Vida moderna
¿Cómo practicar ‘mindfulness’ para eliminar el dolor físico?
Mejora el dolor crónico, disminuye la ansia por medicina y reduce los síntomas de depresión.
El dolor crónico es la principal causa del uso indebido analgésicos como la oxicodona, el tramadol, la hidrocodona o el fentanilo. Sin embargo, el abuso de estos fármacos es un gran problema porque aumenta la sensibilidad al dolor, lo que a su vez empuja a consumirlos más, generando adicción y un vicio difícil de solucionar.
Un estudio de la Universidad de Utah ha demostrado que una terapia basada en el mindfulness realizada durante ocho semanas disminuye el uso y el abuso de opioides, reduce los síntomas de dolor crónico y sus efectos duran hasta nueve meses. La terapia, creada por el investigador clínico y psicoterapeuta Eric Garland, se llama Mejora de la recuperación orientada a la atención plena (M.O.R.E.).
Este es el primer ensayo clínico a gran escala que demuestra que una intervención psicológica (asociada a la mente) puede reducir tanto el uso indebido de fármacos, como el dolor crónico entre las personas a las que se les recetan analgésicos opioides.
Para dicho estudio se siguió a 250 adultos con dolor crónico que hacían un uso indebido de los mismos. Los resultados arrojaron que la gran mayoría que tomabann hidrocodona u oxicodona, seguían teniendo dolor y sufrían depresión. Además, más de la mitad habían desarrollado un trastorno por su consumo.
Tendencias
Este tipo de trastorno implica un autoconsumo compulsivo a largo plazo para fines no médicos. Se diagnostica cuando aparecen los siguientes síntomas durante un período de 12 meses:
- Seguir tomándolos a pesar de que agrava el dolor o el malestar emocional, por ejemplo, la depresión.
- Presentar síntomas de síndrome de abstinencia.
- Consumir en cantidades mayores o más tiempo de lo recomendado por el médico.
- Sentir necesidad de consumirlos o intentar sin éxito disminuir su uso.
- Ser incapaz de cumplir con las obligaciones en el trabajo y en el hogar.
- Renunciar a reuniones sociales o salidas a causa de los opioides.
Mindfulness
Los participantes fueron divididos en dos grupos. Un primer grupo recibió psicoterapia estándar y el otro terapia basada en la atención plena (mindfulness). Ambos hicieron ocho sesiones grupales semanales de dos horas, así como 15 minutos de práctica diaria.
En el estudio se midieron los comportamientos de uso indebido de los analgésicos de los participantes con los síntomas de dolor, los niveles de ansiedad, estrés y depresión, y la dosis de los mismos tomada durante los nueve meses que duró. El deseo se midió en tres momentos aleatorios del día, a través de un mensaje de texto enviado a los móviles de los participantes.
Conclusiones:
- Pasados nueve meses, el 45 % de los participantes del grupo que realizó mindfulness ya no abusaba de los medicamentos, y el 36 % había reducido su uso a la mitad o más.
- Estos pacientes tenían más del doble de probabilidades que los de psicoterapia estándar de dejar de abusar de ellos al final del estudio.
- El mindfulness también mejoró su dolor crónico, disminuyó su ansia de medicina y redujo los síntomas de depresión a niveles por debajo del umbral del trastorno depresivo mayor.
“Sorprendentemente, los efectos del mindfulness parecen fortalecerse con el tiempo”, señala Garland, que lleva más de una década estudiando la técnica. “Una posible explicación es que estas personas están integrando las habilidades que han aprendido a través de mindfulness en su vida cotidiana”, añade Garland.
Por otro lado, planteó la hipótesis de que, según investigaciones anteriores, los beneficios sostenidos podrían estar relacionados con la capacidad del mindfulness para reestructurar la forma en que el cerebro procesa las recompensas, como si dejara de valorar las recompensas que le aportan las drogas y valorara más las recompensas naturales.