¿Cómo hacer colágeno con la semilla del girasol?

Una de las etapas más naturales de la vida, que afecta no solo los órganos internos del cuerpo, sino la piel, es el envejecimiento, los cuales aparecen a partir de los 25 años en la superficie de la piel, como las arrugas, la pérdida de volumen, líneas de expresión y la pérdida de densidad, por la disminución de producción de colágeno.

El portal web de Eucerin indica que estas líneas finas suelen aparecer en la zona de la cara debido a la baja producción de colágeno, una proteína que une los tejidos. Como tal, la función del colágeno consiste en la formación de las fibras a partir de las cuales se crean las estructuras del organismo; por lo tanto, es el responsable del grado de firmeza y elasticidad de estas estructuras y tiene un papel esencial en su hidratación.

De acuerdo con la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos (MedlinePlus), los antioxidantes protegen “el tejido corporal del daño causado por sustancias llamadas radicales libres”, que “pueden dañar células, tejidos y órganos. Se cree que juegan un papel en ciertas afecciones relacionadas con el envejecimiento”.

A los 40 años, el organismo produce la mitad de colágeno que en la adolescencia, por lo que es importante aumentar la producción de esta proteína por medio de alimentos ricos en colágeno o suplementos.

De hecho, el portal web Panorama Web destaca las propiedades de las semillas de girasol, las cuales son ricas en ácidos grasos, vitamina E, zinc, fibra y magnesio.

Estos nutrientes ayudan a proteger la piel del daño solar, que es uno de los factores que influye en el envejecimiento de la piel, y también ayuda a aumentar la producción de colágeno de forma natural.

Entre sus beneficios, estas semillas se caracterizan por reducir el riesgo de enfermedades cardiacas, mantener el cabello sano, regular el tránsito intestinal y mantener los huesos fuertes.

¿Cómo reparar la piel con semillas de girasol?

Ingredientes:

• Dos cucharadas de semillas de girasol.
• Cuatro cucharadas de aceite de almendras.
• Un frasco.

Pasos para su preparación:

Primero, moler en una licuadora o un procesador de alimentos las dos cucharadas de semillas de girasol. Luego, verter las semillas y el aceite de almendras en el frasco, tapar muy bien y guardar en un lugar oscuro por una semana. Es importante que no entre en contacto con el aire, agua o el Sol.

Finalmente, pasada la semana, colar el preparado y quedarse solo con el aceite. Aplicar dos o tres veces por semana, durante al menos un mes, antes de dormir para dejar actuar durante la noche. Al otro día lavar el rostro como de costumbre.

Es importante aclarar que antes de consumir este producto, se debe consultar con un nutriólogo antes de incorporarlas a la dieta, dado que este alimento se caracteriza por ser altas en calorías.