SALUD
¿Cómo influye el sueño en el sistema inmune?
No dormir bien afecta los llamados linfocitos T, que produce la médula ósea, cuyas funciones se centran en luchar contra los agentes infecciosos.
Mientras las personas duermen, el sistema inmunológico aprovecha para regenerarse y fortalecerse en sus funciones contra las toxinas y los gérmenes que pueden afectar al organismo.
Tan importante es dormir bien como alimentarse adecuadamente y de forma saludable para fortalecerse físicamente, indica el Instituto Europeo del Sueño.
Diversos estudios científicos han determinado que no dormir bien y de manera prolongada afecta a los llamados linfocitos T o células T que produce la médula ósea y cuyas funciones son parte importante del sistema inmunológico para luchar contra los agentes infecciosos.
El insomnio u otros trastornos del sueño también pueden tener efectos nocivos en funciones orgánicas relacionadas con el plasma sanguíneo, las moléculas solubles como la adrenalina y también el neurotransmisor adenosina.
También las investigaciones han establecido que las personas que duermen menos de siete horas al día son tres veces más propensas a resfriarse que las que duermen ocho horas o más, indica el mencionado sitio web.
Un estudio realizado por científicos de las universidades de Tubinga y Lüben, en Alemania, indica que solo tres noches sin dormir son suficientes para afectar los linfocitos T, claves para luchar contra las infecciones. El estudio publicado en Journal of Experimental Medicine hace un análisis sobre la capacidad de unión de las células T con una determinada molécula, una función que les posibilita adherirse a otras células. Esta es precisamente su finalidad dentro del sistema inmunológico.
Para los investigadores, la adhesión de los linfocitos a otras células les permite moverse por el cuerpo y acoplarse, por ejemplo, en células infectadas con el fin de eliminar la infección.
De acuerdo con los especialistas, durante el sueño aumenta la memoria inmunológica, esto se refiere a la capacidad del organismo de defenderse ante una infección futura.
Por otro lado, se cree que el sueño sirve para reasignar recursos energéticos de funciones relacionadas con la vigilia. Para los expertos, no solo se trata de dormir las horas correctas, sino también de respetar el horario del ritmo circadiano, que es el que regula los cambios en las características físicas y mentales.
De igual manera, la privación parcial de sueño repetida, es decir, dormir menos de seis horas produce el incremento de marcadores proinflamatorios IL-6, TNF-α y proteína C reactiva.
Otros efectos negativos
La falta de sueño también puede afectar la velocidad con la que una persona se recupera si se enferma. Mientras la persona duerme, el sistema inmunológico libera proteínas llamadas citocinas, algunas de las cuales ayudan a promover el sueño. Algunas citocinas deben aumentar cuando se presenta una infección o inflamación o cuando la persona está estresada.
“La falta de sueño puede reducir la producción de estas citocinas protectoras. Además, los anticuerpos y las células que combaten infecciones disminuyen durante los períodos en los que no se duerme lo suficiente”, indica Mayo Clinic.
No dormir bien o las horas indicadas a largo plazo también aumenta el riesgo de obesidad, diabetes y enfermedades cardiovasculares relacionadas con el corazón y los vasos sanguíneos.
¿Cuánto sueño requiere una persona para potenciar su sistema inmunológico? La cantidad óptima de sueño para la mayoría de los adultos es de siete a ocho horas de buen sueño por noche. Los adolescentes necesitan de nueve a diez horas y los niños en edad escolar requieren de diez a más.
De todas maneras, más horas de sueño no siempre es lo mejor. Para los adultos, dormir más de nueve a diez horas por noche puede producir sueño de mala calidad, por ejemplo, dificultad para quedarse o mantenerse dormido, por eso lo ideal es siempre dormir el tiempo indicado y tratar de tener un sueño de buena calidad.