VIDA MODERNA
Cómo cuidar la piel antes, durante y después de las vacaciones
Exfoliar, hidratar y recuperar son algunos de los pasos que se deben seguir para cuidar la piel en la temporada de descanso.
Para nadie es un secreto que durante las vacaciones se cometen varios excesos. El sol, la alimentación, la playa e incluso la falta de hidratación ayudan a que la piel se encuentre en estado de afectación cuando terminan las vacaciones.
“De todos los órganos del cuerpo, la piel es el único que está directa y constantemente abierto al exterior, la piel puede manifestar enfermedades internas a través de cambios en su color, con aparición de granos o manchas y texturas que pueden ser ásperas o delicadas, suaves o arrugadas, esto de acuerdo con el cuidado y las características de la edad”, agrega Oscar Salazar, Beauty Coach, de la tienda especializada en dermocosmética, Bella Piel.
El experto comparte una pequeña rutina, de fácil implementación, la cual debe ser puesta en práctica antes, durante y después de las vacaciones, y que favorece la mitigación de las alteraciones que este órgano sufre cuando está expuesto a los cambios en la rutina del día a día:
Antes de las vacaciones
Esta es la rutina que se debe tener antes de salir a vacaciones:
• Exfoliar. Esta práctica remueve todas las células muertas para así tener la piel perfecta y lucir un bronceo equilibrado, uniforme y homogéneo.
• Hidratar: Tener un colchón de agua en la piel es necesario. La exposición al sol causa la pérdida de lípidos, por ello es necesario garantizar que la tez va a tener reservas de agua necesarias para evitar la deshidratación.
• Fotoinmunoprotección oral: Es importante elegir, para proteger la piel, productos que contengan fernblock (un extracto de acción antioxidante), vitamina D, B3 y E. En el mercado los hay en presentación de capsulas o lociones.
• Sustitutos de jabón: Son fundamentales porque evitan que los lípidos beneficiosos para la piel se pierdan desde la ducha.
Durante las vacaciones
• Hidratar la piel y el cuerpo: Hacerlo antes de exponerse al sol garantiza tener buenas reservas de agua para tener un cutis más resistente a pesar de la pérdida de lípidos. Complementar con una hidratación adecuada para fortalecer la capacidad de reacción de la piel.
• Reparar la piel: Aplicando agua termal mejorará la resistencia de la piel y su elasticidad.
• Proteger la piel: El protector solar es el paso más importante de toda la rutina. Aplicar 25 minutos antes de la exposición solar con un factor SPF 50 como mínimo y volver a aplicar al menos cada 2 horas si se sumerge en agua (piscina o mar).
Después de vacaciones:
• Hidratar la piel todos los días con productos que contengan ácido hialurónico y que vienen en presentaciones de cremas, lociones o sueros, pues este ayuda a nutrir la piel.
• La protección solar intensa no se debe detener. Proteger la piel de los rayos UV promueve la reparación del ADN de las células de la piel, evita el fotoenvejecimiento y neutraliza la producción de radicales libres.
• Revitalizar la zona facial con vitamina C. Este es un potente antioxidante que ayuda a evitar el envejecimiento prematuro, ya que actúa como escudo protector de las células, estimula la producción de elastina y colágeno, obteniendo como resultado una piel luminosa.
También hay que seguir al pie de la letra los siguientes consejos, infaltables para que la piel recobre su luminosidad e hidratación:
Rutina de la mañana
Paso 1
Limpiar: Lo recomendado es una doble limpieza (mañana y noche). Primero con agua micelar, posteriormente con un sustituto de jabón para poder retirar con agua.
Paso 2
Preparar: Existen sueros o geles que ayudan a que la piel reciba la hidratación adecuada y potencie sus propiedades humectantes.
Paso 3
Hidratar: Hacerlo siempre en la mañana ya que le va a aportar los niveles de agua que necesita la piel durante el día.
Paso 4
Iluminar: Se recomienda aplicar un contorno de ojos con cafeína y vitamina C para retirar los signos de cansancio de esta zona delicada y sensible.
Rutina de la noche
Paso 1
Limpiar: Hacer doble limpieza con agua micelar y limpiadora de enjuague, con abundante agua.
Paso 2
Nutrir: Usar un tratamiento enfocado en la necesidad de la piel. Por ejemplo, si hay manchas, completar la nutrición, con una crema despigmentante o aclaradora. Si tiene problemas de arrugas, aplicar un producto antiedad.
Paso 3
Contorno de ojos: Identificar cuál es la necesidad. Así, en el mercado hay productos indicados para tratar bolsas, ojeras, arrugas y/o caída de párpados.