Vida Moderna
¿Cómo conservar la carne en óptimas condiciones?
La carne es uno de los alimentos más consumidos en el mundo, de allí nace la necesidad de que su producción sea masiva y cumpla con todos los parámetros de salubridad.
La conservación de la carne es un tema que genera interés en los hogares, primordialmente si varios miembros de la familia la incorporan en sus dietas.
Tal como le pasan a otros alimentos, la carne puede descomponerse, adquirir bacterias o ser perjudicial si no se le da un tratamiento adecuado.
Por ello, entre las prácticas más relevantes se encuentra la refrigeración.
Teniendo en cuenta datos compartidos en el blog Torrey, la refrigeración es el método más utilizado para conservar la carne.
La razón de la anterior premisa se debe a que “disminuye o limita la velocidad de deterioro a una temperatura por debajo del rango óptimo que puede inhibir el crecimiento microbiano, las reacciones enzimáticas y químicas”.
Sin embargo, es necesario saber a fondo las condiciones que debe tener la refrigeración de esta proteína, ya sea de res, cerdo o pollo.
Aspectos a tener en cuenta
La refrigeración de las carnes debe cumplir con algunos parámetros, el principal es la temperatura, la cual debe ser de dos a cinco grados centígrados.
Los conocedores del tema dicen que también “es esencial mantener un espacio adecuado en el refrigerador para permitir la circulación de aire”.
De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) cuando la carne se conserva por enfriamiento, debe hacerse lo más rápido posible después de comprarse.
Cuando la carne es de vaca, tan pronto se produce la matanza, se precisa que su duración oportuna es de hasta tres semanas, mientras que la de cerdo es de dos semanas. Por ello, nace la necesidad de adquirir la carne, en la medida de lo posible, más fresca del mercado, pues desde el momento en el que llegó a los lugares de comercialización, ya pasaron varios días.
Por su parte, Consumer comparte las siguientes alternativas:
- Almacenar la carne en la parte inferior de la nevera para evitar que gotee a otros alimentos.
- La carne debe introducirse en recipientes limpios y cerrados de forma hermética.
- La carne cruda en trozos o filetes se mantiene entre tres y cinco días; la carne picada, entre uno y dos días, si no se refrigera.
- La carne cocida se mantiene en la nevera de dos a tres días.
Investigaciones
Con el avance investigativo y estudios de mercado, estudiantes de la Universidad de Tufts, en Estados Unidos, desarrollaron células madre musculares bovinas inmortalizadas (iBSC), las cuales se estima que tienen un rápido crecimiento y, por ende, la producción de carne sería mayor.
Pese a que aún es el momento en el que la ganadería enfocada en el área celular debe afrontar varios retos técnicos, la idea de los investigadores podría hacer posible el cultivo de células musculares de pollo, pescado, vacas y otras fuentes de alimentos, lo que significa que habría carne infinita.
Entonces, tanto las células madre musculares como las grasas extraídas de los animales deben tener dicha capacidad de crecimiento, al igual que de división para comenzar con el cultivo.
“Estas células primigenias generalmente se dividen solo unas 50 veces antes de que comiencen a envejecer y ya no sean viables”, publica el citado portal.
Para el estudiante de posgrado Andrew Stout, “usando estas nuevas líneas celulares bovinas persistentes, sus estudios pueden ser más relevantes, literalmente yendo directo al meollo del asunto”.
Por su parte, el profesor de ingeniería biomédica en Tufts, David Kaplan, agrega que algunos pueden interrogarse si es seguro consumir células inmortalizadas, ya que “cuando las células se recolectan, almacenan, cocinan y digieren, no existe un camino viable para el crecimiento continuo”.
“Al igual que la carne natural que comemos hoy, las células simplemente se convierten en material inerte que esperamos tenga un sabor delicioso y brinde una amplia gama de beneficios nutritivos”, concluye el experto.