Vida moderna
¿Cómo reducir la viscosidad de la sangre?
Mejorar la circulación de la sangre disminuye complicaciones en la salud.
La sangre es la encargada de transportar el oxígeno y los nutrientes a todas las partes del cuerpo. Su tránsito se da mediante los vasos sanguíneos, las arterias y las venas. Este proceso de circulación de la sangre es muy importante para el funcionamiento del cuerpo del ser humano. En algunos casos, los estilos de vida de las personas no contribuyen a que la sangre circule de forma correcta en el organismo. La alimentación es una de las alternativas naturales para ayudar a que la circulación de la sangre sea óptima.
Una buena circulación es vital para la salud. Gracias a este proceso el corazón se encarga de bombear la sangre a cada rincón del cuerpo. En cada latido el corazón bombea sangre y transporta oxígeno. Luego de haber distribuido el oxígeno, la sangre regresa al corazón y se dirige a los pulmones, para cargarse de oxígeno.
Cuando el cuerpo no tiene una buena circulación se presentan varios síntomas como pequeñas grietas en los talones, punzadas, picazón, entumecimiento en brazos y piernas, hinchazón, hormigueo y calambres. Si se empiezan a notar estas señales se deben tomar medidas para reducir la viscosidad de la sangre y mejorar la circulación.
Disminuir el consumo de grasas saturadas
El portal Medical News Today señala que para mejorar la circulación de la sangre, lo primero que se debe hacer es dejar de fumar, evitar mantenerse mucho tiempo sentado y tener una buena alimentación. Respecto a la dieta balanceada las grasas saturadas (carnes, leches y sus derivados) deben ser consumidas mínimamente.
Tendencias
Las grasas saturadas son una de las grasas dañinas y se encuentran a diario en la alimentación. Algunos de estos alimentos son:
- Aceite de coco
- Leche (todos sus derivados)
- Mantequilla
- Aceite de palma
- Aceite de coco
- Carnes rojas
- Tocino
- Embutidos
- Carne de cordero
- Carne de cerdo
Las grasas saturadas, además de afectar la circulación de la sangre, también suscita otras complicaciones en la salud. Este tipo de grasas, según explica Medlineplus elevan el nivel de colesterol, una sustancia que pueden bloquear las arterias o causar una obstrucción. Presentar altos niveles de colesterol aumenta el riesgo de sufrir enfermedades cardíacas, un ataque cardíaco un accidente cerebrovascular. Por esto, el consumo de estas grasas debe ser mínimo y deben ser menos del 6% de las grasas que se consumen en la rutina diaria.
Controlar la ingesta de sal
Además de la reducción de la ingesta de las grasas saturadas, es importante tomar otras acciones para mejorar la circulación de la sangre. Una de esta acciones es controlar el consumo de sal. Según la Organización Mundial de la Salud , las personas consumen diariamente e 9 a 12 gramos de sal, lo que significa el doble de la ingesta máxima recomendada por los médicos.
La sal es la fuente principal del sodio en la alimentación, el cual se caracteriza por su retención de agua. Si el cuerpo tiene altos niveles de sodio se pueden generar trastornos circulatorios y retención de líquidos. La recomendación respecto al consumo de sal radica en disminuir su consumo y que la ingesta sea menos de 5 gramos al día.
Hidratarse con líquidos
Cuando existen dificultades en la circulación consumir líquidos es una de las alternativas para mejorarla. Los líquidos contribuyen a la eliminación de toxinas y a mejorar la circulación sanguínea, explica el portal Consumer. El agua puede ser ingerida también a través de infusiones como té rojo o diente de león.
Realizar actividad física
Además de una alimentación balanceada, controlando el consumo de sal y de grasas saturadas, hacer ejercicio ayuda a mejorar la circulación de la sangre. Se pueden tomar 30 minutos diarios para hacer actividad física o practicar algún deporte.