Vida moderna
¿Cómo alimentarse para lubricar las articulaciones naturalmente?
Es importante tener una alimentación balanceada y ejercitarse regularmente.
Las articulaciones son los puntos donde se unen dos o más huesos (hombros, codos, caderas, rodillas, nudillos). De acuerdo con los expertos de Medline Plus, sitio web de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, las articulaciones incluyen tejidos blandos como cartílagos, tendones y ligamentos.
“El cartílago es el tejido flexible, duro y resbaladizo que cubre los extremos de los huesos en una articulación. Los tendones son bandas resistentes y flexibles que conectan los músculos con los huesos para que pueda mover las articulaciones. Los ligamentos conectan los huesos de la articulación entre sí para mantenerlos estables cuando se mueve”, detalla la Biblioteca.
Es importante tener un estilo de vida saludable para mantener articulaciones sanas. Muchas enfermedades pueden dañarlas y causar dolor crónico, como la artritis.
Alimentación saludable
Mejor con Salud, portal especializado en cuidado personal, explica que es relevante mantenerse hidratado. Esto contribuye a que los cartílagos tengan una buena lubricación para moverse óptimamente.
Tendencias
Las Academias Nacionales de Ciencias, Ingeniería y Medicina de Estados Unidos señalan un aproximado sobre la cantidad diaria de ingesta de líquidos para las personas, según su sexo: alrededor de 3,7 litros para los hombres y de 2,7 litros para las mujeres.
Las proteínas son fundamentales para el fortalecimiento de las articulaciones. “Nos ofrecen aminoácidos capaces de generar y regenerar nuevos tejidos y fortalecer los ya existentes. ¿Cómo puedes conseguirlas? Los vegetales pueden aportarte una dosis maravillosa de proteínas: espinacas, col, semillas de chía, algas espirulina, garbanzos y lentejas, quínoa”, destaca el sitio web.
Las vitaminas A, C y D también son importantes. La primera se caracteriza por ser un componente muy beneficioso para cuidar los tejidos. La segunda, por ser rica en antioxidantes, ayuda a combatir los efectos de los radicales libres y a estimular la producción de colágeno (esencial para regenerar los cartílagos). La tercera, por su función en la formación de huesos y cartílagos.
Pueden encontrarse en los siguientes alimentos:
Vitamina A: zanahoria, calabaza, pimentones, tomate, melón, etc.
Vitamina C: jugo de naranja o de limón, kiwi, etc.
Vitamina D: salmón, sardinas en lata, atún enlatado en aceite, huevos, etc.
Actividad física
Realizar actividad física regularmente es otro de los factores clave para prevenir o retrasar los problemas en las articulaciones. El ejercicio ayuda a fortalecer los músculos que están alrededor de las articulaciones y contribuye a mejorar su funcionamiento.
Al tiempo, ejercitarse tiene múltiples beneficios para la salud física y mental. La Organización Mundial de la Salud (OMS) los señala:
- La actividad física tiene importantes beneficios para la salud del corazón, el cuerpo y la mente.
- La actividad física contribuye a la prevención y gestión de enfermedades no transmisibles, como las enfermedades cardiovasculares, el cáncer y la diabetes.
- La actividad física reduce los síntomas de la depresión y la ansiedad.
- La actividad física mejora las habilidades de razonamiento, aprendizaje y juicio.
- La actividad física asegura el crecimiento y el desarrollo saludable de los jóvenes.
- La actividad física mejora el bienestar general.
Enfermedad de las articulaciones
Artritis
La artritis es un trastorno inflamatorio crónico que puede afectar las articulaciones y, en algunas personas, puede dañar distintos sistemas corporales, incluida la piel, los ojos, los pulmones, el corazón y los vasos sanguíneos.
Además, esta enfermedad es un trastorno autoinmunitario que ocurre cuando el sistema inmunitario ataca por error los tejidos del cuerpo, de acuerdo con Mayo Clinic.
Esta entidad, sin ánimo de lucro, también explicó en su página web que la artritis reumatoide afecta el revestimiento de las articulaciones y causa una dolorosa hinchazón que puede finalmente causar la erosión ósea y la deformidad de las articulaciones.
Algunos síntomas de esta enfermedad son:
- Articulaciones sensibles, calientes e hinchadas.
- Rigidez articular que generalmente empeora por las mañanas y después de la inactividad.
- Cansancio, fiebre y pérdida del apetito.