Pandemia
Cómo defenderse de la variante delta
Con el regreso del trabajo presencial, los conciertos, eventos deportivos y la llegada de la variante delta, muchos se preguntan qué hacer para evitar una nueva ola de contagios.
Justo cuando los Gobiernos locales discuten sobre la apertura de los sectores aún cerrados por la pandemia, como las discotecas y bares, conciertos y grandes eventos deportivos, el presidente Iván Duque anunció la llegada al país de la variante delta. El hecho puso a todos con los pelos de punta, puesto que, como se ha dicho en numerosas oportunidades, se trata de la variante más contagiosa hasta ahora del coronavirus.
Delta, o B.1.617.2, causa preocupación en la Organización Mundial de la Salud (OMS), porque “es más contagiosa, se ha relacionado con aumento de hospitalizaciones, y los tratamientos de pacientes infectados con anticuerpos monoclonales tienen menor eficacia”, dice el epidemiólogo Carlos Trillos.
Aunque las vacunas muestran menor eficacia contra delta, “unas en menor grado que otras”, dice Trillos, se ha demostrado que sí protegen de complicaciones y muerte provocadas por esta nueva variante. Según un estudio dado a conocer hace un par de semanas con la vacuna de Janssen en el que miden la titulación de anticuerpos frente al virus delta, se encontró que su capacidad de anticuerpos es baja.
Otro artículo publicado en New England Journal of Medicine analizó las vacunas de ARNm frente a la nueva variante y encontró que con el esquema completo de dos dosis conferían protección de 88 por ciento, menos que con las variantes anteriores. En el caso de AstraZeneca, según el epidemiólogo Jaime Ordóñez, “Su efectividad era de 74,5 por ciento contra alfa y bajó a 67 por ciento con delta”. Es importante aclarar que esto se observa en vacunados completos y dos semanas después de la segunda dosis.
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La experta Luz Gabriela Delgado señaló que sobre los biológicos basados en virus inactivado, como el de la compañía china, “No se ha visto ningún resultado de capacidad neutralizante de anticuerpos inducidos”. Con ella coincide John González, médico experto en vacunas, pero él usa otro argumento: extrapolar los datos del mundo real que ha arrojado India, país donde delta se detectó por primera vez, con la vacuna que ellos usan de virus muerto o inactivado. “El principio de producción es el mismo de la de Sinovac, y en India estas vacunas tienen protección de 81 por ciento de la enfermedad”, dice.
A pesar de lo anterior, los expertos consultados coinciden en que estos biológicos, aun así, protegen mucho más de delta que frente a la opción de no estar vacunados. “En algunos países ya se habla de una nueva pandemia de no vacunados”, señala Trillos. Por lo tanto, la preocupación se concentra hoy en la población a la cual no le han llegado estos biológicos. Y es mucha en el país.
Según Ordóñez, alrededor de 22,5 por ciento de los colombianos cuentan con el esquema completo, lo cual representa un gran logro; pero eso significa que aún mucha gente es susceptible no solo por no tener la vacuna, sino por contar con solo una sola dosis, lo cual no genera protección. “Hay alrededor de 80 por ciento de colombianos susceptibles, y con la variante delta creciendo es cuando más necesitamos estar protegidos y tomando buenas decisiones”, dice.
Este lunes, el Gobierno planea abrir la vacunación para los mayores de 18. Pero, según el médico infectólogo pediatra Carlos Torres, “Hay una gran necesidad de que esta posibilidad se amplíe, incluso, para mayores de 12 años sin restricciones o, mejor dicho, para toda la población”. Además, sugiere que para el 20 por ciento renuente a vacunarse por diferentes motivos, dudas, temores o por sus convicciones “debería haber sanciones”. A pesar de ello, los niños que no están incluidos en el plan de vacunación deberían seguir su vida normal, pues son los menos transmisores del virus. “La mejor manera de protegerlos es vacunando a los adultos”, dice.
Para Torres, el cuarto pico ocurrirá si la vacunación no progresa. Algunos calculan que hacia final de año se logrará una cobertura del 70 por ciento en este proceso, lo cual, sin duda, desacelerará la transmisión y disminuirá significativamente los fallecimientos por covid-19. Pero también dependerá, según Trillos, del “comportamiento de todas las personas y de qué tanto se eviten aglomeraciones, multitudes y marchas, y se siga manteniendo una cultura de autocuidado y de bioseguridad real”. Y en esto es importante que el mensaje lo reciba toda la población, aun la vacunada, pues, a pesar de que el número de casos ha ido disminuyendo y las ucis hoy están menos congestionadas que hace unas semanas, el virus circulante en el país es alto. “Con 300 muertos al día, no estamos bien para hacer eventos deportivos ni conciertos ni nada; esa tasa de mortalidad solo da para estar encerrados”, señala Ordóñez.
Una manera de proyectar cómo podría ser el comportamiento futuro de delta en el país es tomar como referencia lo que sucede en Europa y Estados Unidos. Para varios expertos, a pesar de que se encontró el primer caso la semana pasada, delta lleva rato aquí y se debe estar multiplicando. En poco tiempo desplazará a otras variantes y se convertirá en la dominante. Eso quiere decir que “vamos a tener un buen agosto y septiembre, pero de ahí en adelante tendremos un pico”, dice Ordóñez.
No obstante, como ha ocurrido en otros países donde delta ya es dominante, habrá incremento de casos, gran parte por la variante, pero “con una baja mortalidad gracias a la vacunación”, dice Trillos.
Aunque suene a disco rayado, las únicas herramientas de defensa efectivas, además de estar vacunados con dos dosis, son las mismas que se conocen desde el principio de la pandemia: distancia física, lavado de manos frecuente y uso permanente de tapabocas. Sobre este último punto, algunos médicos aquí y en Estados Unidos sugieren que se deberían recomendar las mascarillas de alta calidad, como la N95, si se tiene en cuenta que delta es mucho más contagiosa que las anteriores variantes. Según le dijo Linsey Marr, experta en aerosoles de Virginia Tech, a The Washington Post, “Antes ayudaba cualquier trapo en la boca, pero ahora eso no será suficiente”. Con ella coincide Ordóñez, para quien los tapabocas quirúrgicos apenas protegen un 40 por ciento, y eso cuando se los ponen bien.
Asimismo, considera que las compañías que piensan regresar a los empleados a sus puestos deberían hacer turnos para evitar aglomeraciones en los espacios cerrados, “aunque lo ideal es que en estos sitios no debería estar nadie todavía”, dice.
Las actividades y los diferentes escenarios a los que se dirige la gente importan tanto como estar vacunados. Las fiestas y las comidas en el interior de restaurantes con poca ventilación son los ideales para la transmisión del virus, y de forma mucho más eficiente con delta. Como dice Trillos, no se puede bajar la guardia. Quienes no se han vacunado lo deben hacer cuanto antes y, sobre todo, asegurarse de recibir el esquema completo. No hay que confiar en la disminución de los casos, pues esa relajación podría significar abrirle la puerta al virus, esta vez con una variante más hábil para moverse y más contagiosa.