ENTREVISTA
¿Cómo hacer para que en Colombia los jóvenes dejen de consumir drogas?
Julian Quintero, Investigador de la Corporación Acción Técnica Social y experto en políticas de drogas, habló sobre medidas que podría tomar el país para mejorar este fenómeno.
Hace poco, Islandia mostró cómo fue posible reducir sus índices de consumo de droga en adolescentes y jóvenes. Apenas el 5 % de los jóvenes entre 14 y 16 asegura haber tomado alcohol durante el mes anterior. Así mismo, sólo un 3 % dice fumar tabaco a diario y un 7 % haber consumido hachís al menos una vez en los últimos 30 días.
Mientras, la media europea es de 47 %, 13 % y 7 % respectivamente. Y en América Latina, según datos de UNICEF, el 35 % de los jóvenes de entre 13 y 15 años dice haber tomado alcohol en el último mes y aproximadamente el 17% fuma a diario.
El proceso conocido como Youth in Iceland (Juventud en Islandia) fue la política que aplicaron. Este consiste, básicamente, en realizar estudios locales sobre la población y a partir de esos datos trabajar en acciones afirmativas para combatir un flagelo como el consumo de drogas. En este caso se dieron cuenta de que los jóvenes que practicaban algún deporte o que se involucraban con actividades extraescolares, eran quienes menos consumían. De modo que, decidieron fortalecer estas áreas y los resultados fueron positivos. ¿Qué hace falta para que esto pueda ser aplicado en Colombia?
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Semana.com: El director de Youth in Iceland decía que los programas de educación para prevenir el consumo en jóvenes deben ir dirigidos a los padres cuando tienen niños. ¿Está de acuerdo?
J.Q.: Todos los estudios, sin equivocación, muestran que en la mayoría de los casos, el primer contacto con el alcohol se da en el hogar, entre los 7 y los 10 años. Por tanto, las estrategias deben estar dirigidas a los adultas especialmente en esta edad.
Semana.com: ¿Cuál es la importancia de actividades extraescolares?
J.Q.: Las actividades extraescolares son importantes en la medida en que no se usen como una estrategia para alejar o esconder a los niños de los riesgos que implica enfrentarse a la realidad cotidiana. En la medida en que las actividades extraescolares ayuden al fortalecimiento de lazos familiares, relaciones con la comunidad, habilidades artísticas, deportivas, culturales o intelectuales son válidas. Pero las actividades extraescolares no pueden ser estrategia para "mantener los niños entretenido y que no anden callejeando".
Semana.com: ¿ Cuál es si opinión sobre la medida de prohibir la salida de los niños menores de edad después de las 8 y 10 de la noche si van solos?
J.Q.: Creo que es buena medida. El acompañamiento de los padres en el proceso de crianza de los hijos debe ir más allá de entregarlos a los maestros, a las actividades extracurriculares, a los smartphones o el internet. Los padres deben acompañar el proceso de crianza por más tiempo o terminamos teniendo una generación como la de los millennials, que empieza mostrar sus debilidades por ser hijos lejanos de padres y muy cercanos de la tecnología y los terceros.
Semana.com: ¿Qué se necesita en Colombia para implementar el proyecto de Islandia para disminuir el consumo de drogas?
Julian Quintero: Lo primero es que los políticos deben hacerle caso a los técnicos, a los investigadores, a quienes trabajan a partir de la evidencia, y no seguir pensando estrategias a corto plazo, desde el dogma, desde los prejuicios. Lo que hicieron en Islandia las investigaciones lo vienen diciendo hace mucho tiempo, como por ejemplo que la mayoría de los niños y adolescentes tienen su primer contacto con el alcohol en el hogar y por esa razón es el hogar donde inicia la prevención. Allá dejaron de echarle la culpa a la industria licorera, a los medios de comunicación, dejaron de buscar el culpable afuera, cuando lo tenia adentro.
Semana.com: ¿Cuáles son los principales obstáculos??
