SALUD
¿Cómo se manifiesta el hígado graso en la piel? Estos son los síntomas
El hígado ayuda a procesar nutrientes de los alimentos y a eliminar sustancias nocivas para el organismo.
A la enfermedad del hígado graso también se le conoce como esteatosis hepática y se presenta cuando la grasa se acumula en este órgano. Tener pequeñas cantidades de esta sustancia es normal, pero cuando se incrementan, es posible que se convierta en un problema médico.
El hígado es uno de los órganos más grandes del cuerpo. Ayuda a procesar nutrientes de alimentos y bebidas, y filtra sustancias dañinas de la sangre, según el sitio web MedlinePlus, de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.
Cuando hay demasiada grasa puede generar inflamación del órgano y es posible que lo dañe y cree cicatrices. En casos graves, esta cicatrización lleva a la insuficiencia hepática, asegura el portal Healthline.
Ahora bien, si el hígado graso se desarrolla en alguien que bebe mucho alcohol, se conoce como enfermedad del hígado graso por alcohol (AFLD, por sus siglas en inglés).
En general, tanto la enfermedad de hígado graso como la que se registra por el consumo elevado de alcohol son afecciones silenciosas que tienen pocos o ningún síntoma. Si se presentan señales es posible que la persona se sienta cansada o presente molestias en el lado superior derecho del abdomen.
Los signos en la piel
De igual forma, puede haber alguna manifestación en la piel cuando el padecimiento ha avanzado. Según el instituto Mayo Clinic, hay individuos que desarrollan esteatohepatitis no alcohólica (NASH), una forma agresiva de enfermedad del hígado graso, que se caracteriza por la inflamación y que puede progresar a cicatrización avanzada (cirrosis) e insuficiencia hepática. Este daño es similar al causado por el consumo excesivo de alcohol.
Cuando esto ocurre, hay señales que lo manifiestan, como la hinchazón abdominal (ascitis), vasos sanguíneos agrandados justo debajo de la superficie de la piel, bazo agrandado, palmas rojas y color amarillento en la piel y en los ojos (ictericia).
La ictericia hace que la piel y las partes blancas de los ojos se pongan amarillas y es causada por el exceso de bilirrubina, una sustancia química que contiene la hemoglobina, la cual transporta el oxígeno en los glóbulos rojos.
MedlinePlus explica que, a medida que los glóbulos rojos se degradan, el cuerpo desarrolla nuevas células para sustituirlos. Las células degradadas se procesan en el hígado. Si este órgano no puede manejar las células sanguíneas a medida que se degradan, se acumula bilirrubina en el organismo y la piel se pone amarilla.
Precisamente, una de las razones por las cuales la piel toma ese color son los problemas hepáticos como la cirrosis. También se presenta por enfermedades de la sangre, síndromes genéticos, obstrucción de los conductos biliares, infecciones y la ingesta de algunos medicamentos.
Causas del hígado graso
- Obesidad.
- Azúcar alta en sangre.
- Resistencia a la insulina.
- Altos niveles de grasa, especialmente triglicéridos, en la sangre.
- Embarazo.
- Pérdida rápida de peso.
- Algunos tipos de infecciones, como la hepatitis C.
- Efectos secundarios de algunos tipos de medicamentos, como metotrexato (Trexall), tamoxifeno (Nolvadex), amiodorona (Pacerone) y ácido valproico (Depakote).
- Exposición a ciertas toxinas.
- Ciertos genes también pueden aumentar el riesgo de desarrollar hígado graso.
¿Cuáles son los tratamientos para la enfermedad?
No hay medicamentos que hayan sido aprobados para tratar el hígado graso. Los estudios tratan de determinar si un medicamento para la diabetes o la vitamina E puede ayudar, pero se necesita mayor investigación, precisa MedlinePlus.
Una de las principales recomendaciones para aliviar esta afección es bajar de peso. Eliminar unos kilos de más reduce la grasa, la inflamación y la fibrosis en el hígado. Cuando la enfermedad se presenta por consumo de alcohol se debe dejar ese hábito.
Este padecimiento es posible que conduzca a cirrosis. Los médicos pueden tratar los problemas de salud causados por la cirrosis con medicamentos, operaciones y otros procedimientos médicos, pero si la cirrosis conduce a insuficiencia hepática, es posible que se requiera de un trasplante de hígado.