Vida Moderna
¿Cómo afecta la vitamina B12 al hígado?
Este nutriente es fundamental para reducir el hígado graso, ya sea de corte alcohólico o no.
Una de las complicaciones más comunes del hígado es la condición grasa. ¿Cuáles son sus consecuencias? Antes de ahondar en la enfermedad, hay que tener en cuenta que el hígado graso es la acumulación anómala de grasas al interior de las células.
Con base a la información de Manual MSD, los pacientes con hígado graso pueden sentirse cansados o tener malestares abdominales leves, pero conservar en un principio todos los demás síntomas en reposo. No obstante, es una enfermedad a la cual hay que prestarle atención, debido a que es el detonante para el desarrollo de enfermedades hepáticas avanzadas.
Para confirmar el diagnóstico, los expertos necesitan practicarle a los pacientes una biopsia hepática. Si bien este procedimiento permite saber a ciencia cierta el estado del hígado, son igual de importantes los antecedentes de las personas, concretamente aquellos relacionados con sus hábitos de vida.
Dependiendo de ello, en cada persona el desarrollo de la enfermedad es relativo. Por un lado, puede que el hígado no se inflame, pero en algunos pacientes esto si ocurre. ¿Qué implica ello? Cuando éste órgano aumenta su volumen, el organismo queda vulnerable ante esteatohepatitis, fibrosis o cirrosis. Cualquiera de los tres tipos radica en un daño grande en el tejido de los hígados, afectando por ende las células hepáticas.
El hígado graso puede presentarse por dos formas. Bajo la experticia de Medline Plus, se sabe que la primera es de corte alcohólico. Como su nombre lo menciona, la causa radica en la ingesta inadecuada de licor. Esta enfermedad es frecuente en aquellas personas con cuadros de alcoholismo.
Por otro lado, está el hígado graso no alcohólico, el cual ocurre por malos hábitos alimenticios, principalmente por el consumo de sustancias dañinas, tales como los que son carentes de vitaminas, ultra procesados, excesivos en azúcar o altos en colesterol. Cuando su ingesta se vuelve habitual, paulatinamente el hígado se ve obligado en la necesidad de forzarse para eliminar los residuos.
Los tratamientos para combatir el hígado graso son relativos. Dependiendo de la raíz del problema y el grado de desarrollo que tengan, es necesario aplicar ciertos procedimientos. En el peor de los casos, una intervención quirúrgica es el único camino para darle alivio a los pacientes.
Por suerte, gran parte de los casos pueden intervenirse sin la necesidad de someterse a un procedimiento médico de esa índole. Así como los malos hábitos son la respuesta a la enfermedad, modificarlos por unos saludables corresponden al modo para recuperar el hígado.
Uno de los nutrientes necesarios para este propósito es la vitamina B12, la cual obligatoriamente debe estar a lo largo de toda la dieta. Los investigadores autores del informe ‘La vitamina B 12 y el folato disminuyen la inflamación y la fibrosis en NASH al prevenir la homocisteinilación de la sintaxina 17′ dieron a conocer los beneficios de este compuesto para la salud hepática.
Los expertos demostraron que la suplementación de vitamina B12 mezclada con folato restablece el proceso celular esencial del hígado (autofagia), por lo que las células recuperan su vitalidad. Además, los resultados apuntan a que complementar la dieta en los modelos preclínicos con vitamina B12 y ácido fólico aumenta los niveles de sintaxina 17 en el hígado, restablece su función en la autofagia, ralentiza la progresión de la EHNA y revierte la inflamación y la fibrosis del hígado.