¿Cómo usar la canela para controlar los niveles de glucosa de forma efectiva?

La glucosa es un tipo de azúcar y es la principal fuente de energía del cuerpo humano. Para que entre en las células se necesita insulina, una hormona producida por el páncreas.

En ese sentido, de acuerdo con MedlinePlus, sitio web de la Biblioteca Nacional de Medicina de EE. UU., se pueden desarrollar enfermedades como la diabetes cuando los niveles de glucosa en sangre son altos.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la actividad física y una dieta equilibrada son fundamentales para una vida sana. Esta no es una excepción, por lo que el ejercicio es clave para evitar que aumenten los niveles de azúcar en sangre. Además, hay alimentos que se pueden complementar, como la canela.

Se trata de una especia de sabor dulce que se extrae de la canela o del árbol de la canela, concretamente de su corteza, y se utiliza como ingrediente en la preparación de diversos platos gastronómicos.

Se trata de un producto al que se le atribuyen una serie de propiedades beneficiosas para el organismo. Según la Fundación Española de Nutrición, la canela aporta nutrientes y se distingue por su contenido en minerales como calcio, hierro, zinc, selenio y potasio, además de vitaminas A, B6 y C, fibra y carbohidratos

Según el portal de salud y bienestar Tua Saúde, existen estudios que demuestran que este producto mejorará el funcionamiento y aumentará el nivel de insulina, la hormona que se encarga de regular los niveles de azúcar en sangre y permitirle ingresar a las células encargadas de convertirlo en energía. Por este motivo, su consumo sería beneficioso para personas que padecen prediabetes y diabetes tipo 2.

Esto se debe al hecho de que esta especia tiene la capacidad de interferir con el funcionamiento de ciertos componentes del cuerpo, por lo que el azúcar de la sangre penetra más fácilmente en las células, reduciendo así el nivel de glucosa en la sangre.

Además, puede inhibir algunas enzimas digestivas, lo que ralentiza la descomposición de los carbohidratos en el tracto digestivo. Según el sitio mencionado, la actividad antioxidante y antiinflamatoria de la canela afecta el buen funcionamiento del páncreas, órgano encargado de producir insulina.

Métodos para consumir la canela

Una de las maneras de obtener beneficios de la canela es en infusión:

Té de canela

Ingredientes

• 1 litro de agua.
• 1 rama de canela picada en trozos.
• Miel (opcional).

Preparación

• Hervir el litro de agua.
• Cuando comience a burbujear, agregar la rama de canela.
• Dejar que se realice la decocción durante 10 minutos.
• Servir en una jarra.
• Colocar la jarra en el refrigerador 30 minutos para que se enfríe.
• Finalmente, servir en vasos de cristal.
• Agregar 1 o 2 cucharadas de miel para mejorar su textura y gusto.

La preparación tradicional del té de canela se puede hacer como la explica el portal Tua Saúde.

Ingredientes:

• 1 astilla de canela.
• 1 taza de agua hirviendo.

Preparación:

• Colocar 1 palo de canela en una taza de agua hirviendo.
• Dejar reposar durante 10 minutos.
• Retirar el palo y beber hasta 3 tazas por día, antes de las comidas.

¿Qué es la diabetes?

Según MedlinePlus, portal web de la Biblioteca Nacional de Medicina de EE. UU., la diabetes es una enfermedad en la que los niveles de glucosa en sangre son muy altos.

Además, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha revelado que existen varios tipos de diabetes: la diabetes tipo 2, que se produce porque el cuerpo no utiliza eficazmente la insulina que produce, mientras que la diabetes tipo 1 se caracteriza por una producción insuficiente de insulina y requiere la administración diaria de esta hormona.

Así las cosas, algunos síntomas de la enfermedad son:

• Aumento de la sed.
• Micción frecuente.
• Hambre extrema.
• Pérdida de peso sin causa aparente.
• Presencia de cetonas en la orina (las cetonas son un subproducto de la descomposición de músculo y grasa que ocurre cuando no hay suficiente insulina disponible).
• Fatiga.
• Irritabilidad.
• Visión borrosa.
• Llagas que tardan en cicatrizar.
• Infecciones frecuentes, como infecciones en las encías o en la piel, e infecciones vaginales.