua pura de manera permanente para evitar picos altos de azúcar.
- Practicar ejercicio de forma regular. La práctica de actividad física es uno de los pilares fundamentales del tratamiento de la diabetes y previene las complicaciones asociadas. Sus beneficios se producen a muchos otros niveles: mejora las cifras de tensión arterial, de colesterol y la función cardiovascular. El tipo de ejercicio y la intensidad deben adaptarse a la edad y la condición física de cada persona que padece de diabetes.