Vida moderna

¿Cómo prevenir niveles de azúcar altos?

Un estilo de vida saludable es importante para lograr esto.

13 de noviembre de 2022
Los altos niveles de azúcar en la sangre pueden ser un riesgo para la salud.
Los altos niveles de azúcar en la sangre pueden ser un riesgo para la salud. | Foto: Getty Images/iStockphoto

El azúcar, que también es en algún momento glucosa, es la principal fuente de energía del cuerpo humano. Se obtiene de los alimentos de la dieta diaria. Aunque es importante, tener niveles elevados en la sangre pone en riesgo la salud de las personas y contribuye al desarrollo de enfermedades como la diabetes.

Por esta razón, Medline Plus, sitio web de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, brinda algunos consejos para tener en cuenta y contribuir a la prevención de la diabetes. Un estilo de vida saludable es clave para lograr este propósito:

  1. Es crucial tener y mantener un peso saludable para contribuir a disminuir el riesgo de padecer diabetes. “Es posible que pueda prevenir o retrasar la diabetes al perder entre el 5 % y el 10 % de su peso actual”, explica la Biblioteca.
  2. Una dieta equilibrada es clave para el bienestar integral del cuerpo humano. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), buenos hábitos alimenticios contribuyen a disminuir el riesgo de padecer enfermedades no transmisibles como la diabetes. Medline Plus agrega que, “para lograrlo, su dieta debe incluir porciones más pequeñas y menos grasa y azúcar. También debe consumir alimentos de cada grupo alimenticio, incluyendo muchos granos integrales, frutas y verduras”. Consultar a un nutricionista es uno de los pasos más importantes para recibir información profesional y obtener un plan de comidas especializado, de acuerdo con las necesidades individuales.
  3. Ejercitarse frecuentemente es otra de las recomendaciones de los expertos para tener una buena salud. Además de ayudar a perder peso ayuda a disminuir el riesgo de sufrir diabetes tipo 2.
  4. No fumar. De acuerdo con Medline Plus, tener este hábito ayuda a tener resistencia a la insulina. Lo recomendable es consultar a un doctor para recibir ayuda profesional.

Cuidado con algunos desencadenantes

Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) señalan algunos desencadenantes que pueden contribuir al incremento significativo de la glucosa en la sangre:

  • Quemaduras solares: el dolor de las quemaduras solares puede provocar estrés y este, a su vez, incrementar los niveles de azúcar en el torrente sanguíneo.
  • Endulzantes artificiales: aunque aún se requieren de un número de investigaciones más amplio para determinarlo, algunos estudios han mostrado que este tipo de productos pueden incrementar la glucosa en la sangre.
  • Café (sin endulzante): en algunas personas, el nivel de azúcar en la sangre puede ser muy sensible a la cafeína.
  • Falta de sueño: no dormir lo suficiente puede hacer que el cuerpo utilice la insulina ineficazmente.
  • No desayunar: hay personas que prefieren no desayunar, debido al estrés y el afán del inicio del día. Según los CDC “eliminar esa comida de la mañana puede aumentar el azúcar en la sangre después del almuerzo y de la cena”.
  • Hora del día: controlar la glucosa puede resultar una tarea muy complicada según sea el transcurso del día.
  • Aerosoles nasales: algunos de estos productos están fabricados con sustancias químicas que causan que el hígado incremente la producción de glucosa en la sangre.
  • Enfermedad de las encías: puede ser una causa o complicación de la diabetes.

¿Cuándo consultar a un doctor?

Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación, señala que es importante realizar exámenes médicos para verificar que no se tenga diabetes tipo 2 si se tienen las siguientes características:

  • “Personas menores de 45 años que tienen sobrepeso u obesidad, y tienen uno o más factores de riesgo relacionados con la diabetes.
  • Mujeres que han tenido diabetes gestacional.
  • Personas a las que le han diagnosticado prediabetes.
  • Niños con sobrepeso u obesidad, y que tienen antecedentes familiares de diabetes tipo 2 u otros factores de riesgo”.