SALUD
¿Cómo mejorar la resistencia física y qué ejercicios ayudan a aumentarla?
Ejercitarse físicamente controla el estrés, sube el autoestima y disminuye la tasa de enfermedades cardíacas.
Ejercitarse es clave para el buen funcionamiento del cuerpo. Cuando las personas desarrollan actividad física, incrementan la capacidad pulmonar, oxigenan la sangre y ejercitan las fibras de los músculos. A esto se le reconoce como resistencia física.
Esta resistencia es fundamental para cualquier actividad que se desempeñe, incluso si se trata de algo rutinario en el trabajo, pues lo que hace es desarrollar esa capacidad de “aguante” que tiene el cuerpo, pero que muchas veces no se potencia de manera adecuada.
Según los expertos, cuando se realizan ejercicios para cumplir con este objetivo, lo que la persona busca es incrementar el ritmo cardíaco y mantener esa frecuencia elevada por más tiempo con base en el entrenamiento. Esto, además, ayudará a quemar grasas y calorías.
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“Un artículo publicado por la Universidad Autónoma de Madrid destaca que ejercitarse, en general, controla el estrés, sube el autoestima y disminuye la tasa de enfermedades cardíacas”, cita el portal Mejor con Salud.
En la lista de ejercicios que ayudan a lograr este objetivo se destacan los siguientes:
1. Caminar rápido. Esta es una de las actividades más sencillas en el camino de lograr la resistencia, pues además de no generar ninguna complicación, es una forma óptima para estar activo, indica un artículo del diario Mundo Deportivo.
2. Bailar. Si bien hay diferentes opciones de baile, algunos como la zumba resultan muy efectivos, como ejercicios cardiovasculares. Solo se requiere de una sesión de unos 30 minutos de baile intenso para mejorar la resistencia de manera significativa.
3. Montar en bicicleta: A la hora de mejorar el sistema cardiovascular, el ciclismo es una actividad ideal, aunque requiere hacerse a un ritmo acelerado. Entrenar a mayor velocidad significa aumentar el ritmo cardíaco, por lo que los músculos comenzarán a demandar mayor cantidad de oxígeno, señala la publicación de Mundo Deportivo.
4. La práctica de running es otra buena opción. No es recomendable empezar a un nivel alto, sino aumentar el tiempo y la velocidad de manera paulatina. De ese modo, el cuerpo se irá adaptando poco a poco.
5. Subir escaleras. Escalar peldaños de manera rápida endurece las piernas. La subida de escalones exige respirar correctamente para llegar al tope, sin agotarse. Es mejor si la persona sube corriendo a su ritmo.
6. Recorrer largas distancias a paso lento. Este es un buen ejercicio cardiovascular para aumentar la resistencia física y quemar grasas.
7. Ejercicios de alta intensidad. Son conocidos por practicarse por períodos cortos de tiempo, pero al tope de la capacidad cardiovascular. Por ejemplo, correr durante 30 minutos, intercalando dos minutos a ritmo moderado y dos al tope de la capacidad.
8. Practicar una rutina diaria de yoga. Esta actividad es un ejercicio muy efectivo para tonificar el cuerpo, pero además permite entender cómo funciona la respiración y enseña técnicas para hacer que sea más eficiente de acuerdo con las necesidades de cada individuo.
9. Deportes en equipo. Juegos como el baloncesto o el fútbol son perfectos para mantener una adecuada forma física al tiempo que se mejora la salud cardiovascular.
10. La alimentación es clave. Por último, según los expertos, la alimentación es determinante en todo intento de mejoramiento físico. Ya sea que se trate de fuerza, capacidad aeróbica o resistencia, si no se cuenta con una dieta adecuada el cuerpo será incapaz de utilizar los nutrientes necesarios para soportar la actividad física.
Según Mejor con Salud, cuando una persona hace ejercicios de resistencia debe alimentarse bien y la dieta sugerida se compone de pasta, arroz, cereales y tubérculos. De acuerdo con el peso de la persona, se puede añadir proteínas consumiendo carne, huevo, pescado o leche.
Los especialistas recomiendan que, antes de iniciar rutinas con cualquier actividad física, la persona recurra al médico y se realice un chequeo con el fin de validar cuál es su condición y cuál es el tipo de ejercicio que le conviene practicar, de acuerdo con su estado físico.