Vida Moderna
¿Cómo hacer para que gatos y perros se lleven bien en la casa?
Tener perros o gatos como mascotas puede ofrecer numerosos beneficios como, por ejemplo, reducir los niveles de estrés.
Introducir a un gato y a un perro en el mismo hogar puede ser un desafío, ya que ambos son animales con diferentes comportamientos y necesidades.
Sin embargo, con paciencia, tiempo y cuidado, es posible lograr que gatos y perros se lleven bien en la casa.
Por tal razón, algunos consejos que pueden servir para ayudar en el proceso de hacer que convivan de manera armoniosa son:
1. Introducción gradual: Realizar una introducción gradual y controlada entre el gato y el perro es importante, y se debe comenzar por permitir que se huelan y se vean a través de una puerta cerrada para que se acostumbren a la presencia del otro sin contacto directo. Luego, se puede usar una puerta con una rejilla o una correa para permitir una interacción más cercana sin riesgo de confrontación. No obstante, es importante observar el comportamiento de ambos animales y ajustar el ritmo de las presentaciones según sea necesario, ya que cada animal tiene su propia personalidad y que la relación puede variar dependiendo de cada individuo.
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2. Espacios separados: Al comienzo, hay que asegurarse de que cada animal tenga su propio espacio separado con comida, agua, cama y juguetes. Esto les dará una sensación de seguridad y les permitirá adaptarse a la presencia del otro gradualmente.
3. Supervisión: Cuando los animales estén listos para interactuar directamente, hay que asegurarse de supervisarlos de cerca, y una recomendación es mantener al perro con correa para tener un mayor control y evitar dejarlos solos sin supervisión hasta que hayan demostrado una convivencia pacífica durante períodos de tiempo prolongados.
4. Reforzamiento positivo: Premiar y elogiar a ambos animales por comportamientos amigables y pacíficos. Esto puede incluir darles golosinas, caricias y palabras de aliento cuando estén cerca uno del otro sin mostrarse agresivos.
5. Tiempo individual: Hay que asegurarse de pasar tiempo individual de calidad con cada animal. Esto les permitirá sentirse seguros y amados, evitando posibles conflictos por atención o territorio.
6. Permitir el escape: Es importante asegurarse de que ambos animales tengan la posibilidad de escapar o retirarse a un lugar seguro si se sienten incómodos. Esto puede ser una habitación separada para el gato o un área alta accesible donde el perro no pueda llegar.
7. Aclimatación olfativa: Intercambiar las camas o mantas entre el gato y el perro para que se familiaricen con el olor del otro. Esto puede ayudar a reducir la ansiedad y a normalizar la presencia del compañero.
8. Control de la curiosidad: Los perros pueden ser más curiosos y entusiastas, mientras que los gatos pueden ser más reservados. Por ello, hay que asegurarse de que el perro esté calmado y bajo control cuando se acerque al gato, para evitar que lo asuste o intimide.
9. Tiempo de juego conjunto: Una vez que los animales se sientan más cómodos estando cerca uno del otro, se les puede permitir jugar juntos bajo supervisión, y se pueden usar juguetes interactivos o también se puede jugar con ellos al mismo tiempo para que asocien la experiencia con algo positivo y divertido.
Hay que señalar que el proceso de adaptación entre un gato y un perro puede variar considerablemente dependiendo de las personalidades individuales de las mascotas y de la forma en que se maneje la introducción. En algunos casos, puede llevar solo unos pocos días para que el gato y el perro se acostumbren el uno al otro, mientras que en otros casos puede llevar varias semanas o incluso meses.
*Este artículo fue creado con ayuda de una inteligencia artificial que utiliza machine learning para producir texto similar al humano, y curado por un periodista especializado en Semana