Vida Moderna
¿Cómo controlar la enfermedad del asma? Estos son sabios consejos
En Colombia se estima que una de cada ocho personas sufre de asma, por eso es la segunda patología respiratoria crónica más relevante después de la EPOC.
El primer martes de mayo se conmemora el Día Mundial del Asma, una enfermedad que afecta a más de 339 millones de personas en todo el mundo y que ocasiona, aproximadamente, 461.000 muertes.
De acuerdo con el Ministerio de Salud y Protección Social (Minsalud), el asma es una enfermad crónica en la cual se produce una inflamación y obstrucción de los bronquios al interior de los pulmones, luego de la exposición del paciente a diferentes desencadenantes externos o internos.
En Colombia se estima que aproximadamente una de cada ocho personas sufre de asma, por eso es considerada la segunda enfermedad respiratoria crónica más relevante después de la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC).
Aunque el asma suele manifestarse durante los primeros años de vida, esta es una afección a largo plazo que puede ser controlable con un manejo y tratamiento adecuado. A pesar de ello, muchas de las personas que sufren de asma se han acostumbrado a vivir con síntomas y los han aceptado como algo “normal”.
De hecho, más del 71 % de las personas que padecen la enfermedad y que experimentan síntomas con frecuencia, describen su nivel de control como bueno o muy bueno.
Al no evidenciar una mejoría, los pacientes se acostumbran a manejar los síntomas en su día a día, sin dimensionar que la presencia de estos puede afectar significativamente su calidad de vida.
También se debe considerar que las personas asmáticas pueden tener un mayor impacto en su salud de llegar a contraer la enfermedad de la tos ferina, pues esta se puede desarrollar a cualquier edad.
De acuerdo con Natalia Usuga, médica neumóloga, “los pacientes no controlados están en crisis constantemente. Muchas veces no se dan cuenta porque los síntomas pueden ser leves, pero no tienen calidad de vida. Viven con obstrucción constante, ya sea nasal o bronquial, con dolor toráxico, cuando realizan alguna actividad física se sienten fatigados, e incluso, en ocasiones, sus síntomas hacen que se despierten por las noches, lo cual afecta su cotidianidad”.
Por esto, es fundamental que cada paciente consulte con su médico para que pueda guiarlo en el control de su enfermedad. La invitación de los expertos es a seguir las indicaciones médicas y a que cada persona pueda tomar decisiones de autocuidado de su asma que le permitan mejorar su calidad de vida.
“El paciente debe comprender cuál es su enfermedad, conocer sus síntomas, qué predispone a que empeoren y reconocer el momento en el que su sintomatología esté agudizada y qué pasos debe tomar para evitar una crisis asmática”, explicó la experta.
De acuerdo con lo anterior, la médica Usuga recomienda tener en cuenta lo siguiente en el control y manejo de la enfermedad:
- Seguimiento constante: es vital que cada paciente pueda evaluar y controlar su asma de manera individual. No se debe olvidar hablar con el médico tratante sobre la gravedad de sus síntomas y la efectividad de su tratamiento.
- Uso de medicamentos: es esencial que el paciente sea responsable con sus medicamentos tal como le fueron formulados, sin saltarse ninguna dosis, tanto en el corto como en el largo plazo, para alcanzar y mantener el control de la enfermedad.
- Prevención de crisis asmáticas: identificar y comprender los desencadenantes personales o ambientales que desaten crisis de la enfermedad es muy importante para poder crear estrategias que le permitan evitarlos por completo.
- Conocer la enfermedad: mantenerse actualizado sobre el asma le permitirá a cada persona diseñar un plan de manejo y autocuidado de la enfermedad. Asimismo, conocer el tipo de asma que se padece puede brindar una nueva manera de comprender cómo vivir con la enfermedad sin afectar la calidad de vida.
- Mantener el esquema de vacunación al día: los pacientes asmáticos tienen una probabilidad más alta de sufrir infecciones respiratorias, por ello, evitar las crisis y un desenlace grave a través de la vacunación es clave.