MUJERES

Tres cosas desconocidas sobre la copa menstrual

Cada día son más las mujeres que están optando por esta alternativa que, entre otras, resulta más económica y amigable con el medio ambiente.

15 de septiembre de 2016
La copa mensutral se puede usar todos los días del periodo. Incluso, se puede dormir con ella si no pasan más de 12 horas desde la última descarga. | Foto: Tomado de Copas Menstruales

La copa menstrual, también conocida como copa vaginal, es una alternativa a las tradicionales toallas higiénicas o los tampones. Lo que hace es recoger, no absorber, el flujo menstrual durante más tiempo y además es reutilizable. El ginecólogo Jorge Alberto García, especialista en diseño y rejuvenecimiento vaginal habló con Semana.com para explicar más a fondo de qué se trata esta opción que tantas mujeres están recomendando.

1.¿Cómo funciona?

La copa menstrual es un dispositivo que está fabricado de látex o de silicona de uso médico, como las de los implantes mamarios. Esta última es la que más se utiliza porque es muy efectiva impidiendo la acumulación de bacterias y no produce alergias como el látex. Viene en diferentes tamaños y formas, de acuerdo a la condición y necesidad de cada mujer.

Estos dispositivos no producen el Síndrome de Shock Tóxico, que se genera por los componentes tóxicos que liberan los tampones. Por otra parte, el material con el que están hechas no altera el PH de la zona íntima, por lo que puede ayudar a prevenir infecciones comunes en la zona íntima, como la candidiasis o los hongos”, asegura García.

Cada copa tiene una capacidad de unos 30 mililitros y, según la abundancia del flujo, puede vaciarse de cuatro a ocho horas. “Es una herramienta que ayuda a que la paciente se sienta seca y cómoda durante los días de la menstruación sin que produzca la irritación que puede provocar una toalla porque no está en contacto con la piel”, complementa García.

2.¿Cómo se usa?

El material con el que está hecha permite que la copa se doble fácilmente para ser insertada en la parte baja de vagina, no tan profundo como un tampón. Cuando está en el interior, se abre adoptando la forma de la vagina y desde allí empieza a recoger la sangre de la menstruación. Cuando la copa está llena, se debe sacar y vaciar. Después de limpiarla, puede volver a introducirse.

Este proceso de higiene puede resultar incómodo, sobre todo, si se tiene que vaciar en baños públicos. Pero, como explica García, si se pone correctamente y se usa la copa en la talla que es, es improbable que se presenten escapes. Quienes la usan, aseguran que es cuestión de acostumbrarse a su uso hasta que con el tiempo se vuelve imperceptible.  

Cada vez que se quita, la copa se debe lavar muy bien antes de volverse a introducir. Se recomienda que se haga con agua tibia y en ambientes totalmente higiénicos. “Este dispositivo no deja que la zona íntima permanezca húmeda. De este modo el espacio permanecerá más limpio y así se podría evitar la aparición de infecciones”, aclara García.

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3.¿Cuándo se puede usar?

Durante todos los días del periodo. Incluso, se puede dormir con ella si no pasan más de 12 horas desde la última descarga. Con la copa puesta se pueden llevar a cabo actividades deportivas o nadar con naturalidad. El único momento en el que no se podría utilizar es si se van a tener relaciones sexuales.

Las mujeres que están planificando con algún método de anticoncepción la pueden usar sin restricción, pues no interfiere. Lo que se recomienda es que aquellas mujeres que tienen alguna infección no la usen hasta que esta pase para evitar que se agrave. De resto, la copa “no tiene ninguna contraindicación. De hecho es una buena forma como las mujeres tienen mayor conciencia de su vagina y de los cuidados que deben tener con ella”, explica García.

Para las mujeres que no han iniciado su vida sexual, usar este dispositivo no supone un problema y para las mujeres en etapa posparto, se recomienda esperar unas seis semanas para usarlo.

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Otras consideraciones

Muchas mujeres que intentaron usar la copa prefirieron no hacerlo más por la incomodidad al momento de vaciarla. Este puede ser su principal contra, pues aunque permite aguantar más tiempo sin tener que cambiarse, el proceso de deshacerse del flujo menstrual es difícil si no se tiene agua cerca.

La copa puede ser incómoda al principio, mientras el cuerpo se adapta a ella. Sin embargo, las defensoras del dispositivo aseguran que con la práctica se vuelve más sencillo.

Aunque al principio puede resultar costoso adquirir una copa adecuada, a la larga es un buen ahorro ya que puede durar hasta diez años. Esto hace que además sea ecológica porque evita toda la basura que producen las millones de toallas higiénicas y tampones desechados en todo el mundo a diario.