Los consejos para ordenar su casa, según Marie Kondo

A los 5 años, cuando Marie Kondo empezó a obsesionarse con las revistas de estilo de vida, como Esse y Orange Page, que su madre acumulaba en casa, no imaginó que en unos años se convertiría en la celebridad del orden más reconocida a nivel mundial. El interés por mantener su entorno limpio y en equilibrio nació de aquellos artículos que mostraban la perfección. Pero la filosofía de que el orden y la felicidad van de la mano nació de su abuela, quien vivía en la prefectura de Miyazaki, al extremo sur de Japón, de una manera simple y austera.

Kondo ha dicho en varias ocasiones que fue ella quien la inspiró a vivir de una forma clara y simple. “Me enseñó a valorar lo que no se puede ver desde fuera”, dijo en una entrevista. Por eso, cuando tenía 15 años, comenzó a ordenar todo su alrededor. Empezó con su cuarto, luego siguió con las habitaciones de sus hermanos, pasó a los espacios de su casa, hasta que terminó organizando los cuartos de sus amigos. En 2003, con 19 años, su fama había escalado tanto dentro de su círculo social que empezó a ganar dinero con ello: se convirtió en una consultora profesional del tema.

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Kondo ejercía este oficio mientras estudiaba sociología en la Universidad Cristiana de Mujeres de Tokio. Después de graduarse, fundó su propia consultora de organización con la que publicó el primer libro, La magia del orden, un best seller que la catapultó a la fama en todo Japón. Para entender la magnitud de su éxito, según las cifras, esta japonesa originaria de Tokio ha vendido más de 4 millones de ejemplares de su primera obra, que ya ha sido traducida a más de 35 idiomas. Dos años después, una de las empresas de radiodifusión más grandes de Japón, NHK, emitió un drama televisivo de dos capítulos basado en Kondo y sus métodos de ordenamiento. Así fue como empezó a volverse una celebridad en los medios, y, poco a poco, los programas televisivos, a los que asistía para explicar su método KonMari, la posicionaron en la prensa internacional.

Pero su éxito definitivo a nivel mundial ocurrió hace pocos meses con el estreno de su serie en Netflix, ¡A ordenar con Marie Kondo! La producción, de ocho capítulos, gira en torno a un grupo de familias norteamericanas que tienen algo en común: algún rincón de su casa o el hogar completo son un auténtico desorden. Los episodios, de 40 minutos, muestran cómo algunas de estas personas viven agobiadas por la incapacidad de deshacerse de sus objetos: montañas de ropa, juguetes, libros, papeles, bolsos, estanterías, muebles y demás elementos innecesarios. Y como una verdadera heroína, Kondo llega para salvarlos de esa acumulación compulsiva que hoy ya ha pasado a convertirse en un síntoma cotidiano de la vida moderna, considerado incluso por muchos psicólogos como una enfermedad.

Aunque Kondo no tiene una formación científica, su sistema se asemeja a lo que la psicología recomienda para evitar caer en el síndrome del acumulador compulsivo. Su método KonMari enseña que hay que ordenar categóricamente. Comenzar por la ropa, luego con libros, papeles y artículos diversos, y terminar con cosas sentimentales. Una vez que finaliza, la persona debe hacerse la última pregunta: “¿Esto me causa alegría?”. Si lo hace, hay que guardarlo, pero si no, pasarlo a la canasta de donaciones.

Todo ello debe hacerse de manera integral. Esto quiere decir que no sirve de nada ordenar solo una parte del armario y dejar la otra para después, pues “cuando dispersamos un artículo en particular u ordenamos un lugar a la vez, no captamos el volumen general y, por lo tanto, nunca podemos terminar”, explica Kondo. La razón es que eso no permite tomar decisiones objetivas y mantener el orden a futuro.

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Para Kondo es necesario reunir todos los elementos relevantes de una categoría y ordenarlos a la vez. Pero lo novedoso de su método es que obliga a transformar un espacio rápidamente, y combina el decluttering (como le dicen en inglés a terminar el desorden, el caos y la suciedad) físico y mental dándole un mayor aprecio a todo lo que tiene en la vida. En ese sentido, no solo queda plasmado en la mejoría del orden del hogar, sino que puede influir en las futuras elecciones de vida, los patrones de compra y permitirle adquirir solo lo que necesita.

KonMari es un método que comparte perspectivas similares a las del minimalismo. Su visión es que las personas deberían contemplar sus artículos de un solo vistazo. Esto no solo mejora la calidad de vida y promueve la salud mental, sino que ahorra tiempo: las personas no perderán minutos buscando los objetos ni tampoco comprando cosas que no necesitan. En cambio, sí podrán utilizarlo en el crecimiento personal, el tiempo de calidad con amigos y familiares, o simplemente en la ociosidad.

Aunque durante años la ciencia ha debatido sobre los pros y los contras del desorden, recientes estudios como el de la Universidad DePaul de Chicago, publicado en la revista Current Psychology, afirma que llevar una existencia desprolija no tiene nada positivo: impacta directamente en la salud y los niveles de insatisfacción de vida. Algunos dicen, incluso, que el desorden enloquece y tiene una influencia directa en el estrés y la ansiedad, los grandes males de la sociedad de hoy. Tal vez por eso, Marie Kondo se ha vuelto tan popular. 

5 mandamientos para una casa ordenada

Enfrente el caos  

No hay que ir cajón por cajón; resulta conveniente ver la magnitud de las pertenencias. Por eso, aconseja vaciar los armarios y cajones, y apilar sobre la cama. Luego, escoger prenda por prenda y guardar solo lo que realmente le haga feliz.

Organice en familia

Para que el orden prevalezca, todos, incluso los más pequeños, deben implicarse en las tareas domésticas, dice Kondo, pues es importante que cada cual se responsabilice de su espacio. “Ordenar juntos es una manera de que las parejas vean si comparten los mismos valores y la importancia de trabajar en equipo”, dice la gurú. 

Elimine las etiquetas de marcas

Algo sobre lo que Marie Kondo habla mucho en su libro es la cantidad de productos de marca de "ruido" que hay dentro de los hogares. Marie Kondo revela que "al eliminar el exceso de información visual que no produce alegría, puede hacer que su espacio sea mucho más tranquilo y cómodo". Si bien requiere un poco de esfuerzo deshacerse de las etiquetas de sus jabones y limpiadores corporales, el resultado final vale la pena y deja todos sus espacios con un aspecto mucho más limpio, elegante y menos saturado.

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Dejar los objetos de valor sentimental para el final

Kondo recomienda dejar esto en último lugar porque, de no hacerlo así, es muy posible que frene el proceso de orden integral de la casa. La japonesa recomienda crear una “caja del tesoro” y decorarla para guardar aquellas cosas que, por inútiles que sean, el corazón se resiste a perder de vista.

Haga uso de las herramientas de organización que ya tiene

A veces, cuando es hora de que las personas se reorganicen, comienzan a comprar un montón de herramientas organizativas. Sin embargo, a menudo, las personas tienen un montón frente a su  narices. Si bien las cajas nuevas y bonitas son más agradables estéticamente, Marie Kondo recomienda las cajas de zapatos, televisores o demás objetos que sirvan. Disminuir gastos y espacios es la prioridad.