Vida Moderna
Comer tarde en la noche puede hacer que se tenga más hambre, según expertos
Ingerir alimentos en las últimas horas del día tiene efectos profundos sobre el hambre y las hormonas reguladoras del apetito.
Tan solo en Europa, la obesidad produce más de 1,2 millones de muertes al año, lo que se traduce en el 13% de todos los fallecimientos, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Por su parte, el sobrepeso afecta aproximadamente al 42% de la población adulta de Estados Unidos y es el detonante de enfermedades crónicas como diabetes, cáncer y otras afecciones.
Con estas cifras, pocos estudios han investigado los efectos de comer tarde en la noche. No obstante, un estudio publicado en Cell Metabolism reveló que hacerlo puede afectar las hormonas del hambre, el metabolismo y el almacenamiento de grasa.
El estudio concluyó que aquellos que cenaban tarde tenían el doble de probabilidades de tener hambre, sumado a que tenían niveles más bajos de leptina, una hormona que indica saciedad después de comer.
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Así mismo, se descubrió que quemaron casi 60 calorías menos cada día, comparado con el otro grupo.
Así mismo, se determinó que el comer tarde puede acelerar los procesos celulares para almacenar grasa y ralentizar los procesos asociados con la quema de la misma.
¿Qué comer en la tarde para no engordar?
Para muchas personas conseguir adelgazar no es solo una cuestión estética, sino de salud. Mantener un peso saludable es muy importante, pues puede presentarse sobrepeso u obesidad, lo que a su vez desencadena una serie de enfermedades no transmisibles.
Entre las enfermedades asociadas a una acumulación anormal o excesiva de grasa en el cuerpo están las enfermedades del corazón, ataques al cerebro o accidentes cerebrovasculares, o diabetes tipo 2, según explica la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Aunque es natural que toda persona que desea bajar de peso quiera hacerlo rápidamente, es importante tener en cuenta la contextura de cada individuo. Para lograrlo, es indispensable hacer ejercicio regularmente y seguir una alimentación balanceada que permita alcanzar el peso ideal.
La mejor forma es ir modificando los hábitos y estilos de vida que ya se tienen, haciendo pequeños cambios cada día hasta que estos pasen a formar parte de la rutina diaria. Por ejemplo, es posible tener en cuenta aquellos alimentos que se comen en la tarde entre comidas.
El comer entre horas puede ser uno de los mayores riesgos de la dieta pues, en algunos casos, los productos consumidos son altos en calorías o grasas poco saludables que no son beneficiosos para el cuerpo y además, dificulta el proceso de pérdida de kilos.
Teniendo en cuenta lo anterior, el portal especializado Runner’s World listó algunos alimentos que “además de saciarte, te ayudarán a no engordar” si se consumen entre comidas:
1. Queso cottage: es un queso que un deportista seleccionaría para formar músculos, ya que sus proteínas son de alto valor biológico y esto asegura alta absorción. Además, es saciante, por lo que se consumen menos porciones en las comidas principales.
2. Manzanas: una de las razones para consumir manzana es para perder peso. Esta fruta produce en el cuerpo una sensación de estar saciado, por lo que disminuye el consumo de más alimentos. Esta saciedad se genera gracias a la pectina, una sustancia que se encuentra en la pulpa de la manzana.
3. Espinacas: según el portal Healthline, un estudio realizado por la Universidad de Lund en Suecia demostró que un extracto de espinaca que contiene membranas de hojas verdes llamadas tilacoides que disminuyen los antojos de hambre hasta en un 95 % y aumentan la pérdida de peso en un 43 %.
4. Frambuesas: diversos estudios afirman que este alimento ayuda a mantener el hambre a raya. También, como otros frutos rojos, constituye una fuente concentrada de fibra alcanzando en este caso poco más de un 6 %.
5. Huevos: el valor nutricional de este alimento puede ser aprovechado dentro de una dieta para adelgazar, de acuerdo con Tua Saúde. Entonces, la denominada “dieta del huevo” consiste en incluir de dos a cuatro huevos -como máximo- en las comidas, cada día, durante máximo dos semanas.