SALUD
¿Cómo se explica que el polio detectado en Nueva York (Estados Unidos) esté relacionado con las vacunas?
¿Cómo es posible que se reporte un caso de polio causado por la vacuna si se supone que el objetivo principal de las vacunas es precisamente evitar que la gente enferme? La explicación.
Estados Unidos ha detectado el primer caso de poliomielitis en casi una década en un joven adulto residente en Nueva York y se piensa que podría ser una infección derivada de las vacunas. ¿Cómo es posible que estemos ante un caso de poliovirus derivado de la vacuna si la enfermedad está casi erradicada y se supone que el objetivo principal de las vacunas es, precisamente, evitar que la gente enferme?
Para entender mejor lo que está ocurriendo vamos a describir primero qué es la polio y cómo infecta y se multiplica el virus cuando entra en nuestro organismo. La poliomielitis o polio es una enfermedad causada por el virus de la polio que puede afectar la médula espinal y causar debilidad muscular y parálisis. En la mayoría de los casos el virus se transmite por contacto directo de persona a persona o por la ruta fecal-oral.
Por lo general, lo que ocurre cuando una persona se infecta es que el virus entra en el organismo por la boca y la nariz y se multiplica en la garganta y el tracto gastrointestinal. A continuación, se disemina en nuestro organismo a través de la sangre y el sistema linfático para acabar siendo excretado por la vía oral y en las heces de la persona infectada.
La mayoría de las infecciones causadas por el virus de la polio son asintomáticas y la infección se resuelve sin más contratiempos. Sin embargo, en aproximadamente un 1 % de los casos el virus entra en el sistema nervioso central, donde puede infectar y destruir neuronas motoras, causando parálisis y atrofia muscular.
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En resumen, el virus entra por la boca y la nariz, se multiplica en el intestino y la persona infectada lo transmite por vía oral-oral o por las heces (fecal-oral), pudiendo pasar el virus a otras personas. En la mayoría de las infecciones no hay síntomas y la infección se resuelve, pero en un número pequeño de casos el virus puede infectar células del sistema nervioso y causar la enfermedad que todos conocemos.
Las vacunas
Ahora que ya sabemos cómo infecta este virus y cómo se produce la enfermedad, vamos a hablar de las vacunas. En resumen, hay dos tipos de vacunas contra la poliomielitis:
1) Vacuna intramuscular con virus inactivado (Jonas Salk, 1952)
La vacuna intramuscular de Salk utiliza virus inactivados (virus muertos que no pueden infectar células ni multiplicarse). La administración de esta vacuna da lugar, entre otras cosas, a la presencia de anticuerpos en sangre. Esto evita en gran medida que el virus pueda invadir el sistema nervioso y causar la enfermedad.
Sin embargo, esta vacuna no genera una respuesta inmunitaria muy eficiente en la mucosa oral e intestinal. Por ello, si alguien se infecta el virus se multiplicará en su tracto gastrointestinal y la persona infectada podrá infectar a otras aunque ella misma no desarrolle la enfermedad.
2) Vacuna oral con virus atenuado (Albert Sabin, 1957)
Por otro lado, tenemos la vacuna oral con virus atenuado. Esta vacuna utiliza un virus que está atenuado pero no está inactivado. En otras palabras, es un virus que puede infectar células y multiplicarse.
La ventaja de esta vacuna es que, al utilizar un virus atenuado que se administra por vía oral, va a reproducir el ciclo de vida del virus silvestre. Por eso confiere protección en sangre, pero también en la mucosa oral e intestinal.
Por lo tanto, con esta vacuna la persona inmunizada no desarrollaría la enfermedad ni tampoco podría contagiar a otros si se infecta con el virus silvestre. Otra ventaja de la vacuna oral con virus atenuado es que las personas vacunadas pueden excretar el virus de la vacuna y, de ese modo, vacunar a otras personas que no hayan recibido la vacuna.
Ventajas e inconvenientes de cada vacuna
La vacuna con virus inactivado fue la primera que se utilizó y dio lugar a una disminución significativa en los casos de poliomielitis. Sin embargo, la vacuna oral tuvo (y tiene todavía) un papel fundamental en el control y futura erradicación de la enfermedad.
Cada vacuna tiene sus ventajas e inconvenientes. Por un lado, la vacuna inactivada es muy segura y evita que la gente enferme, pero no evita que el virus siga circulando. Por otro lado, la vacuna atenuada sí tiene la ventaja de limitar la circulación del virus, pero tiene más efectos adversos. El principal es que, al usar un virus que infecta, se multiplica y muta, existe la posibilidad de que pueda revertir y volverse virulento de nuevo. Esto causaría la enfermedad en la persona vacunada o en otra que haya estado expuesta al virus excretado por la persona vacunada.
Esto se conoce como “poliovirus derivado de la vacuna” y “poliomielitis paralítica derivada de la vacuna”. Esta enfermedad derivada por la vacuna es un efecto adverso muy raro (el beneficio de la vacunación es mayor que el riesgo de desarrollar poliomielitis paralítica derivada de la vacuna) que presenta un riesgo mayor en personas inmunodeprimidas y en lugares con baja cobertura de vacunación.
¿Qué vacuna es la que se administra actualmente?
Hoy en día se utiliza una u otra vacuna dependiendo de la situación epidemiológica del país. La vacuna oral con virus atenuado se utiliza principalmente en lugares donde el virus sigue circulando (Pakistán y Afganistán, por ejemplo) o donde el riesgo de nuevos brotes es mayor, para así evitar la transmisión del virus.
La vacuna con virus inactivado se utiliza actualmente en países donde no hay casos de poliomielitis y la probabilidad de infectarse es muy baja.
Entonces, ¿qué es lo que ha ocurrido en Nueva York?
Se piensa que una persona residente en Nueva York no vacunada contra la polio ha entrado en contacto con una persona procedente de un país donde se sigue vacunando con vacuna oral atenuada y se ha infectado con poliovirus derivado de la vacuna. Como resultado, ha desarrollado poliomielitis paralítica derivada de la vacuna.
Este caso ha puesto en alerta a las distintas autoridades sanitarias, las cuales recomiendan encarecidamente que las personas no vacunadas lo hagan lo antes posible por si se producen más casos. De hecho, se ha detectado el virus de la polio en las aguas residuales de Nueva York un mes antes de que se hiciera público el caso de la persona infectada, y también en las de Londres.
Por último, es importante tener presente que la poliomielitis no se ha erradicado todavía. Aunque ya no veamos casos de poliomielitis a nuestro alrededor, el virus sigue circulando. Actualmente no existe cura para la poliomielitis, pero se puede prevenir con unas vacunas que llevan con nosotros más de 60 años. Por lo tanto, la mejor forma de protegerse contra la enfermedad y avanzar en la erradicación de la poliomielitis es mediante la vacunación.
Una versión de este artículo fue publicada originalmente en la página web del autor.
Publicado también en The Conversation
Por:
Jose Manuel Jimenez Guardeño
Investigador en el Departamento de Enfermedades Infecciosas, King’s College London
Ana María Ortega-Prieto
Postdoctoral research associate, King’s College London