¿Cómo pedirle ayuda a los ángeles?

De acuerdo con Ana Mercedes Rueda, una periodista con 20 años de experiencia y origen colombiano, revela que los ángeles han sido compañeros constantes en su vida. Desde su infancia, Rueda recuerda cómo solía sentarse en su cama con un cuaderno, cerraba los ojos y dejaba que sus manos escribieran de manera apresurada en una letra peculiar.

“La letra parecía cursiva, estirada, y hasta mi madre tenía dificultades para descifrarla. Sin embargo, por lo poco que lograba entender, decía palabras como ‘Dios’”, relata Rueda, quien ahora tiene 41 años y reside en New Canaan, Connecticut.

A pesar de que Rueda no tiene un recuerdo vívido de esta anécdota, le fue contada por su madre, quien siempre sostuvo la creencia de que Ana tenía una conexión especial con el más allá.

Hoy en día, Ana Mercedes Rueda afirma tener una comunicación directa con los ángeles y transmite sus mensajes a través de consultas individuales, talleres y conferencias a través de su compañía “Mensaje de Ángeles”. Además, publica regularmente artículos en medios de comunicación en Colombia y ha participado en diversos programas de televisión hispanos en Estados Unidos, como “Despierta América” y “Noticias 41 Nueva York Al Despertar”.

Rueda desmitifica la idea de que la comunicación con los ángeles implica cambios físicos o fenómenos extraordinarios. Explica: “No es que mi voz cambie, ni que yo levite, ni nada de esas cosas que uno ve en películas. Simplemente soy yo, pero no son las palabras de Ana Mercedes, sino palabras que provienen de los ángeles”.

Con una voz cálida y un espíritu jovial, Rueda sostiene que los ángeles se manifiestan “de la manera en que uno crea en ellos” y describe cómo, en ocasiones, los percibe como siluetas coloreadas. Ella experimenta estas comunicaciones de diversas formas: escuchándolos (clariaudiencia), a través de visiones (clarividencia), intuición (clarisentimiento) y por un conocimiento innato (clariconocimiento).

Rueda, quien fusiona técnicas de meditación y espiritualidad oriental con su trasfondo católico, afirma que todos nosotros tenemos ángeles que nos cuidan, sin importar la religión o creencias. Para ella, estos seres etéreos están siempre presentes y disponibles para brindar guía y apoyo.

¿Cómo hace cuando quiere iniciar una supuesta comunicación?

Hay dos maneras. La manera rápida es simplemente yo mentalmente tener una comunicación con ellos, como si fuera algo telepático: Yo pienso algo y recibo el pensamiento de respuesta. Cuando quiero hacerlo más en profundidad, entonces ya me concentro, me relajo, coloco música suave, cierro los ojos y entro en una meditación. De esa manera es cuando yo puedo empezar a recibir información por escrito.

Muchas personas desarrollan sus propias concepciones sobre la naturaleza de los ángeles.

¿Qué significa un ángel para las personas?

Según lo que he aprendido, un ángel es una entidad luminosa creada por Dios para brindar apoyo a los seres humanos en su proceso de evolución en la Tierra. Dios los concibió con el propósito de guiar, proteger y asistir a los seres humanos en sus necesidades. Los veo como extensiones divinas, pequeñas chispas de Dios presentes a nuestro alrededor para cumplir con esta misión específica para la que fueron creados.

¿Cómo se describiría esta labor?

A pesar de que muchas personas se autodenominan “angelólogas”, yo prefiero referirme a mí misma como una canalizadora de mensajes de ángeles. Mi función implica servir como intermediaria para transmitir la información de los ángeles.

¿Cómo las personas se dan cuenta de su capacidad para esto?

De manera consciente, he estado canalizando mensajes durante más de dos décadas. Todo comenzó en un día común en Bogotá, cuando trabajaba para una revista. En momentos en los que uno está pensando, a veces se escucha una voz interior que responde, ¿verdad? Fue exactamente así. Mientras estaba sumida en mis pensamientos, de repente, una nueva idea se presentó y empezó a responder lo que estaba reflexionando. Quedé perpleja y al llegar a la oficina, me encontré con una compañera de trabajo y amiga. No sabía que ella tenía esta habilidad particular, y fue ella quien me explicó que estaba empezando a recibir mensajes.