SALUD
¿Cómo reconocer los síntomas de la demencia?
La OMS aclara que la demencia afecta a cada individuo de manera diferente.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la demencia como un “síndrome –generalmente de naturaleza crónica o progresiva– caracterizado por el deterioro de la función cognitiva (es decir, la capacidad para procesar el pensamiento) más allá de lo que podría considerarse una consecuencia del envejecimiento normal”.
Explica que la demencia afecta a la memoria, el pensamiento, la orientación, la comprensión, el cálculo, la capacidad de aprendizaje, el lenguaje y el juicio, pero la conciencia no se ve afectada. Añade que el deterioro de la función cognitiva a menudo está acompañado, y a veces es precedido, por el deterioro del control emocional, el comportamiento social o la motivación.
Sobre las causas, la OMS explica que este síndrome puede ocurrir debido a distintas enfermedades y lesiones que afectan al cerebro de forma primaria o secundaria, como la enfermedad de Alzhéimer o los accidentes cerebrovasculares.
“La demencia es una de las principales causas de discapacidad y dependencia entre las personas mayores en todo el mundo. Puede resultar abrumadora no solo para quienes la padecen, sino también para sus cuidadores y familiares. A menudo hay una falta de concienciación y comprensión de la demencia, lo que puede causar estigmatización y suponer un obstáculo para que las personas acudan a los oportunos servicios de diagnóstico y atención”, reseña la máxima autoridad de la salud.
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En palabras de Sanitas, una entidad prestadora de servicios de salud, estos son los síntomas más comunes de la demencia:
- Aspectos cognitivos: desorientación, alteración de la memoria, déficit de atención, alteración del lenguaje, apraxias, agnosias.
- Desorientación en las tres esferas: temporal, espacial y de personas.
- Alteración del lenguaje: enlentecimiento del lenguaje, disminución de la capacidad de expresión, afasias (incapacidad de producir y/o comprender el lenguaje).
- Apraxias: pérdida de la capacidad de llevar a cabo movimientos con un propósito a pesar de poder realizarlo.
- Agnosia: incapacidad de reconocer estímulos ya aprendidos.
- Alteraciones conductuales: estos síntomas pueden aparecer por la propia demencia, influenciados por la personalidad previa, por el medio ambiente, incluso por otras causas físicas como presencia de dolor, efecto de algunos fármacos, deshidratación, infecciones, tales como:
- La alteración de la memoria a corto y largo plazo y el déficit de atención son otros síntomas que involucra la enfermedad.
La sintomatología en mención es a modo general, sin embargo, la OMS aclara que la demencia afecta a cada individuo de manera diferente. Lo anterior depende “del impacto de la enfermedad y de la personalidad del sujeto antes de empezar a padecerla”, dice. En ese sentido, los signos y síntomas relacionados con este síndrome se pueden entender en tres etapas:
Etapa temprana
Esta suele pasar desapercibida, puesto que el inicio es paulatino. Los síntomas más comunes incluyen: tendencia al olvido; pérdida de la noción del tiempo; desubicación espacial, incluso en lugares conocidos.
Etapa intermedia
“A medida que la demencia evoluciona hacia la etapa intermedia, los signos y síntomas se vuelven más evidentes y más limitadores”, dice la OMS. En esta etapa las personas afectadas: empiezan a olvidar acontecimientos recientes, así como los nombres de las personas; se encuentran desubicadas en su propio hogar; tienen cada vez más dificultades para comunicarse; empiezan a necesitar ayuda con el aseo y cuidado personal; sufren cambios de comportamiento, por ejemplo, dan vueltas por la casa o repiten las mismas preguntas.
Etapa tardía
Se trata de la última etapa de la enfermedad, donde la dependencia y la inactividad son casi totales. “Las alteraciones de la memoria son graves y los síntomas y signos físicos se hacen más evidentes”, dice la OMS. En esta etapa los síntomas incluyen: una creciente desubicación en el tiempo y en el espacio; dificultades para reconocer a familiares y amigos; una necesidad cada vez mayor de ayuda para el cuidado personal; dificultades para caminar; alteraciones del comportamiento que pueden exacerbarse y desembocar en agresiones.