Vida Moderna
¿Cómo hacer una mascarilla de colágeno para tener una piel suave como la porcelana?
Si se observa alguna reacción alérgica se recomienda desistir de su aplicación.
El Instituto Nacional del Cáncer (NCI) describe el colágeno como una “proteína fibrosa que se encuentra en los cartílagos y otros tejidos conjuntivos”. Sus efectos se pueden percibir en la piel joven porque le da suavidad y firmeza.
No obstante, Mundo Deportivo señala que a partir de los 30 años el cuerpo disminuye la producción de esta proteína y, por tanto, se perciben arrugas y líneas de expresión como signos de la edad.
En consecuencia, en el mercado hay una amplia variedad de productos que aseguran tener colágeno o provocar sus resultados, dejando una piel suave y más joven, pero de hecho, la creencia popular asegura que emplear ciertos ingredientes naturales como mascarillas puede ayudar a darle un aspecto diferente a la piel, como la miel y el tomate, asegura Cocina Fácil.
Es importante aclarar que los alimentos que están compuestos de vitamina C suelen ayudar a estimular la producción de colágeno del cuerpo, porque es una de sus funciones. La manera correcta de obtener esta vitamina es dentro de un plan de alimentación balanceado.
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Lo anterior, lo confirma la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos (MedlinePlus) que menciona que la vitamina C puede: “Formar una proteína importante llamada colágeno, utilizada para producir la piel, los tendones, los ligamentos y los vasos sanguíneos”, se puede leer en su publicación oficial revisada en 2023.
Tomate
La Fundación Española de la Nutrición (FEN) señala que el tomate -conocido científicamente como Lycopersicom-, tiene un origen peruano, con una gran variedad de tamaños y formas como la pera, la cereza o el cherry.
Por esto, Tua Saúde menciona que el consumo de tomate procura el bienestar de los ojos y la piel gracias a los carotenoides, relacionados con la vitamina A.
Dentro sus compuestos a destacar el tomate también contiene proteínas, vitamina A y vitamina C que se ven involucrados con la formación de pigmentos de la retina del ojo. Asimismo, fortalece la vista, siendo importante para el buen funcionamiento ocular.
Incluso el sitio web menciona que puede ayudar a prevenir el envejecimiento prematuro, reducir el riesgo de diabetes, combatir la anemia y mejorar el tránsito intestinal.
En este sentido y de acuerdo con un artículo publicado por Mejor con Salud escrito por Valeria Sabater, el tomate en el rostro puede ayudar a cerrar los poros y a disminuir el exceso de grasa. Lo anterior no tiene una evidencia científica, sino que es una creencia popular.
No obstante, el estudio publicado por la National Library of Medicine ‘Los tomates protegen contra el desarrollo de carcinoma de queratinocitos inducido por UV a través de alteraciones metabolómica’, publicado en el 2017, afirma que si se consume tomate de manera regular, este puede tener un efecto protector para contrarrestar quemaduras producidas por el sol.
Miel
La enciclopedia médica a través de su servicio en línea también comenta que la miel es “un líquido espeso y dulce producido por las abejas a partir de néctares de plantas. Se usa comúnmente como edulcorante en los alimentos”.
No solo es un sustituto del azúcar, sino que puede colaborar con la buena cicatrización de las heridas, acelerando su proceso.
De hecho, MedlinePlus, en su página oficial, puntualiza que cuando es aplicada sobre la piel puede ayudar a “evitar que la piel se adhiera a los apósitos para heridas”.
Mascarilla de colágeno para tener una piel suave como la porcelana
Cocina Fácil describe el paso a paso de esta mascarilla que puede ser útil para mejorar el aspecto de la piel, dejándola suave como una porcelana. Si se observa alguna reacción alérgica se recomienda desistir de su aplicación.
Modo de preparación y uso
- Lavar muy bien un tomate y agregarlo a la licuadora junto a una cucharada de miel.
- Licuar muy bien hasta obtener una mezcla homogénea y espesa.
- Aplicar sobre el rostro limpio.
- Dejar actuar por unos minutos y retirar con abundante agua.
- Repetir mínimo 2 veces a la semana.