Vida Moderna
Cómo preparar polvos caseros para el rostro con ingredientes naturales
Los polvos faciales permiten dar una mejor apariencia al rostro. Estas son algunas alternativas naturales para prepararlos en casa.
Los cosméticos se han convertido en uno de los productos de belleza de mayor consumo, en especial los polvos faciales, que son característicos por mitigar o cubrir algunas imperfecciones del rostro. Por lo general, cada producto tiene una paleta de color específica que se adapta al tono de piel, pero en algunos casos el uso de este maquillaje provoca alteraciones, según dermatólogos.
Hay variedades de polvos faciales: sueltos o compactos. De acuerdo con información recopilada por el portal web Mejor con Salud, los polvos sueltos tienen una textura similar a la harina, en cambio, los compactos se adhieren en mayor proporción al rostro y se aplican con esponja.
En adición, este tipo de cosmético se clasifica según sus usos y cualidades; el citado portal comparte algunas de ellas:
- Polvos faciales de sol: sirven para subir el tono del color normal de la piel y proteger contra los rayos UV.
- Polvos translúcidos: son de color blanco y se utilizan para sellar el maquillaje, mitigar el brillo y dar suavidad al rostro.
- Polvos faciales minerales: por lo general son líquidos, como el corrector y la base. Mejor con Salud explica que son la mezcla de dos polvos diferentes para conseguir una tonalidad perfecta y el colorete.
- Polvos iluminadores: brindan mayor luz propia a la cara de las personas.
Los polvos son el aliado perfecto para mejorar el aspecto de la piel. Sin embargo, existen personas que desean adquirir este producto con ingredientes naturales y se les hace difícil conseguirlo en un comercio o establecimiento de belleza; por eso el mencionado sitio web, que ofrece publicaciones sobre salud mental y belleza, comparte una dupla de recetas caceras preparar polvos faciales desde casa.
Receta 1: preparación de polvo compacto natural
Ingredientes: un trozo de algodón, un estuche de polvo compacto vacío, dos servilletas de papel absorbente, una cucharadita de alcohol etílico, cinco cucharadas de fécula de maíz o Maizena, y cacao sin azúcar en polvo.
Preparación: en un recipiente colocar la fécula de maíz o Maizena junto al cacao, este se agrega según el tono de color deseado; después, se debe incorporar la mezcla al estuche de polvo compacto sin sobrepasar su llenado; luego de esto, añadir alcohol en pequeñas cantidades e irlo eliminado con ayuda de un palillo hasta conseguir una mezcla en forma de pasta; aplastar con una cuchara y, conjuntamente, poner las servilletas de papel absorbente para eliminar los excesos de alcohol. Por último, mantener el estuche en un espacio adecuado y limpiar los sobrantes.
Receta 2: preparación de polvo suelto natural
Esta preparación costa de dos fases, por lo que se necesita dar uso a diferentes ingredientes en cada una de ellas.
Ingredientes/fase 1: tres gramos de polvo de seda, tres gramos de polvo de perlas, cinco gramos de estearato de magnesio, un gramo de almidón de arrurruz, tres gramos de arcilla blanca o caolín y un gramo de urea.
Ingredientes/fase 2: 20 gramos de dióxido de titanio, cinco gramos de pigmento marrón, tres gramos de pigmento ocre-amarillo y, si se desea, óxido de zinc.
Preparación: mezclar en un recipiente todos los ingredientes de la fase uno, pero se debe moler la urea hasta que quede con un aspecto fino; luego de esto, tamizar toda la combinación con un colador durante un par de veces. Para la segunda fase, se deben moler todos los pigmentos hasta conseguir una tonalidad uniforme.
Luego de terminar la primera y segunda fase, se añade los resultados de la fase dos a la fase número uno; posteriormente, tamizar toda la mezcla hasta desparecer todos los grumos restantes.
Cabe señalar que antes de aplicarse alguno de los productos realizados en casa, se recomienda consultar con médicos y especialistas para contrarrestar efectos secundarios que los ingredientes puedan generar en la piel del rostro.