Mujer sonriente aplicar crema facial sentada en la cama
| Foto: Getty Images/iStockphoto

Belleza

¿Cómo cuidar la piel cuando hace frío?

La piel puede perder luminosidad e hidratación durante está época.

11 de diciembre de 2021

La piel es el órgano más grande del cuerpo y requiere que se le brinde toda la atención posible. Algunos cuidados y productos naturales pueden ayudar a que la piel, especialmente la del rostro, se vea radiante. En los meses más fríos, la piel tiende a verse apagada. Cuidar la piel del rostro a diario ayudará a prepararla para todas las épocas del año.

El portal web Cuerpo y Mente menciona cinco pasos que mantendrán la piel del rostro resplandeciente.

1. Limpiar: este es un paso de nunca olvidar, ya que sobre la piel se acumulan impurezas, polvo y otras partículas de contaminación. Además, a través del sudor se excretan sustancias de desecho que al evaporarse quedan depositadas en la superficie. Para eliminar la acumulación de todas estás impurezas se recomienda usar un producto jabonoso (gel o espuma).

A la hora de eliminar el maquillaje, se puede usar un producto oleoso (leche, crema o aceite). Es importante utilizar cosméticos que no resulten agresivos para evitar posibles desequilibrios del pH natural. El maquillaje se debe aplicar con suavidad.

Se recomienda acudir a un dermatólogo que aconseje los mejores productos para cada tipo de piel. La avena, la caléndula y las almendras son productos naturales que limpian, suavizan y aportan tersura a la piel.

2. Exfoliar: la piel produce continuamente nuevas células que reemplazan las que mueren. Debido a esta regeneración se acumulan células muertas sobre la capa superior de la piel, quitando suavidad. Los beneficios de la exfoliación son la suavidad que le da al rostro y que el maquillaje se fija más fácilmente sobre la piel.

Los ácidos de las frutas han demostrado ser eficaces como exfoliantes. La manzana, la uva, el limón, la naranja, la caña de azúcar, los arándanos y los duraznos son capaces de actuar en sinergia con el proceso de renovación celular natural, contribuyendo a mejorar la respiración de la piel.

Exfoliación de la piel del rostro
La exfoliación le brinda suavidad a la piel y además el maquillaje se fija más fácilmente. | Foto: Getty Images

3. Hidratar: es importante aplicar una crema que se adapte a las necesidades de cada piel. Existen productos en forma de gel o de gel-crema que penetran la piel sin dejarla grasosa. El consumo de agua es indispensable para tener una piel hidratada. Se recomienda consumir de 8 a 10 vasos de agua al día.

4. Maquillar de manera natural: la base. La clave es utilizar una base muy similar al tono de la piel o un tono más oscuro.

Ojos o labios: si se quiere destacar los ojos, es mejor maquillar los labios de forma natural y transparente. Por el contrario, si se quiere destacar los labios, es preferible que los ojos lleven un maquillaje discreto. Si se resaltan ambas partes el resultado puede verse recargado.

Día y noche: usar colores suaves de día y reservar los más intensos para la noche.

Mujer tomando agua.
El agua es indispensable para la buena salud de la piel. | Foto: Getty Images

5. Usar extractos vegetales: el envejecimiento de la piel surge de manera natural. Sin embargo, existen condiciones que pueden acelerar este proceso, como una alimentación poco balanceada, la exposición a las radiaciones del sol, el consumo de tabaco y otras sustancias. Extractos vegetales procedentes del té verde, la uva, el aguacate, el melocotón, la soja o el arroz pueden ayudar a retrasar el envejecimiento de la piel.

- Aceites de semillas, ricos en ácidos grasos insaturados, son componentes habituales de innumerables formulaciones antiedad por su vitamina E, que actúa bloqueando los radicales libres.

- Carotenos, presentes en las zanahorias, son también excelentes antioxidantes.

- Uva, aporta agentes hidratantes, vitalizantes, energizantes y regeneradores. En sus pepas se encuentra un aceite rico en ácidos grasos esenciales con propiedades suavizantes e hidratantes.

- Vitamina C, neutraliza el proceso de envejecimiento y está presente en la naranja, el kiwi, el brócoli, el tomate, entre otros.