Vida moderna
Conozca cada cuántos minutos hay que tomar agua. Esto recomiendan las autoridades de salud
Se deben tener en cuenta factores como el clima y las actividades que se han realizado durante el día.
El agua es un elemento fundamental para la salud del ser humano y en esa medida debe consumirse con regularidad y moderación. No obstante, para saber la frecuencia con la que una persona debe consumir este líquido es clave tener varios aspectos en cuenta.
“En los estudios, se han indicado distintas recomendaciones a lo largo de los años. Pero tus necesidades individuales de agua dependen de muchos factores, incluida tu salud, qué tan activo eres y dónde vives. No hay una fórmula única para todos. Pero saber más sobre la necesidad de líquidos de tu cuerpo, te ayudará a calcular la cantidad de agua que debes beber cada día”, indicó la Clínica Mayo, una institución médica de Estado Unidos.
Así mismo, citó algunas fuentes oficiales que explican cuánto líquido necesita un adulto en promedio, para tener una buena salud.
Entre otras cosas, hace referencia a las recomendaciones de las Academias Nacionales de Ciencias, Ingeniería y Medicina de Estados Unidos, que aconsejan que los hombres adultos tomen 15,5 tazas (que corresponden a 3,7 litros) de líquidos al día, mientras que en el caso de las mujeres recomiendan tomar 11,5 tazas diarias (2,7 litros) de líquidos.
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La fuente médica recordó que este líquido también se adquiere por medio de los alimentos y otras bebidas, que pueden aportar hasta el 20 % de la hidratación diaria de una persona.
En cuanto a la frecuencia, también señaló que hay múltiples factores que deben tenerse en cuenta, como el clima de la región donde vive cada persona.
Por ejemplo, ante una ola de calor que se registró en Paraguay, en 2017, el Ministerio de Salud de ese país les pidió a los ciudadanos tomar agua potable cada 15 o 20 minutos, para evitar los riesgos de deshidratación.
“De esta forma, se previene la aparición de malestares como dolor de cabeza, mareos, náuseas o calambres. La falta de agua puede producir en el organismo, además de la deshidratación, incremento del nivel de glucemia (azúcar en sangre), en el caso de los diabéticos, ocasionando descompensación y desequilibrio del nivel de presión arterial”, indicó en su momento el gobierno paraguayo.
También recordó que los niños y los adultos son más proclives a la deshidratación, por lo cual es importante prestarles especial cuidado.
“La gravedad de la deshidratación depende de la cantidad y rapidez de agua que el organismo haya desechado y la pérdida paralela de solutos o electrolitos; cuando el organismo ha perdido más del 11 % del peso corporal, puede ocasionar un fallo renal ocasionando la muerte, es el cuadro de mayor gravedad en cuanto a este criterio; si el deterioro es brusco, los síntomas serán más graves”, detalló la autoridad sanitaria de Paraguay.
No obstante, cuando las condiciones climáticas no son tan extremas, las organizaciones sanitarias recomiendan un consumo más moderado de agua. La American Cancer Society de Estados Unidos, por ejemplo, ha señalado que basta con que las personas tomen un vaso de agua cada vez que se consumen alimentos y otro entre una y otra comida.
Y advirtió que hay ocasiones que sí ameritan tomar mayores cantidades de agua. “Usted necesita más líquidos para reemplazar lo que pierde a través de la transpiración. Tome una o dos tazas extra de agua después de hacer ejercicio, en clima caluroso o húmedo o si tiene fiebre”, indicó la organización sin ánimo de lucro.
También es prudente anotar que el acceso a agua potable tiene graves problemas a nivel mundial, pues una buena porción de la población no tiene garantizado el acceso seguro a este líquido.
“En el mundo hay al menos 2.000 millones de personas que utilizan una fuente de agua para consumo humano contaminada con heces. La contaminación microbiana del agua para estos fines, como resultado de la contaminación con heces, supone el mayor riesgo en cuanto a salubridad y transmisión de enfermedades como la diarrea, el cólera, la disentería, la fiebre tifoidea y la poliomielitis”, ha informado la Organización Mundial de la Salud.