J.Q.: El primer obstáculo es político, pues cada uno llega con su estrategia de negar lo anterior y no saben construir sobre lo construido. Para la muestra: Bogotá. Acabaron con todos lo avances en temas de política de drogas que respondían a una tendencia mundial de cambio, pero aquí creyeron que era una idea de un político opositor de turno y regresaron la ciudad 20 años. La segunda es presupuestal, en Colombia se siguen gastando el 90 % del presupuesto en fumigación, helicópteros, perseguir narcos y, siendo optimistas, el 10% va a prevención. La tercera es innovación, seguimos pensando que las charlas funcionan, que el castigo es efectivo, que esconder los peligros sirve para algo, evitamos hablar de frente, desde la realidad y la evidencia. La cuarta son las acciones localizadas y diferenciadas, en Colombia gastan miles de millones de pesos en comerciales de televisión echos por una agencia de publicidad en Bogotá pensando que funcionan igual para un niño de Pensilvania Caldas, que del Banco Magdalena, o del norte de Bogotá.
Semana.com: ¿Y entonces no hemos avanzando en nada?
J.Q.: En el mapa mundial y regional Colombia es reconocida por dar buenos discursos en el camino de las reformas para abordar el tema de drogas, pero en Colombia siguen habiendo mucha resistencia al cambio, hay experiencias interesantes a nivel local y comunitario, respuestas de organizaciones sociales, academia y algunas entidades públicas que deben ser evaluadas, valoradas, replicadas y multiplicadas. Colombia tienen muy buen marco de política pública y legislaciones que apoyan esto, pero faltan funcionarios públicos prácticos, políticos valientes, comunidades empoderadas, medios de comunicación realistas y una sociedad flexible para avanzar. Los cambios exitosos en abordar el tema de drogas en Colombia y el mundo vienen desde las experiencias locales y no desde las grandes burocracias internacionales.
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Semana.com: ¿Cuál es la importancia de las encuestas y los datos para implementar un proyecto?
J.Q.: Son más importantes los diagnósticos participativos, focalizados y sectoriales que las encuestas. Hace pocas semanas hubo una discusión entre el Ministro de Salud y El Fiscal porque los datos le daban la razón a los dos estando en orillas opuestas. Eso demuestra la fragilidad de las grandes encuestas y mediciones. Esos estudios pueden acercarse un poco a la situación del consumo, pero no nos dice nada de la realidad del consumo, de las razones, las emociones, los intereses que mueven a un chico a consumir en determinado contexto y en últimas para poder realizar una buena intervención lo que uno necesita es saber el por qué y para qué lo hacen y eso no lo dicen la estadística, lo dicen las ciencias sociales y humanas.
Semana.com: ¿Qué variables se deben tener en cuenta a la hora de hacer estas encuestas?
J.Q.: Las encuestas son números fríos impersonales, sin rostro, sin piel, sin testimonios, sin historia, sin problemas, sin emociones. Debemos pasar de los fríos datos estadísticos a los estudios cualitativos con la participación de todos los vinculados, se quedaron en preguntarle al adolescente, a la familia y al profesor por separado, pero no les preguntan en su conjunto, no los ponen a dialogar, no indagan sobre las búsquedas que hay en las sustancias o las alternativas que demandan para ocupar el tiempo libre.
Semana.com: ¿Cuál es la importancia de que los datos estén actualizados?
J.Q.: La mediciones periódica son importantes, nos muestran tendencias, nos muestran variables, pero siempre deben ir relacionadas con otros datos, la encuestas solas muestran una parte de la realidad, no muestran el mapa completo, hay que cruzarlo con muchos más insumos.
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Semana.com: ¿Qué tan grande es la inversión ?
J.Q.: Durante mucha décadas se han invertido millones en grandes campañas publicitarias para la prevención del consumo y en grandes planes de eliminación de producción de drogas, pero el consumo aumenta y el tráfico aumenta. Cualquier cantidad de dinero que se invierta hoy en día en buscar alternativas va a ser muy inferior del que hasta ahora se ha tirado por la borda. Las estrategias de intervención en temas de drogas de carácter comunitario, participativo, contextualizado y que responda a la realidad particular de cada población, van a ser siempre mucho más baratas y más efectivas que las estrategias masivas que uniforman y homogeneizan.
Semana.com: Colombia es un país muy diverso. Casi que se podría pensar que se necesita un proyecto por departamento. ¿Considera que es así?. ¿por qué?
J.Q.: Claro que sí y ojalá cada municipio sea diferente, puede haber una estrategia nacional, en la que se desprendan estrategias departamentales y municipales. Pero cada una respondiendo a estrategias sencillas y acordes a la realidad de las adolescentes. Son muy diferentes los riesgos de un indígena adolescente del Vaupés frente a la pasta de coca, que las drogas de síntesis de un estudiante de colegio privado de Medellín o la exposición al alcohol de un joven campesino boyacense.