¿Cómo lidiar con el guayabo?

Dolor de cabeza, sed insaciable, náuseas, cansancio y hasta sentimientos de culpa, son las manifestaciones más comunes después de haber bebido de más. A ese grupo de síntomas los conocemos como guayabo, “que es la respuesta del organismo al efecto del alcohol. Aparece cuando se toma en exceso y las funciones del cuerpo empiezan a verse afectadas”, explica la médico Melissa Montoya. El alcohol deshidrata el organismo y el hígado debe hacer un sobreesfuerzo para poder procesarlo.

Varios procesos del cuerpo se alteran al beber demasiado. Por ejemplo, el ritmo cardiaco cambia, el estómago se irrita, los niveles de azúcar en la sangre disminuyen, lo que provoca la sensación de cansancio y debilidad. Para combatir este síndrome no hay una receta exacta, aunque los científicos se esfuerzan por encontrarla. Pero, hay una serie de recomendaciones que se pueden tomar en cuenta para combatir la resaca.

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La primera recomendación es hidratarse antes, durante y después de beber. Ésa es la clave para evitar una resaca fuerte y mantener el organismo con suficiente hidratación. Para evitar una borrachera, “lo que se puede hacer es intercalar los tragos con agua. Así se puede disminuir la velocidad con la que el organismo absorbe el alcohol”, dice Montoya y para manejar la resaca del día siguiente, conviene “tomar unos cuatro vasos de agua antes de acostarse para que el hígado tenga más líquidos para operar mejor”, complementa.

Por otro lado, sea responsable y no se exceda bebiendo, pero si esa no es la idea, entonces tome de manera inteligente. Deje los tragos dulces y oscuros, como los cócteles, de lado porque la cantidad de azúcar es mayor y la mezcla con alcoholes que tienen procesos de fermentación diferente solo puede conducir a una borrachera más rápida y el guayabo será peor. Lo mejor es beber los tragos puros y los más claros.

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El dicho “no tomar con el estómago vacío”, hay que tenerlo muy en cuenta porque, efectivamente, esta condición permite que el alcohol se asimile más rápido. “Los alimentos con alto contenido de carbohidratos, grasas y proteínas son los precisos para contrarrestar la acción del licor”, dice Montoya. Para la mañana siguiente, el infaltable caldo de costilla o pollo ayuda a hidratar el cuerpo, a restablecer los líquidos y electrolitos en el organismo. “Antes de dormir, se podría consumir algo dulce para restaurar la glucosa en la sangre”, agrega la médica.

Para los que creen que tomar más alcohol la mañana siguiente para equilibrar el efecto de la borrachera, esto solo les sirve a los alcohólicos para manejar el efecto de la abstención. Cambie esa cerveza por suficiente descanso y en cuanto se sienta preparado haga ejercicio, trote o salga a caminar para oxigenar las células. Tomar café tampoco es buena idea porque puede incrementar el ritmo cardiaco.

Por otro lado, hay quienes toman medicamentos como acetaminofén para aliviar el dolor de cabeza, pero hay que evitarlo pues, explica Montoya, “la combinación con el licor puede tener un impacto negativo sobre el hígado y provocarle un daño”. Para manejar el dolor de cabeza, puede poner una bolsa de hielo durante unos diez minutos y quitarla durante otros diez y descansar.

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Tomar duchas de agua caliente y, durante el día, ir disminuyendo la temperatura, ayudará a quitar el sentimiento de cansancio y letargo. Y, si quiere evitar seguir todas estas recomendaciones, la próxima vez no beba tanto.