Vida moderna
¿Cómo bajarle al ritmo de vida acelerado?, aquí le explicamos
En el estrés se pueden generar condiciones propicias para la ansiedad y depresión.
En la actualidad las personas están sofocadas porque tienen que llevar el peso de una vida agitada, rápida y competitiva; tres factores que provocan presión. Muchos creen que el estrés está asociado directamente al trabajo, pero también puede haber agotamiento por problemas económicos o familiares.
Otra causa es estar pensando en todo momento, qué es lo que sigue, cómo hacer tal cosa, correr de un lado para el otro, e Incluso, a veces hay culpa en el momento de tomarse un tiempo libre; esos son síntomas de que una persona lleva una vida acelerada.
Es como si la creencia de productividad dominará la vida de las personas. Pero bajo ese estrés se pueden generar condiciones propicias para la ansiedad y depresión. Por tal razón, debe llevar todo con calma y para eso siga las siguientes recomendaciones:
- Identificar prioridades: Es importante que aprenda a identificar cuáles son las tareas que están por delante y jerarquizarlas, también debe hacerse estas preguntas: ¿esta tarea puede resolverse mañana?, ¿qué pasaría si dejo esta actividad para más tarde?, ¿existen consecuencias significativas al dejar esto para mañana?, ¿cuál es la urgencia de este asunto?, y por último, ¿alguien más depende de que realice esta actividad?.
Esas respuestas solo lo sabe usted y es su decisión si las cosas se pueden hacer en un ritmo más llevadero. Por ejemplo: recibir un correo de su jefe a las 11 de la noche, este tal vez puede ser contestado al otro día.
Tendencias
- Establecer límites: Las personas deben aprender a decir muchas veces no, saber delegar o pedir ayuda. Saber elegir es darle valor a aquellos momentos en los no se está interesado o no se quiere estar presente.
Según Mejor con Salud, estas frases se pueden practicar y sirven de manera asertiva: “Hoy no puedo ayudarte, pero me ofrezco para hacerlo otro día” o “no puedo resolverlo en este momento, pero podemos coordinarlo para otro momento”.
- Introducir pausas a lo largo del día: Es necesario parar unos minutos cuando el día está agitado, en donde puede hacer ejercicios de respiración o estiramientos. Esos momentos de descanso ayudan a estar más enfocados y prestar atención a otros aspectos de la vida. Vale la pena desconectarse 5 minutos de lo que se encuentra haciendo.
- Realizar ejercicio físico: Esta acción es una de las formas más completas para cuidarse, ya que libera el exceso de energía, protege el organismo y fortalece el sistema inmune. Pero también, quita el estrés y reduce el ritmo de vida acelerado.
El estrés despierta enfermedades
Al tener una vida acelerada puede traer consecuencia de estrés y sus principales señales es la dificultad para concentrarse y relajarse. Esto provoca ansiedad e irritabilidad. Además, puede detonar fuertes dolores de cabeza, malestares estomacales y alteraciones en el sueño. En un mismo modo, el estrés alto puede generar problemas en la alimentación e incluso, aumentar el consumo de bebidas alcohólicas.
De igual manera, es necesario destacar que uno de los problemas más grandes que causan los niveles altos de estrés es la elevación de los niveles de la presión arterial, lo cual puede detonar el surgimiento de una enfermedad relacionada con el corazón o incluso, puede ocasionar un ataque cardíaco.
“Cuando está bajo estrés, el cuerpo libera una oleada de hormonas. Estas hacen que el corazón lata más rápido y que los vasos sanguíneos se estrechen, lo que aumenta temporalmente la presión arterial”, explica Mayo Clinic, instituto internacional de investigación clínica.