¿Cómo cocinar el arroz para que contenga menos calorías?

El arroz, es reconocido por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, como el componente más importante del régimen alimentario humano en muchas regiones del mundo, y un cereal compatible con una alimentación sana.

Pues se conoce que contiene un gran aporte calórico debido a todos sus carbohidratos, confiriendo energía para el organismo y sus actividades, además aporta fibra y vitaminas del grupo B.

Sin embargo, ha sido satanizado a raíz su fama de “anti dieta”, un error persuadido por la mala información de las redes sociales, que ha llevado a muchas personas a prescindir de él en su dieta diaria para “evitar engordar”.

Por esta razón, algunos recomiendan sustituirlo por el coliflor o consumirlo en su versión integral. Sin embargo, según estudios, se conoce que el arroz blanco posee muchos nutrientes, su ingesta es positiva e incluso, tiene menos contaminantes que el de tipo integral al prescindir de la cáscara.

Según la Federación Española de Nutrición (FEN), 100 gramos de arroz suponen 380 calorías y casi toda su composición está conformada por hidratos de carbono, del cual el más presente en este cereal es el almidón, y la clave para su ingesta es precisamente el tipo de almidón que se consume.

En el arroz, encontramos dos tipos: el primero es el almidón digerible, el cual tiene un proceso rápido en el estómago, transformándose en glucosa y azucares simples y termina convirtiéndose en grasa, y el segundo es el almidón resistente, que puede permanecer intacto o tardar más en digerirse, fermentando en el colon y aportando menos calorías.

Sin embargo, a pesar que la glucosa y los azúcares simples que surgen del almidón digerible se utilizan al instante como energía, no todo se aprovecha, ya que una parte se transforma en glucógeno, una sustancia que se almacena en el hígado y en los músculos que puede volver a convertirse en glucosa, o transformase en grasa, provocando así el aumento de peso de su consumidor.

Los investigadores del American Chemical Society, con el objetivo de reducir el sobrepeso y obesidad en los países en desarrollo, hallaron un método sencillo para cocinar este delicioso cereal y poder reducir hasta el 60 % de su contenido calórico. El truco, consiste en aumentar la proporción de almidón resistente frente a la de digerible. A continuación te explicamos cómo preparar tu arroz para que contenga menos calorías:

El truco en cuatro sencillos pasos:

1. Añadir una cucharada de aceite de coco en agua hirviendo

2. Luego añadir media taza de arroz.

3. Hervir a fuego lento el cereal durante 40 minutos, o bien 20 o 25 minutos a fuego fuerte.

4. Por último, dejar enfriar el arroz durante 12 horas en la nevera antes de consumirlo.

Este proceso genera diez veces más almidón resistente que el método convencional. Según la investigación realizada, el aceite de coco penetra en los gránulos de almidón aumentando su resistencia a la acción de las enzimas digestivas, así mismo lo hace el enfriamiento durante 12 horas que permite que se refuerce la estructura molecular del grano.

Cuanto más resistente sea el almidón, menos glucosa absorberá el intestino delgado y, por lo tanto, el cuerpo tomará una cantidad considerablemente menor de calorías.

Su error radica cuando en su preparación se le añaden calorías no deseadas como por ejemplo, la mantequilla, margarina, o aceite vegetal.

Con este consejo, se puede disfrutar de sus bondades, pues consumirlo puede ser útil hasta para controlar síntomas de la diarrea, ya que su alta cantidad de almidón y vitaminas B contribuyen a reducir la cantidad de líquido perdido, restaurar la flora intestinal y agregar volumen de las heces.