Vida Moderna

¿Cómo recuperar el esmalte de los dientes de forma natural?

El cuidado dental debe ser supervisado por un especialista para evitar daños.

5 de junio de 2022
Encías
Las visitas regulares al odontólogo son importantes para determinar si se ha perdido o no esmalte dental. | Foto: Getty Images

El esmalte dental es un pequeño tejido de máximo cinco milímetros de espesor y transparente que protege al diente. Aunque este no es sensible al frío o al calor porque no posee terminales nerviosas, sí se puede desgastar con el mal cuidado o con el pasar de los años.

Según el portal Muy Saludable de Sanitas.es entre las principales causas de desgaste del esmalte dental se encuentran algunas bacterias que, con el consumo de varios alimentos, se convierten en ácido y hacen que dicha capa pierda minerales y se deteriore el diente.

“La caries, de hecho, es una enfermedad caracterizada precisamente por la destrucción de los tejidos del diente como consecuencia de la desmineralización provocada por los ácidos que genera la placa bacteriana”, explica el medio.

Por lo anterior, la revista dedicada resolver problemas del día a día UnComo, publicada a través del portal Mundodeportivo, listó una serie de recomendaciones para evitar que se deteriore el esmalte dental, pues, una vez perdido, es imposible volverlo a recuperar.

1. Existen personas que por más que mantengan una buena higiene bucal, usen hilo dental o cambien sus cepillos con regularidad, sufren de desgaste en el esmalte dental. Esto se debe a que padecen de enfermedades gastrointestinales que hay que tratar, de acuerdo con la explicación de médicos especialistas.

Apretar y rechinar los dientes durante la noche puede provocar consecuencias a corto y largo plazo.
La pérdida del esmalte dental puede causar afecciones dolorosas en los dientes como la sensibilidad al calor y al frío. | Foto: Getty Images/Collection Mix: Sub

2. La higiene bucal siempre será el mejor aliado para tener unos dientes sanos. Es necesario cepillar los dientes después de cada comida o, como mínimo, dos veces al día. Además, se aconseja que el cepillo sea eléctrico pues con los convencionales es difícil llegar a las zonas más apartadas.

3. Mantenerse hidratado es importante pues, cuando la boca está mucho tiempo seca, se produce un ambiente ácido poco favorable para la salud bucal.

4. La pasta de dientes es de los productos más fundamentales en su cuidado. Es crucial que la escogida esté hecha a base de flúor, pues sus compuestos evitan, en gran medida, el desgaste del esmalte dental.

5. No utilizar los dientes para otra actividad que no sea la alimentación. Por ejemplo, existen quienes abren botellas, cogen objetos y se comen las uñas, esto, desgasta el esmalte y puede provocar daños peores como el quiebre de un diente.

Dientes manchados
La pérdida del esmalte se puede apreciar cuando la coloración dental se vuelve más amarilla de lo normal. | Foto: Getty Images/iStockphoto

6. Los fumadores tienen más problemas de dientes y encías que los no fumadores. Es decir, que lo mejor es intentar dejar a un lado este hábito que, además, trae otros grandes problemas al organismo.

7. Como se ha dicho, la escogencia del cepillo dental es fundamental. Por ejemplo, se debe tener en cuenta la suavidad de las cerdas. Así mismo, hay que tener precaución con el hilo dental que se escoge para que este no dañe el esmalte.

8. Se aconseja no masticar chicle, ya que en la lengua se arrojan miles de bacterias que se reproducen con los residuos que quedaron entre los dientes, lo que conlleva no solo al mal aliento sino a problemas más severos como, por ejemplo, las caries. Entonces, si se va a consumir chicle, preferiblemente que sea sin azúcar.

9. Se debe reducir el consumo de azúcar, pues afectan la salud de los dientes, gracias a los ácidos que se encuentran presentes en estos artículos. Dichos componentes debilitan el esmalte dental, lo que contribuye a la formación de la caries.

10. En la alimentación, también se aconseja evitar aquellos productos que son muy ácidos como el limón. Además, lo mejor es no beber con mucha frecuencia líquidos irritantes como el alcohol o el café.