SALUD
¿Cómo saber si un dolor de espalda es peligroso?
Aunque en la mayoría de los casos, el dolor de espalda mejora progresivamente con el tratamiento en el hogar, puede que en algún momento sea importante acudir a un especialista.
El dolor de espalda es una de las molestias más comunes por las que las personas acuden al médico. Este malestar puede variar desde un dolor muscular hasta una sensación de ardor o dolor muy agudo o punzante.
Estas puede ser algunas de las causas
El dolor de espalda suele aparecer sin una causa específica o difícil de identificar en un análisis médico o por radiografías. Sin embargo, algunas de las causas más frecuentes son atribuibles a:
- Distensión muscular: esta situación se da al levantar objetos pesados o al hacer un movimiento rápido y repentino, lo que puede forzar los músculos de la espalda y de la columna vertebral.
- Mala postura.
- Fractura de una de las vértebras.
- Artritis. En algunos casos, la artritis de la columna vertebral puede reducir el espacio que rodea la médula espinal, un trastorno que se denomina “estenosis espinal”.
- Osteoporosis. Las vértebras de la columna podrían estar expuestas a fracturas dolorosas si los huesos se vuelven porosos y frágiles.
- Presión en los nervios, por problemas como una hernia discal.
Dolor de espalda y nervio ciático
La ciática suele ser uno de los dolores más incómodos que existen. Se estima que entre el 5% y el 10% de los pacientes con dolor lumbar tienen ciática.
Lo que comúnmente se llama “ciática” o nervio ciático se refiere a un dolor de espalda que se extiende por las piernas, pasando por las caderas y los glúteos y llegando hasta el talón. Este dolor, por lo general, es provocado por la presión de las vértebras bajas sobre el nervio ciático.
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En principio, un médico reumatólogo deberá diagnosticar la enfermedad mediante una revisión física, en la que pueda revisar la fuerza muscular y el control de los reflejos. Luego de éste diagnóstico se corroborará con pruebas como radiografías, resonancias y tomografías. Sin embargo, los síntomas más frecuentes son:
- Dolor constante en una nalga o en una sola pierna (rara vez puede presentarse en ambas piernas).
- Agudización del dolor al sentarse.
- Hormigueo que baja por la pierna.
- Adormecimiento o debilidad para mover la pierna o el pie.
- Dolor punzante al ponerse de pie o caminar.
Aunque el dolor de ciática difícilmente se puede prevenir, puede realizar acciones que ayuden a tener un estado físico óptimo y un estilo de vida saludable. Lo recomendable es mantener una buena alimentación, evitar el consumo de tabaco y alcohol, y hacer ejercicio aeróbico.
Cuidados en el hogar
Estas son algunas cosas que se pueden hacer en casas para reducir el dolor:
- Descansar: tomarse un descanso evitando dejar pasar demasiado tiempo para moverse nuevamente.
- Usar bolsas térmicas o una compresa de hielo: el calor reduce el dolor y la rigidez. El hielo puede ayudar con el dolor y la hinchazón.
- Hacer ejercicio: los ejercicios que estiramiento y fuerza pueden ayudar a mantener en buen estado los músculos de la espalda, de los hombros y del estómago. Además, una buena rutina de ejercicios puede ayudar a mejorar la postura, reducir el cansancio y dolor.
- Mantener una buena postura: sentarse con la espalda recta ayuda a mejorar los dolores.
- Incorporar técnicas para reducir el estrés: probar ejercicios de respiración profunda, de relajación e incluso experimentar con algunas guías de meditación.
Si el dolor empeora y las personas tienen dificultades para realizar sus actividades cotidianas, laborales o domésticas es posible que se deba tomar algún tipo de analgésico recetado. En este caso lo recomendables es acudir a un especialista. Aunque rara vez se usa la cirugía para tratar el dolor en la parte superior y media de la espalda, es importante asistir a chequeos médicos correspondientes.