SALUD
¿Cómo combatir efectivamente el síndrome de las piernas cansadas?
En ocasiones este padecimiento puede tener su origen en una afección de la venas de las extremidades inferiores conocida como insuficiencia venosa crónica.
El síndrome de piernas cansadas es una sensación molesta para el cuerpo humano, y aunque no supone un grave peligro para la salud, la calidad de vida sí se ve afectada debido a síntomas como presión dolorosa, cansancio y hormigueo en estas extremidades.
Se trata de un padecimiento que con frecuencia no supone la existencia de una patología concreta o de importancia, pero en ocasiones puede tener su origen en una afección de la venas de las extremidades inferiores conocida como insuficiencia venosa crónica y que debe ser correctamente evaluada y diagnosticada por el médico, indica el portal Salud Mapfre.
La insuficiencia venosa crónica provoca que las venas de las piernas presenten cierta dificultad a la hora de enviar la sangre de vuelta al corazón de modo eficiente, y facilita la acumulación de líquidos o sangre en las zonas inferiores.
Los síntomas habituales del síndrome de las piernas cansadas son: pesadez y cansancio, dolor, edemas, calambres musculares, sensación de adormecimiento de las piernas por la noche, picazón y várices, indica el portal Teva Farmacia, de España. En algunos casos también se puede observar una hinchazón de la zona, incluso con la piel tirante y brillante.
De igual forma, inciden los componentes genéticos y hormonales. Las personas que tienen un tejido conectivo laxo, con tendencia a aflojarse o a estirarse en exceso, padecen más de piernas cansadas.
La falta de ejercicio también influye en que se presente este padecimiento, al igual que los problemas de sobrepeso. Los expertos indican también que muchas horas de pie o demasiadas sentado pueden causar la aparición de piernas cansadas.
Para evitar consecuencias más graves, es importante trabajar para prevenir esta molestia, pues por tratarse de una patología vascular, esta problemática podría desembocar en hemorragias internas o trombosis. Estas son algunas recomendaciones para evitar y combatir este síndrome.
Mantener el peso: es importante lograr un peso que se ubique dentro de los límites normales en función de la talla. Para ello es importante evitar las dietas hipercalóricas y saladas. “Comer sin sal mejora la circulación periférica porque evita la retención de líquidos”, destaca Fernando León, del grupo de enfermedades reumatológicas de la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria, citado por el portal Cuidate Plus.
Actividad física regular: evitar el sedentarismo es clave para hacerle frente a esta molestia. La piscina, la elíptica y la bicicleta sin resistencia son buenas opciones. También se recomienda practicar pilates y yoga, al tiempo que se deben evitar los ejercicios con pesas en las piernas.
Poco tiempo de pie: es importante no permanecer de pie mucho tiempo y menos si se utilizan tacones altos. Sin embargo, un poco de tacón puede ser beneficioso.
Evitar prendas apretadas: los especialistas recomiendan no utilizar prendas apretadas en la cintura y también usar medias elásticas de compresión progresiva. De igual forma, es recomendable hacer uso de un calzado cómodo.
Control a la presión arterial: otro aspecto clave es mantener controlada la presión arterial.
Levantar las piernas: esto favorece la circulación de las extremidades.
Baño con agua fría: al menos una vez al día, por la noche, los especialistas recomiendan darse un baño de agua fría en las piernas.
Hidratación: es fundamental beber mucha agua para mantenerse hidratado, pero también es aconsejable el uso de cremas hidratantes que activen la circulación sanguínea.
Masajes: es aconsejable recurrir a cremas adecuadas para combatir las piernas cansadas, como geles fríos o vasodilatadores. Los masajes deben realizarse en sentido ascendente, empezando por los pies y terminando en los muslos.