Vida Moderna
¿Cómo saber si una persona es un acumulador compulsivo?
A pesar de las señales, solo un especialista puede determinar si se padece este trastorno.
Hoy en día, las personas no regalan ni botan sus cosas, todo lo contrario, cuando ya no se sienten a gusto por ejemplo, con una prenda de vestir, compran otra y guardan la anterior con la esperanza de un día quizás volvérsela a poner.
Puede que estas situaciones sean muy usuales y que inclusive algunas personas hayan pasado por ellas; sin embargo, el verdadero problema viene cuando se comienzan a llenar espacios completos con numerosos elementos que para los individuos son servibles y tienen futuro.
Cuando lo anterior ocurre es momento de comenzar a preocuparse, pues puede que esto se haya convertido en una situación patológica, es decir, en un síndrome o trastorno.
El trastorno de acumulación compulsiva es una dificultad persistente para desechar o separarse de las pertenencias. Dichos objetos llenan por completo los ambientes del hogar y evitan que la persona haga uso correcto de las habitaciones.
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Esos mismos objetos causan molestias o entorpecen las actividades diarias. Este trastorno se diferencia de coleccionar porque pocas veces buscan exponer sus posesiones, las cuales, en general, se encuentran desordenadas. En el caso de los coleccionistas, los mismos suelen exponer con orgullo sus colecciones y las mantienen bien ordenadas.
Según Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro, dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación, “la acumulación compulsiva oscila de un trastorno leve a grave. En algunos casos, la acumulación compulsiva puede no repercutir en tu vida en gran medida, mientras que en otros casos afecta gravemente tu funcionamiento cotidiano”.
Así mismo, el portal Salud Digital de la Fundación Carlos Slim, indicó que, aunque no es fácil determinar las causas de la enfermedad, cuando una persona es acumuladora compulsiva puede manifestar las siguientes señales:
- Anhelo creciente de querer más y más objetos, hasta aquellos que no se necesitan (“para aprovechar la oferta”).
- Incapacidad para deshacerse de objetos sin ninguna utilidad.
- Miedo a que las personas tomen lo que es suyo. Es el primer paso para aislarse de la vida en sociedad.
- La acumulación es más fuerte que la necesidad de convivencia.
- Negación del problema y rechazo a toda ayuda o propuesta de tratamiento.
- Aislamiento y problemas para relacionarse.
De acuerdo con Oscar David Díaz, docente e investigador de la facultad de psicología de la Universidad El Bosque y representante regional del campo de psicología de la sexualidad del Colegio Colombiano de Psicólogos, este síndrome al que se le podría llamar enfermedad, “implica una distorsión de la persona con la realidad, que implica un nivel de deterioro para la persona a nivel personal, familiar y social”.
Por lo general, las personas acumulan objetos comunes, como papel (por ejemplo correo, diarios), libros, ropa, y recipientes (por ejemplo cajas, bolsas de papel y de plástico). Algunas personas acumulan basura o comida podrida.
En pocos casos, las personas acumulan desechos de animales o humanos. Pocas veces los objetos acumulados son valiosos pero muy desproporcionadamente con respecto al uso que tienen en realidad.
Debido a lo mencionado, tanto los acumuladores como las personas que se encuentran a su alrededor pueden verse afectados dependiendo de lo que acumulen, con riesgos biológicos o químicos debido a la excesiva acumulación.
Es probable que las personas con trastorno de acumulación compulsiva no lo vean como un problema, lo que dificulta el tratamiento. Sin embargo, cuando se someten a este intensamente, puede ayudar a las personas que padecen el trastorno a comprender cómo pueden modificar sus creencias y sus conductas para poder vivir una vida más segura y placentera.