SALUD
Cómo saber si su niño sufre de artritis
Esta enfermedad puede aparecer en menores de 16 años. Los padres deben conocer los signos para diagnosticarla a tiempo. Un experto dice cuáles son.
En Colombia muchos niños tienen artritis pero no lo saben. Esto sucede porque se creer que es una enfermedad de viejos. Además, los padres y médicos asocian sus síntomas a problemas de crecimiento. Según Sally Pino, miembro del Colegio Iberoamericano de Reumatología, esta enfermedad afecta en el mundo a entre 100 y 400 jóvenes por cada 100 mil. miembro del Colegio Iberoamericano de Reumatología. De los 13 millones de niños que hay en Colombia, la enfermedad afecta entre 13.000 y 19.000 menores pero “hemos hecho un seguimiento y tenemos diagnosticados solo 3.000 o 4.000 niños”.
Esta cifra de diagnóstico baja es por que “los médicos asocian estos dolores como propios del crecimiento, o por traumas y no reconocen que puede ser una artritis”, afirma Pino. Por eso, es importante prestar atención a los síntomas de alerta de esta, que es la quinta causa de enfermedad crónica en la infancia. Además los exámenes de laboratorio en infantes suelen salir normales, con el factor reumatoideo negativo, algo que no sucede en los adultos.
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La artritis se manifiesta con fiebre alta, problemas en la visión, pero, principalmente, con inflamación, dolor y enrojecimiento en las coyunturas de los huesos, así como en las extremidades. No hay manera de prevenirla, pues es una enfermedad autoinmune en la cual el sistema de defensa del organismo ataca a las articulaciones.
Los reumatólogos recomiendan a los padres, maestros y a todas las personas involucradas en el cuidado de los niños prestar atención si muestran limitación del movimiento, especialmente, después de un periodo de reposo. “Si a los niños les cuesta mucho moverse y realizar actividades diarias, sobre todo en las mañanas y tienen dolor en las articulaciones, cansancio, fiebre, pérdida del apetito y mucho sueño, se debe acudir al médico y pedir una consulta con el reumatólogo”, asegura Pino.
Si se reconocen estos signos es mucho más posible que el niño tenga un diagnóstico oportuno. Un tratamiento a tiempo puede mejorar drásticamente la calidad de vida de un niño con artritis idiopática juvenil y evitar discapacidades. El procedimiento para tratar esta enfermedad se basa en medicamentos orales o inyectados, fisioterapia y el compromiso de la familia de llevar el tratamiento con disciplina.
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El trabajo del reumatólogo debe ir de la mano de un pediatra, el fisioterapeuta y un oftalmólogo infantil ya que una de las discapacidades puede ser la ceguera. “Esta patología se puede controlar y en niños, a diferencia de los adultos, se puede dar una remisión sin medicamentos a los cuatro o cinco años de tratamiento. Lo que no se puede prescindir es el control médico periódico para no tener recaídas”, explica la reumatóloga Pino.
Diagnosticar a un niño con artritis idiopática juvenil no es complicado. ·En la mayoría de los casos es suficiente con un examen físico y una historia clínica completa el médico puede inferir la enfermedad.
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El llamado más fuerte es a los padres. Esta enfermedad puede presentar síntomas desde los seis meses. “Evitar discapacidades depende del pronto reconocimiento por parte de los papás de que algo está pasando. En cuanto vean ese dolor, lo importante es consultar als reumatólogo, que es el profesional que puede hacer un diagnóstico acertado”, concluye Pino.