Vida Moderna
¿Cómo modificar el estilo de vida para tratar el síndrome del intestino irritable?
La medicación no siempre suele ser la mejor forma de tratar una afección de este tipo.
Aunque lo más común es que las personas recurran a los medicamentos para tratar el síndrome del intestino irritable, no a todos les funciona de la misma forma, ni requieren la misma medicación.
Así lo afirman los expertos de Mayo Clinic, quienes aseguran que, en algunos pacientes, los síntomas se controlan con ajustes en el estilo de vida, como modificar la alimentación, controlar el estrés y hacer ejercicio con regularidad.
“Cuando los síntomas son entre moderados y graves, puede ser necesaria una combinación de cambios en el estilo de vida y medicamentos para controlar el síndrome”, reza el portal web de la clínica.
¿En qué consiste el síndrome?
Este síndrome del intestino irritable comprende una afectación del intestino grueso, y en algunas ocasiones, también del delgado. Las paredes de los intestinos están cubiertas por capas de músculo que se contraen y relajan coordinadamente.
De hecho, son esas contracciones las que permiten desplazar los alimentos a través del sistema digestivo. Pero cuando una persona padece este síndrome, estos movimientos pueden ser más fuertes o notorios.
En últimas, lo que sucede es que este comportamiento anormal lleva a que las personas sientan calambres abdominales y dolor, a medida que la comida, los gases o las heces se desplazan por los intestinos.
“El síndrome del intestino irritable también se relaciona con irregularidades intestinales como diarrea o estreñimiento. Otros síntomas son gases e hinchazón abdominal”, afirma Mayo Clinic.
¿Cuáles son los síntomas?
La clínica aprovecha para hacer una aclaración sobre las personas con síndrome del intestino irritable diagnosticado: algunos problemas abdominales no se relacionan con este trastorno y pueden ser señales de otro problema subyacente.
De acuerdo con la entidad, los síntomas -que deberían ser atendidos oportunamente por un médico- incluyen:
- Sangre en las heces
- Pérdida de peso rápida o inexplicable
- Dolor abdominal constante o fuerte
- Vómito inexplicable
- Dolor fuerte al tragar o dificultad para hacerlo
- Tumor o masa abdominal
El síndrome del intestino irritable es una afección crónica y los síntomas suelen aparecer y desaparecer con el tiempo. Más del 60% de las personas con síndrome del intestino irritable dicen que los síntomas se relacionan de alguna manera con la comida.
No obstante, dado que los síntomas varían considerablemente de una a otra persona, es difícil dar consejos alimentarios específicos que sirvan a todos los que padecen este trastorno, indica la clínica.
¿Cómo mejorar la alimentación?
Los expertos afirman que en muchos pacientes con este diagnóstico es provechoso comer alimentos con alto contenido de fibra, así como beber bastante líquido. Sin embargo, es recomendable evitar bebidas con alta formación de gases, como las alcohólicas y carbonatadas.
Dentro de la lista también están algunas como la cafeína, y otros alimentos como fruta cruda, verduras como la col, el brócoli y la coliflor.
De igual forma, las personas que padecen este trastorno deberían intentar, según la entidad, reducir o eliminar el gluten, pues esto podría aliviar la diarrea relacionada con el síndrome.
“Los estudios muestran que ciertos carbohidratos, conocidos como oligosacáridos, disacáridos, monosacáridos y polioles fermentables (FODMAP, por sus siglas en inglés) derivan en dolor abdominal, hinchazón del estómago y gases en las personas que tienen el síndrome del intestino irritable”, indica el portal web.
“Estos carbohidratos están presentes en ciertas frutas y verduras, en el trigo, en el centeno, en las legumbres, en los alimentos que contienen lactosa (como la leche, el queso y el yogur) y en los edulcorantes artificiales”, añade.
¿Por qué consultar con un experto?
A pesar de que es ampliamente conocido el beneficio que tiene seguir una dieta baja en estos carbohidratos para aliviar los síntomas del síndrome, estos compuestos están presentes en múltiples alimentos, por lo que es difícil saber distinguir entre los provechosos y los no tan provechosos.
“Vale la pena, entonces, encontrar un especialista en dietética que conozca bien el síndrome del intestino irritable. Un dietista puede revisar los síntomas del paciente y las necesidades nutricionales, recomendar cambios en la alimentación y elaborar un plan alimentario personalizado que alivie los síntomas”, señala la Mayo Clinic.
También es importante cuidarse frente al estrés, que afecta el síndrome y puede incrementar los síntomas. En ese sentido, es recomendable que los pacientes aprendan técnicas para reducir los episodios estresantes con actividades como yoga o meditación.
De igual manera, se recomienda a las personas con síndrome del intestino irritable que hagan ejercicio con regularidad. Hacer actividad física todos los días alivia el estrés, estimula las contracciones normales del intestino y promueve un bienestar general.
“Cuando los cambios en el estilo de vida no bastan para impedir que el síndrome del intestino irritable perturbe la vida diaria, hay que hablar con un profesional médico acerca de las alternativas, pues existe una amplia variedad de medicamentos de venta libre o bajo receta médica para tratar este síndrome”, concluyen los expertos de la Clínica Mayo.