Vida Moderna
¿Cómo cultivar jengibre en casa?
Este proceso de siembra requiere tiempo, paciencia y cuidados constantes.
El jengibre es una raíz originaria del sudoeste asiático, más concretamente de China y parte de la India. Dichos países orientales consideran aún al jengibre esencial en la dieta diaria, como preventivo de enfermedades y como colaborador de la digestión.
Entre algunas de las propiedades que contiene el jengibre, listadas por la Secretaria de Agroindustria de Argentina, están:
1. Efecto antitusivo y descongestivo: actuaría sobre el sistema respiratorio disminuyendo en tiempo y forma la congestión y la tos, ya que el jengibre posee enzimas proteolíticas que le confieren una acción antiinflamatoria.
2. Analgésico y antipirético: contiene compuestos llamados gingeroles que actúan inhibiendo la síntesis y liberación de prostaglandinas, lo que podría reducir el dolor en personas con síntomas o que padecen enfermedades inflamatorias.
3. Efecto antioxidante: los gingeroles que contiene anularían la actividad de radicales libres, causantes de daño y envejecimiento celular precoz, que contribuyen al desarrollo enfermedades como cáncer, diabetes, infartos, manchas en la piel, entre otras patologías, volviéndolos más simples e inocuos.
4. Tendría acción antiespasmódica: los mismos gingeroles tienen un marcado efecto sobre la movilidad gastrointestinal por lo cual disminuiría síntomas estomacales y menstruales.
El jengibre actualmente crece en casi cualquier clima tropical, por ello, es que en la actualidad se le encuentra tan disperso alrededor del mundo. Su cultivo necesita mucho sol y también humedad elevada. Además, requiere suelos profundos, ricos en materia orgánica, aunque también prospera en los arenosos bien drenados.
Así mismo, debido a todas las propiedades mencionadas anteriormente, es del interés de muchas personas cultivarlo en el hogar para lograr tenerlo a la mano cada vez que sea requerido. Por ello, el portal especializado en gastronomía GastroLab, explicó cómo realizar un pequeño huerto con esta planta.
Para lo anterior se necesita:
- Un trozo de raíz de jengibre o rizoma.
- Una maceta de unos 10 o 15 cm de profundidad como mínimo y lo más ancha posible (También puede ser una maceta larga y profunda) con agujeros en la base para el drenaje de agua.
- Tres partes de tierra, si es posible, ecológica.
- Una parte de abono o de humus de lombriz.
- Una bolsa de plástico.
Ejecución:
1. Sumergir la raíz del jengibre en agua durante 4 horas.
2. Sacar la raíz y ponerla en una franela hasta escurra toda el agua.
3. Guardar la raíz en una bolsa plástica que quede bien sellada para que no entre el aire.
4. Mantenerla así durante una semana o semana y media.
5. Pasado el tiempo, comenzarán a salir los brotes, lo que se considera un buen momento para sembrar.
6. Rellenar la maceta con una parte de abono o humos y tres partes de tierra.
7. Para plantar el jengibre no es necesario hacer un gran hoyo, basta con plantarlo superficialmente.
8. Colocar el rizoma (tallo) de forma horizontal sobre la tierra e irlo hundiendo poco a poco.
9. Se deben dejar por fuera los brotes.
10. Ubicar la matera en un lugar con sombra leve y regar tres veces a la semana sin tocar directamente los brotes, es decir, alrededor de la la planta.
11. Después de cuatro meses, empezará a surgir el jengibre.
Cabe resaltar que, al momento de cosechar, se debe consultar con un médico las contraindicaciones del consumo de este producto en algunas personas. De este modo, no se interferirá con algún tratamiento o se agravaran enfermedades prexistentes.