Corazón
¿Qué es un soplo en el corazón? | Foto: Getty Images

Vida Moderna

¿Cómo saber si se tiene un soplo en el corazón?

Si bien esta condición no implica ningún riesgo, hay que estar atento cuando conlleva a presentar problemas en la salud cardiaca.

11 de mayo de 2023

Los soplos cardiacos son sonidos similares a silbidos o susurros producidos por la aceleración en el flujo de sangre, el cual genera que el corazón se vea agitado inmediatamente.

Para detectar estos ruidos se necesita acudir a un centro de salud, donde un especialista emplee un estetoscopio para registrados los soplos. En condiciones normales, un latido normal produce dos sonidos llamados “lub - dup”. Estos no son alarmantes y comunes. El verdadero problema ocurre cuando el sonido se intensifica y demuestra que los latidos están más rápidos de lo habitual.

El dolor en el pecho puede deberse a varias razones, entre ellas, la acumulación de gases en el cuerpo.
Un soplo fuerte conlleva a complicaciones más serias. | Foto: Getty Images

Esta condición puede presentarse desde nacimiento o desarrollarse con el pasar de la vida. Si bien hay soplos inofensivos, Mayo Clinic indica que hay una serie de síntomas que permiten diferenciar los leves con los graves.

Cuando los cambios en el comportamiento va acompañado de las siguientes condiciones, hay que solicitar una cita con un especialista en cardiología:

  • Uñas o labios de color azul o gris.
  • Dolor en el pecho.
  • Tos que no desaparece.
  • Mareos.
  • Hígado hinchado.
  • Venas del cuello hinchadas.
Las venas varicosas son venas retorcidas y agrandadas. Foto: Getty Images.
La hinchazón de las venas en ciertos lugares son indicios de padecer un soplo peligrosos. | Foto: Foto: Getty Images.
  • Desmayos.
  • Sudoración intensa con poca o ninguna actividad.
  • En los bebés, poco apetito y crecimiento insuficiente.
  • Falta de aire.
  • Hinchazón o aumento de peso repentino.

Cuando un soplo se transforma en una condición de gravedad, el corazón puede experimentar tres fenómenos. Por un lado, puede ocurrir un soplo diastólico, el cual hace referencia a que el órgano se está acumulando de sangre y no la está bombeando con normalidad.

Otra condición que puede experimentar es lo contrario, conocida como sistólico, correspondiente a un vacío de sangre en el corazón. Finalmente, la tercera consecuencia de un soplo peligroso es alterar intensamente el flujo de los latidos, modificando la presión arterial de forma inesperada.

Los soplos suelen ocurrir en menores de edad, siendo inofensivos en su mayoría. Sin embargo, cuando esta condición implique que durante el desarrollo del corazón empiecen a formarse orificios o que la estructura cardiaca se forme de manera irregular, hay que acudir a un hospital.

En adultos, cuando los sonidos causan preocupación suelen deberse a problemas en la válvula cardíaca que se desarrollan más adelante en la vida (enfermedad de válvula cardíaca adquirida). Entre las cosas que pueden dañar las válvulas cardíacas se incluyen:

arterias
En determinadas circunstancias, los soplos afectan el funcionamiento de las arterias. | Foto: Getty Images/iStockphoto
  • Depósitos cardiacos: Estos provocan que las válvulas se vuelvan rígidas y estrechas, lo que implica que el flujo sanguíneo retroceda y no circule de manera correcta. Este escenario genera enfermedades degenerativas que ponen en riesgo la vida de los pacientes.
  • Infección del recubrimiento interno del corazón: Las bacterias y otros gérmenes provenientes del cierre de válvulas causan complicaciones que pueden dirigirse de los conductos hasta el corazón.
  • Fiebre reumática: Se trata de una complicación grave de la amigdalitis estreptocócica. Además, suele puede producirse en quienes no recibieron tratamiento para la amigdalitis estreptocócica o no lo terminaron. Cuando la fiebre reumática afecta las válvulas cardíacas, se denomina enfermedad cardíaca reumática.

Finalmente, hay que tener en cuenta que cuando una persona padece esta enfermedad, debe adoptar un estilo de vida saludable para mejorar la salud cardiaca y así reducir el grado de peligro que generen los soplos, para que vuelvan a estar en condiciones normales.