Salud
¿Cómo bajar de peso con una vida sedentaria?
La alimentación juega un papel importante en la pérdida de peso cuando no se hace ejercicio regularmente.
Para llegar al peso ideal es importante tener en cuenta la contextura de cada persona. De este modo, no se harán procedimientos que causen enfermedades en el organismo.
Sin embargo, la acumulación anormal o excesiva de grasa representa un gran riesgo para la salud del cuerpo humano y aumenta las posibilidades de padecer enfermedades cardiovasculares, trastornos de aparato locomotor y algunos tipos de cáncer, explica la Organización Mundial de la Salud.
No existe un peso perfecto para todas las personas. Para tener un peso saludable se deben tener en cuenta aspectos como el índice de masa corporal, el cual es la medida para conocer si una persona tiene sobrepeso u obesidad. Esta es una relación entre el peso y la talla, en la que se divide el peso de la persona en kilos por el cuadrado de su talla en metros (kg/m).
Para mantener un peso saludable, seguramente muchos de los lectores que han intentado, acudieron a dietas rápidas que llevan a un “sube y baja”, pero que favorecen la recuperación de los kilos perdidos, se pierde tiempo, esfuerzo y ánimo para seguir adelante.
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Así mismo, con la llegada de la pandemia muchas empresas recurrieron al trabajo en casa, lo que impulsó el sedentarismo y aumentó los índices de sobrepeso en el mundo.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el sedentarismo se encuentra entre los cuatro factores de mayor riesgo de muerte. Este mismo organismo afirma que entre 1980 y 2008 las tasas de obesidad en el mundo se han duplicado debido a este factor.
Este comportamiento y estos hábitos traen consigo consecuencias negativas como la diabetes, problemas cardíacos, dolor de espalda, problemas de visión o sobrepeso y obesidad.
Por lo anterior, el portal especializado, Psicología y mente, listó una serie de consejos con los que es posible perder peso mientras se está trabajando o en una situación de sedentarismo, casi, obligatoria:
- Aumentar el NEAT (Non-Exercise Activity Thermogenesis por sus siglas en inglés): esta se basa en acelerar el metabolismo a través de actividades cotidianas como la respiración, el caminar hasta el trabajo o subir las escaleras en vez de usar el ascensor. Otra opción es movilizarse en bicicleta hacía lugares asequibles.
- Hacer ejercicio de alta intensidad: si se realiza actividad física en la que se involucre levantamiento de pesas, es posible que, al llegar a trabajar, el cuerpo siga quemando calorías y además, logre regenerar tejidos dañados.
- Comer alimentos quema grasas: el cuerpo debe estar bien nutrido porque la actividad física o el trabajo exige que tengamos suficiente energía para llevar a cabo nuestras tareas. Por eso es bueno comer algunos alimentos naturales que nos ayudan a estar más saciados, aceleran el metabolismo y nos permiten quemar grasa por diferentes motivos.
- No consumir bebidas azucaradas: como parte de una alimentación balanceada es importante eliminar este tipo de líquidos pues contienen grasas perjudiciales para el organismo que provocan que el índice glucémico aumente. Lo anterior, hace que se tenga una mayor necesidad de comer.
- Llevar la comida de casa: para estar seguro de la procedencia de los alimentos es recomendable llevarlos al trabajo desde casa, de este modo se podrá medir, por ejemplo, la cantidad de calorías diarias consumidas.
- Comer cinco veces al día: esta recomendación se da con el fin de repartir las calorías aconsejadas para cada persona en cinco comidas durante la jornada. No todas deben ser porciones grandes, pequeñas meriendas entre las horas principales para alimentarse, son suficientes.