Vida Moderna
¿Cómo identificar si el cuerpo necesita colágeno?
A partir de los 25 años el organismo disminuye la producción de colágeno.
El colágeno es una sustancia que está presente en la piel, los huesos, los ligamentos, los tendones y cartílagos, de acuerdo con el portal Muy Saludable del Grupo Sanitas de España.
De hecho, el colágeno se produce a partir de la combinación de aminoácidos, que son nutrientes contenidos en los alimentos ricos en proteínas, junto con otros elementos como la vitamina C, el zinc y el cobre.
Sin embargo, la doctora Lorea Bagazgoitia, en su libro Lo que dice la ciencia sobre el cuidado de la piel, reveló que a medida que el tiempo avanza y, en especial, desde los 25 años, el organismo disminuye la producción de colágeno.
Por ello, la tienda de nutrición deportiva señaló en su blog que unos síntomas de falta de colágeno son:
1. Dolor en las articulaciones.
2. Disminución de la movilidad.
3. Problemas gastrointestinales.
Adicional, el portal portugués de salud, nutrición y bienestar Tua Saúde indicó que otros signos que indican una menor cantidad de colágeno en el cuerpo son:
- “Disminución de la espesura de las hebras del cabello;
- Aumento de la flacidez y pérdida de la elasticidad de la piel;
- Surgimiento de arrugas y de líneas de expresión;
- Aparición de estrías;
- Piel fina y deshidratada;
- Disminución de la densidad de los huesos como en los casos de osteopenia y osteoporosis”.
Así las cosas, es importante consumir alimentos y suplementos que ayuden con la producción de esa proteína.
Por ejemplo, una forma de aumentar el colágeno es con suplementos y ese se llama colágeno hidrolizado. “Este colágeno hidrolizado se obtiene principalmente de hueso y cartílago bovino. Es especialmente útil para promover la producción de colágeno en el cuerpo, ayudando a fortalecer las articulaciones, uñas y cabello”, explicó el portal Muy Saludable.
Asimismo, añadió que “se recomienda consumirlo (la ingesta de colágeno) a partir de los 30 años, cuando la piel empieza a desgastarse de manera notable, aunque si se pasa mucho tiempo bajo el sol o se fuma, se puede empezar a consumirlo antes debido al desgaste en la piel en ambas actividades”.
Además, la ingesta de colágeno podría ayudar a prevenir el riesgo de enfermedades cardíacas, pues esta proteína colabora en la estructuración de las arterias y los vasos sanguíneos que transportan la sangre. Sin la proteína, las arterias podrían deteriorarse y volverse frágiles.
No obstante, hay que señalar que Medline Plus, la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, indicó que tomar dosis altas de 15 gramos al día podría aumentar el riesgo de efectos secundarios, como dolor de garganta, encías hinchadas y llagas en la boca.
Respecto a los alimentos que ayudan con la producción de colágeno son: huevos, verduras, carnes rojas, pollo; cítricos (pomelos/toronjas), bayas (frambuesas, arándanos y moras), frutas tropicales (mango, kiwi, piña y guayaba), ajo, hojas verdes (espinaca, col rizada, acelgas, brócoli y demás verduras.
Sin embargo, hay otros alimentos que no contribuyen a mantener un buen nivel de colágeno, como el exceso de azúcar y los carbohidratos refinados, que pueden causar inflamación en el organismo y deteriorar el colágeno en el cuerpo, lo que también se ve reflejado en un deterioro en el estado de la piel, los huesos y los músculos.
Por su parte, otras formas de aumentar el colágeno son:
- Hacer ejercicio: es fundamental para mantener una buena producción de colágeno que contribuya al óptimo funcionamiento del sistema óseo y muscular, entre otros. Entre las actividades físicas más comunes se destacan: caminar, montar en bicicleta o correr y todas ellas se pueden realizar con cualquier nivel de capacidad y para disfrute de todos. Además, es importante cumplir con las nuevas directrices de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que recomienda por lo menos de 150 a 300 minutos de actividad física aeróbica de intensidad moderada o vigorosa por semana, para todos los adultos, incluidas las personas que viven con afecciones crónicas o discapacidad, y un promedio de 60 minutos al día para los niños y adolescentes.
- Dormir de manera reparadora: dormir lo suficiente permite estimular la melatonina, la hormona relacionada con el sueño que tiene un poder antioxidante y antiinflamatorio. Además, dormir al menos siete horas incrementa la hormona del crecimiento.
De todos modos, la información antes dada de ninguna manera sustituye la asesoría médica y por ello lo primero que hay que hacer es consultar a un experto de la salud para que sea este quien guíe el proceso e indique qué es lo más adecuado para cada persona.